Los docentes denuncian los "parches" contra el calor en las aulas: "El problema vendrá a finales de mayo"
- Los menores solo pasan el 16% del tiempo que están en clase en condiciones adecuadas, según Escuelas Renovadas
- Profesores y padres lamentan la insuficiencia de las medidas que ofrecen algunas comunidades autónomas
Los termómetros están batiendo récords esta semana. Abril se acerca a su fin con valores de más de 30 grados en puntos como Extremadura, Murcia y Andalucía, donde, un año más, muchos colegios relatan sentirse abandonados ante las temperaturas extremas. “Ni siquiera tenemos ventilador, lo único que podemos hacer es abrir la ventana”, denuncia la profesora del CEIP San José de Talavera la Real (Badajoz) Pilar Mancha.
Las comunidades educativas temen sobre todo la llegada de los próximos meses. “De momento el calor se aguanta, el problema vendrá a finales de mayo”, avanza la docente. El edificio de su escuela tiene más de medio siglo de antigüedad y una gran falta de recursos: hasta el año pasado no contaba con persianas. Una situación precaria habitual en la provincia, asegura, ante la que deben usar su ingenio: “Nosotros hemos llegado a salir a comprar polos para poder refrescar a los alumnos”.
Sí tienen la suerte de contar con ventiladores en el colegio público de Cartagena, Murcia, en el que da clases el docente Pedro Belmonte. Aun así, cuenta que los meses de junio y septiembre son igualmente "insoportables" tanto para el alumnado como para el profesorado. "Hay ventiladores, pero no hacen llevadero el calor que se alcanza aquí", lamenta al no comprender por qué "cualquier edificio público menos las escuelas" tiene un buen sistema de refrigeración.
Ante esa situación, las familias de Sevilla han creado incluso una plataforma contra las “aulas-saunas”. Desde Escuelas de Calor denuncian que el compromiso del gobierno autonómico con atajar las altas temperaturas en las aulas gracias a su aclimatación incluida en la Ley de Bioclimatización no se está cumpliendo. Ejecutivos como el de esa comunidad, además, proponen protocolos considerados insuficientes por muchos agentes educativos.
Salir una o dos horas antes y otras soluciones de las autonomías
Las medidas que las autonomías ofrecen a los colegios comenzaron a llegar tras la fuerte ola de calor de 2017. El auge de los termómetros provocó que Extremadura incorporase la posibilidad de que los centros adelanten la salida sobre las 12:00 si la Agencia Estatal de Meteorología decreta avisos especiales. Hizo lo propio la de Andalucía, que creó un protocolo el que también se plantea reducir la jornada, así como limitar las actividades físicas y trasladar a los alumnos a zonas más frescas.
Posibilidades similares sugiere desde 2017 Murcia, mientras que otras comunidades como Cataluña no se plantean adelantar el horario de salida y ofrecen recomendaciones como el cuidado de la hidratación y mantener las persianas bajadas. En la misma línea, Madrid ha anunciado esta semana la puesta en marcha de un plan de actuación que se aprobará el próximo miércoles y que, entre otras soluciones, aconseja la impartición de algunas materias fuera del aula y permite adaptar el horario escolar.
Sin embargo, los profesores entrevistados por RTVE.es defienden que las medidas, ya se limiten a consejos o a menos horas de clase, no son suficientes para abordar la diversidad de casos en la práctica y a largo plazo. Para la docente del CEIP Aben Hazam en Leganés Carmen Alfonso, es "absurda" especialmente la de invitar a dar clases en el exterior. "Hace el mismo calor o peor fuera" y muchos patios "no tienen zonas de sombra".
La falta de espacios con sombra es un problema que sufren en el centro en el que imparte clases Pilar Mancha en Talavera la Real y, hasta hace unas dos semanas, era también una dificultad en el murciano de Pedro Belmonte, donde el Plan Sombra vigente desde 2020 ha instalado recientemente dos toldos. No obstante, el profesor advierte que trasladar las lecciones fuera del edificio es "viable" solo según la clase. "Cada niño es un mundo" y hay grupos en los que hacer eso puede perjudicarles.
Medidas "puntuales" frente a la necesidad de climatización y acondicionamiento
Califica igualmente de "problemáticas" las propuestas la vicepresidenta de la Asociación Nacional de Profesionales de la Enseñanza (Anpe), Sonia García, quien recuerda que la reducción de jornada es opcional y que muchos padres no pueden permitírsela. El alumnado que no tiene la posibilidad de salir temprano se queda en el colegio "pasando calor" y, además, sin adelantar contenidos. "No puedes avanzar materia", solo los "entretienes", añade la extremeña Pilar Mancha.
“Necesitamos que los centros estén acondicionados y preparados“
La vicepresidenta de Anpe defiende que los profesores ya conocen "perfectamente" todos los "consejos" y transformaciones posibles para intentar evitar las consecuencias del calor sin necesidad de los protocolos. Esos "parches", no obstante, "no son la solución". "Deben ser medidas puntuales. Las temperaturas extremas cada vez son más frecuentes, necesitamos que los centros estén acondicionados y preparados", insiste.
Por su parte, la profesora Carmen Alfonso razona que, a estas alturas del curso, la de adelantar la hora de salida -"o la de llegada"- le parece adecuado. "Tenemos la ola de calor a la vuelta de la esquina, ya no da tiempo a instalar sistemas de refrigeración o aislamientos térmicos", por lo que considera que dejar antes la escuela puede ser una buena opción, aunque a corto plazo, para las familias que puedan afrontarla.
De esa necesidad de acondicionamiento es también consciente el Gobierno. El pasado agosto de 2022 la ministra de Educación, Pilar Alegría, anunció la preparación de un plan nacional de adaptación climatológica de los colegios con una dotación de más de 200 millones de euros que aún no ha sido puesto en marcha, de acuerdo con lo denunciado por la Federación de Enseñanza de CCOO esta semana.
Según sindicatos y asociaciones, sucede algo similar con las leyes para la mejora de las condiciones ambientales que tienen comunidades como Andalucía y Extremadura. Estas normas se remontan a 2020 y 2019, respectivamente, y entre otras cosas establecen actuaciones para bajar la temperatura de los espacios interiores que podrían no están haciéndose realidad. "Lo que tenemos es propaganda", asegura al respecto Escuelas del Calor.
Solo pasan el 16% del curso en “condiciones adecuadas”: “Han tenido que sentarse en el suelo”
Mientras tanto y pese a que la normativa española especifica que en los lugares de trabajo no debe haber una temperatura superior a 27 grados, los colegios continúan luchando cada año contra un calor "insoportable". "Cuando llega finales de mayo y junio aquí no se puede estar. Una vez sentí que me desvanecía y tuve que meter la cabeza dentro del frigorífico", reconoce la profesora del CEIP San José Pilar Mancha.
Un reciente estudio de Escuelas Renovadas asegura que los alumnos solo pasan el 16% del tiempo que están en clase en "condiciones adecuadas de confort", mientras que el 85% de los estudiantes han tenido que utilizar ventiladores o refrescarse alguna vez durante las lecciones. Nueve de cada diez profesores y directores, además, afirma que el aislamiento térmico del edificio es mejorable o muy mejorable. Y el 65% dice trabajar en colegios sin sistemas de refrigeración.
Entre los pocos afortunados con aire acondicionado se encuentra el colegio en el que da clases la docente Alba Hernaiz, ubicado en Torrevieja, Alicante. "Pero no es algo común en las escuelas públicas", advierte antes de contar el motivo. Varios espacios del centro se están reconstruyendo y ahora usan unas aulas prefabricadas hasta que puedan volver al edificio. Antes solo tenían ventiladores que no podían paliar el efecto "agotador" del calor y desconoce si se encontrarán de nuevo en esa situación.
También la docente Pilar Mancha lleva sufriendo la precariedad de las infraestructuras educativas a lo largo de sus dos décadas en activo, tiempo durante el que ha tenido que recurrir a estrategias como pulverizar a los alumnos con agua, "enviarlos al baño a que se mojen" o comprarles helados."Los niños de la planta de arriba, que es donde más calor hace, han tenido que llegar a sentarse en el suelo de la planta inferior porque no podían soportar estar en su clase", relata.
Tanto los profesores como la vicepresidenta de Anpe lo tienen claro: esta problemática de las temperaturas extremas en las aulas seguirá repitiéndose cada año, y cada vez de forma más temprana, hasta que se pase a la acción rehabilitando los edificios. Planteamiento que ya han hecho Madrid, Andalucía o Extremadura. "Entendemos que son muchas escuelas y que el cambio debe ser progresivo", pero, sobre todo, piden que esté acompañado "de voluntad política", concluye García.
¿Cómo afecta el calor a la salud de niños y docentes?
Las temperaturas extremas pueden tener un impacto importante en la salud, sobre todo cuando las sufren colectivos vulnerables como el de los niños. La acumulación excesiva de calor en el organismo puede provocar deshidratación, agotamiento, irritabilidad, falta de concentración, pérdida de conciencia o desmayos, bajadas de tensión o golpes de calor, un síndrome grave que requiere asistencia médica. El calor, además, puede tener efectos en la salud mental, pues en los últimos años, diversos estudios han observado cómo aumentan las consultas por ansiedad, estrés, depresión, abuso de sustancias y durante los días más extremos del verano.