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Brasil

Lula firma varios decretos para legalizar las tierras indígenas suspendidas por Bolsonaro

  • El presidente brasileño ha firmado varios decretos que legalizan seis nuevas reservas indígenas, las primeras desde 2018
  • Estas reservas garantizan a los indígenas el uso exclusivo de los recursos naturales, preservando su modo de vida tradicional

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Lula da Silva, recibe un tocado del líder indígena brasileño Raoni Metuktire durante la ceremonia
Lula da Silva, recibe un tocado del líder indígena brasileño Raoni Metuktire durante la ceremonia

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha retomado este viernes el proceso de reconocimiento de tierras indígenas, establecido por ley y paralizado desde 2019 por decisión del anterior mandatario, el ultraderechista Jair Bolsonaro.

Lula ha visitado el Campamento Tierra Libre, que esta semana reunió en Brasilia a unos 6.000 indígenas. Estos han denunciado la violencia y la invasión de sus territorios por parte de mafias de la minería y la madera, y el impacto del cambio climático en la Amazonía y sus vidas.

"Vamos a volver a legalizar las tierras indígenas", porque "para llegar a 2030 con 'deforestación cero' en la Amazonía", como se ha comprometido el Gobierno, "vamos a necesitarlos a ustedes como guardianes de las selvas", ha indicado.

Una victoria para los indígenas

En concreto, da Silva ha firmado este viernes varios decretos que legalizan seis nuevas reservas indígenas, las primeras desde 2018, lo que representa una victoria para los nativos.

Estas reservas garantizan a los indígenas el uso exclusivo de los recursos naturales, preservando su modo de vida tradicional. Son considerados por los científicos como un baluarte contra la deforestación, un gran desafío en la lucha contra el calentamiento global.

Ninguna nueva tierra indígena había sido legalizada bajo el mandato de Jair Bolsonaro (2019-2022), ultraderechista antecesor de Lula, quien había prometido antes de llegar al poder "no ceder ni un centímetro".

La última aprobación data de hace cinco años, casi del día en que se concedió al pueblo Guato el derecho irrenunciable de ocupar 20.000 hectáreas de sus tierras ancestrales en el estado de Mato Grosso (centro-oeste), el 26 de abril de 2018, bajo la presidencia de Michel Temer (centro derecha).

“Es un proceso que lleva tiempo, pero vamos a asegurarnos de que se legalicen la mayor cantidad posible de reservas indígenas", ha indicado el mandatario.

Bajo la presidencia de Jair Bolsonaro, la deforestación anual promedio había aumentado en un 75% en comparación con la década anterior.

Ceremonia y obsequio

Lula ha firmado los decretos junto a destacadas figuras indígenas, como el icónico cacique Raoni Metuktire, quien le obsequió un tradicional tocado de plumas azules y rojas.

La ceremonia ha tenido lugar el último día del Campamento "Terra Livre" (Tierra Libre), reunión anual de miles de indígenas de todo el país esta semana en Brasilia.

En cuatro años haremos más (por los pueblos indígenas) que en los ocho años que ya llevábamos gobernando el país (2003-2010)”, ha asegurado Lula.

Dos de las seis nuevas reservas legalizadas están ubicadas en la Amazonia, incluida la que es por mucho la más grande llamada Unieuxi, atribuida a 249 pueblos indígenas de los pueblos maku y tukano, en más de 550.000 hectáreas en el estado de Amazonas (norte).

Dos reservas están ubicadas en el noreste del país, una en el sur y una última en la región central.

Según el último censo de 2010, en Brasil viven unos 800.000 indígenas, la mayoría en resguardos que ocupan el 13,75% del territorio.

"Aquellos que dicen que estas tierras reservadas para ustedes son demasiado vastas deben recordar que antes de la llegada de los colonizadores portugueses ustedes ocupaban el 100% del territorio", ha indicado Lula, bajo los vítores del público.

Aparte de las firmadas por el presidente, se preveen más aprobaciones. En concreto, el mes pasado, la ministra de Asuntos Indígenas, Sonia Guajajara, anunció que 14 tierras indígenas (incluidas las seis aprobadas el viernes) estaban listas para ser legalizadas, cubriendo cerca de 900.000 hectáreas.