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El PSOE saca adelante la reforma del 'sí es sí' con el PP y se agrieta la coalición con Unidas Podemos

  • Los socialistas insisten en que no se toca el consentimiento y circunscriben el acuerdo con el PP a cambios "técnicos"
  • Irene Montero dice que "es un día muy triste" mientras el PP celebra lo que considera una "derogación" del 'sí es sí'

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El Congreso aprueba la reforma de la ley del 'solo sí es sí' con los votos de PSOE, PP, PNV y Cs

La reforma de la ley del ‘solo sí es sí’ del PSOE ha salido adelante en el Congreso, como era previsible, con los votos del PP, el PNV y Ciudadanos, y el rechazo de Unidas Podemos y otros aliados parlamentarios como ERC y EH-Bildu, entre otros. La reforma ha vuelto a evidenciar un profundo choque entre los socios de coalición con críticas muy duras. El Partido Socialista ha insistido en que "no se toca ni una coma" del consentimiento y habla de cambios "técnicos", pero para Unidas Podemos y otros aliados supone un "retroceso" y una "vuelta al Código Penal de La Manada", mientras que el Partido Popular ha celebrado la "derogación" del 'sí es sí' y ha sido muy crítico con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

La votación de la proposición de ley socialista ha salido adelante con 233 votos a favor, 59 'noes' y cuatro abstenciones. Además de los ya mencionados, han votado 'sí' Coalición Canaria, UPN y el PdeCat, mientras que Vox no ha votado y JxCat se ha abstenido.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha votado (se encuentra este jueves en Doñana). Una vez ha anunciado la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, el resultado, la bancada 'popular' se ha levantado y ha aplaudido, frente a un PSOE que ha permanecido sentado en su bancada entre caras serias.

“Hoy es un día triste, seguramente el día más difícil que yo he vivido en este Parlamento como ministra y para todas las feministas de está Cámara y fuera de ella”, ha lamentado la ministra de Igualdad y responsable de la ley original del ‘sí es sí’, Irene Montero, desde la tribuna. Porque esta reforma supone, ha dicho, “una vuelta atrás de años” en derechos de las mujeres. Montero ha sido la única ministra del Ejecutivo que ha tomado la palabra en el debate, pese a que la de Justicia, Pilar Llop (cuyo trabajo fue la base de la reforma socialista) estaba presente.

Precisamente, a diferencia del Pleno de la toma en consideración de la reforma el pasado 7 de marzo, en el que Montero y la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra (ambas de Unidas Podemos), estuvieron solas en la bancada del Gobierno, en esta ocasión han estado acompañadas de Llop y de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, que al igual que el resto de su grupo se ha levantado y ha aplaudido a Montero cuando ha terminado su intervención.

Fuentes del entorno de la ministra de Trabajo destacan que ha acudido al debate como “muestra de apoyo” al grupo parlamentario de Unidas Podemos. Desde Podemos se han mostrado críticos en el pasado con la falta de apoyo de Díaz a Montero y en el pasado, su exlíder, Pablo Iglesias, le acusó veladamente de ponerse de “perfil” ante la cacería contra la titular de Igualdad, algo que calificó de “miserable”.

El PSOE saca adelante la reforma del 'sí es sí' con el PP y el rechazo crítico de Unidas Podemos y Montero: "Es un día muy triste"

Finalmente, tras casi 1.000 rebajas de condenas a agresores sexuales (más de 100 de ellos excarcelados) desde el mes de octubre que entró en vigor la ley y después de meses de choques entre Justicia e Igualdad y entre PSOE y Unidas Podemos, ha salido adelante la propuesta socialista, que crea un subtipo agravado dentro del delito de agresión sexual para que las penas sean más elevadas si concurre violencia o intimidación. Una propuesta que, para Unidas Podemos, supone volver a poner el foco en las “heridas” y no en el consentimiento para determinar si hubo agresión. Y la mayoría de portavoces que han intervenido han recordado que la reforma no impedirá la revisión y rebaja de penas cometidas antes de que el nuevo texto entre en vigor.

Duro choque entre PSOE y Unidas Podemos...

En defensa del texto socialista, la secretaria de Igualdad del PSOE, Andrea Fernández, ha insistido en que la reforma es puramente “técnica” y “no modifica ni una coma el consentimiento”, que se mantiene intacto en el artículo 178 de la ley y que lo único que hace, ha dicho, es “ajustar y redefinir las penas de cada delito”: “Ni más, ni menos”.

Sin mencionarles, ha sido muy crítica con sus socios de Unidas Podemos y otros aliados parlamentarios, porque “quienes se han dedicado a enunciar el apocalipsis” que suponía esta reforma “son incapaces de explicar qué tan mala es la propuesta” socialista y ha sentenciado que “hablar de Código Penal exige rigurosidad”, por lo que “este debate hubiera merecido más argumentos y menos ruidos”: “Ha habido grupos más centrados en sus relatos que en conseguir una buena ley”.

Pero Montero le ha respondido que “el consentimiento no es un teatro” aunque lo diga, ha asegurado, el “redactor” de la propuesta del PSOE: “¿De verdad que no era necesaria la lucha de millones de mujeres que salieron a la calle a decir que solo sí era sí y que era necesario un cambio en el Código Penal para que solo el consentimiento, y no la violencia, determinase una agresión?”.

La titular de Igualdad ha lamentado que se haya “vuelto al esquema penal anterior”, el que “basa la credibilidad de la víctima en las heridas” y permite a su juicio a la defensa del futbolista Dani Alves asegurar que hubo consentimiento en su caso por presunta agresión sexual a una joven porque “no hubo violencia”. Ha dicho que la mayoría de víctimas no presenta signos de violencia y que esta reforma defiende “un sistema de impunidad para los agresores”. “Claro que es preocupante que haya rebaja de condenas, pero hay agresores que no han pisado una comisaría ni un juzgado en su vida”.

Y ha asegurado que Igualdad “ha cedido por encima de sus posibilidades”, cumpliendo con varias propuestas con el requisito socialista de subir las penas, cuando la “única propuesta” del PSOE ha sido volver al “modelo de la violencia”. Por último, ha pedido a los socialistas que se pregunten por qué el PP apoya esta modificación, cuando el PSOE reconoce que el Partido Popular “nunca” ha votado por los avances feministas: “Quizá si hoy votan a favor es porque esto no es un avance, sino un retroceso para los derechos de las mujeres", ha apuntado, y ha lamentado que no se haya alcanzado una "respuesta unitaria" entre la "mayoría feminista" de la Cámara. Tras su intervención, ella y Belarra, ambas de morado, se han fundido en un abrazo.

Pero ante esta y otras críticas similares de ERC o EH-Bildu, el PSOE ha respondido: “Pactaremos con quien sea necesario si se trata de arreglar este asunto”. Y ha zanjado: "No hay humillación en trabajar por el beneficio de la mayoría, en abordar el feminismo de consensos amplios y sólidos".

... y entre el PSOE y el PP

En medio de este choque entre socios, la portavoz del PP, Cuca Gamarra, ha hablado de “derogación” de la ley del ‘sí es sí’ con la vuelta a las Penas del Código Penal “de la democracia” (en respuesta a quienes hablan del Código Penal de La Manada). A su juicio, “no se puede entender” que se haya tardado tanto en llevarla a cabo, pero tampoco que “el gran ausente” en este pleno sea “el máximo responsable de lo que está pasando, el culpable”, en referencia al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez. Ha criticado además su “falso perdón” a las víctimas, que no estaba motivado, ha dicho, “por el arrepentimiento” sino única y exclusivamente “por el efecto electoral”. Y ha proseguido asegurando que es “algo inédito en democracia” que un Gobierno se “censure a sí mismo” y “derogue” su propia ley.

Por otra parte, ha dicho que esta ley del ‘sí es sí’ ha puesto de ejemplo la “política de los monstruos”, que genera la “soberbia y el populismo”. Gamarra ha criticado que los efectos antes de aprobar la norma en el Consejo de Ministros y en el Congreso “eran conocidos” y ha acusado al Ejecutivo de “gobernar centrado en el eslógan” antes que en el “rigor” y que haya “insultado y llamado fachas a los jueces” (por Unidas Podemos). Por último, ha exigido responsabilidades políticas y que “dimitan o cesen” los responsables.

“No se puede tapar el mayor escándalo político de toda la legislatura”, ha aseverado la portavoz ‘popular’, pese a las reiteradas llamadas de la presidenta del Congreso de terminar su discurso, cuando había agotado su tiempo con holgura. “No se podrá borrar de la historia que esto ha llegado a ser verdad de la mano del PSOE”, pero tampoco que el PP haya apoyado la reforma por las mujeres, ha proseguido. “Lo volveremos a hacer”, ha zanjado, tras lo cual su bancada ha irrumpido en aplausos.

En respuesta, Fernández (PSOE) ha agradecido el “trabajo tranquilo” y la “dedicación” de las diputadas del PP con las que se han negociado las enmiendas, pero ha reconocido tener una sensación "agridulce" al pactar con el PP y ha dicho que es “decepcionante” ver que el partido de Alberto Núñez Feijóo “lleva meses tratando de sacar rédito electoral de un tema tan delicado como la violencia sexual”. Ha criticado además que su única intención es “generar miedo y conflictividad social” al más “puro estilo de OK Diario”, y ha contrastado esta postura con la “rigurosidad” y “responsabilidad” del PSOE.

Los socialistas niegan ninguna además “derogación” del texto, por lo que Fernández ha minimizado así el apoyo de los ‘populares’: “Solo hemos compartido enmiendas técnicas y no hemos apoyado la mayoría de enmiendas del PP porque consideramos que no sumaban nada”.

División también entre los aliados de investidura y en el bloque de derecha

Entre los socios parlamentarios habituales del Ejecutivo tampoco ha habido consenso. El PNV ha apoyado la reforma, ha defendido Mikel Legarda, por ser “la mejor solución técnica a un problema real que no entiende de relatos” y ante la “perplejidad” de la sociedad por la revisión de condenas y excarcelaciones que daban “sensación de impunidad y alarma social”. Y ha recalcado que es una “reforma a futuro” en el que se mantiene el consentimiento y no supone “una carga probatoria más gravosa” para las víctimas “ni pone en tela de juicio todo lo bueno de la ley”.

No opinan lo mismo ERC y EH-Bildu, que han compartido argumentos al considerar la reforma un “retroceso”, algo que a su juicio demuestra el apoyo del PP. Esquerra ha cargado en concreto contra la “falta de lealtad” de los socialistas a sus socios de Gobierno con esta ley y ha criticado que durante tres años “hayan estado machacando con que el PP era antifeminista y ahora le compran la reforma” a los ‘populares’. Ha negado que los cambios del PP sean de carácter “técnico”.

Bel Pozueta (EH-Bildu), ha criticado que "es difícil de entender" cómo el PSOE puede pactar avances feministas por los derechos de las mujeres con el PP, que no ha apoyado "ni una sola" norma en este sentido en su historia. A su juicio, los socialistas "se han equivocado" al "tirar por la borda" el "avance" que, a su juicio, suponía la Ley del sí es sí "poniendo en el centro el consentimiento".

La división también se ha instalado en el bloque de derecha con el rechazo de Vox (que finalmente no ha votado) frente al apoyo de PP y Cs a la norma. Para Clara Toscano (Vox), la ley del ‘solo sí es sí’ es “pura misoginia”, implica el “odio al hombre”, elimina “la presunción de inocencia” y sirve para “adoctrinar” a la ciudadanía. La reforma, ha dicho, “no va a borrar ninguna de estas infamias”. Por otra parte, ha cargado contra Unidas Podemos porque “querían a los agresores en la calle” por su “delincuentefilia”. Y ha cargado contra las leyes feministas del Gobierno, en general, que a su juicio “destrozan a los hombres con denuncias falsas, les roban la vida, los hijos y el honor”. Pero a su juicio, el Gobierno “en el fondo desprecia a la mujer”, que se convierte en un “mero objeto al que hay que usar para alienar a la sociedad” y que ha sido “vaciada de significado” por la ‘ley trans’. Con todo, ha criticado una “política de maldad y de sujétame el cubata” por parte del Ejecutivo.

Sara Giménez, de Ciudadanos, considera sin embargo que la reforma una ley que considera que es buena para evitar “el efecto indeseado” de la “grieta” que ha provocado la rebaja de penas con marcos penales “más amplios” para que, en los casos graves, “no implique penas más bajas”. Todo ello, ha dicho, sin afectar el consentimiento. Eso sí, ha denunciado la “negación del reconocimiento de errores” por parte de Unidas Podemos y ha dicho que es “indignante” culpar al Poder Judicial de su responsabilidad. Y ha avisado de que el cambio legal “no va a resolver las revisiones” de pena anteriores a la reforma.

Con la reforma socialista aprobada, se cierra un capítulo en las negociaciones, esta vez fallidas a diferencia de la recientemente aprobada ley de vivienda, entre los socios de Gobierno. Sin embargo, desde ambas formaciones han dejado claro que la coalición no está en riesgo y que su intención es agotar la legislatura, que terminará a finales de año.