Cientos de miles de franceses marchan contra la reforma de las pensiones de Macron el Primero de Mayo
- Es la décimotercera jornada de movilización contra esa reforma desde mediados de enero
- Interior informa de que más de 400 policías han resultado heridos y hay 540 detenidos
Cientos de miles de franceses han salido este lunes 1 de mayo a las calles del país para aprovechar las tradicionales manifestaciones del Primero de Mayo y volver a protestar por la reforma de las pensiones que está impulsando el gobierno de Emmanuel Macron en las manifestaciones más multitudinarias de los últimos 20 años en el país galo.
En total, según el ministerio del Interior, más de 700.000 personas han salido a la calle, mientras que los sindicatos cifran la asistencia en más de dos millones. En algunas marchas se han producido altercados entre manifestantes y policías, que han disparado gas lacrimógeno para dispersarlos.
En total de 406 policías y 61 manifestantes resultaron heridos durante los altercados que se produjeron en diferentes ciudades francesas, según un nuevo balance del ministro del Interior, Gérald Darmanin.
El ministro, en una entrevista con el canal BFMTV, anunció además la detención de 540 personas, 305 de ellas en París, y atribuyó los incidentes a grupos de ultraizquierda.
En la entrevista Darmanin cargó con fuerza contra el líder de la izquierda radical, Jean-Luc Mélenchon, al que recriminó que no haya condenado los ataques contra las fuerzas del orden.
En París, el líder del principal sindicato francés, Laurent Berger, de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT) y la secretaria general de la Confederación General del Trabajo (CGT, segunda central en Francia), Sophie Binet, han afirmado que no van a dejar de reclamar la anulación de la reforma de las pensiones que retrasa la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años, que ya está promulgada desde hace más de dos semanas, y han mostrado su compromiso en mantener la unidad sindical en esa oposición.
Más de 500 personas detenidas
Pero, más allá de indicar que este martes por la mañana iban a reunirse para diseñar la estrategia, una y otro han mostrado matices sobre la forma de plantearse las cosas a partir de ahora.
Porque este 1 de mayo, que es la décimotercera jornada de movilización contra esa reforma desde mediados de enero, la CFDT considera que no tiene sentido organizar más puesto que eso no conseguirá que el Gobierno del presidente, Emmanuel Macron, renuncie a esa ley.
Berger ha indicado que "hay que decir claramente que la ley está promulgada. No hay que engañar a los trabajadores: No vamos a conseguir con una manifestación que el Gobierno dé marcha atrás. Pero no vamos a callarnos y vamos a mostrar nuestro descontento".
Según aseguran, los sindicatos van ahora a dar prioridad a las reivindicaciones salariales, que constituyen la principal preocupación de los trabajadores, según han asegurado líderes sindicales presentes en la manifestación de París. Una concentración en la que nuevamente se han producido violentos choques con la policía.
Altercados en París y otras ciudades
Algunas de las manifestaciones del 1 de mayo que se han celebrado este lunes en Francia han degenerado en altercados por la acción de elementos violentos en ciudades como París, Lyon, Nantes, Toulouse o Besançon, y la consiguiente reacción de las fuerzas del orden.
En París, donde el cortejo sindical ha comenzado a las 14.00 hora local en la plaza de la República en dirección de la plaza de la Nación, los primeros incidentes se han producido menos de una hora después en los alrededores del punto de salida.
Entre los diversos desperfectos, se han visto escaparates de tiendas y de establecimientos bancarios reventados, así como contenedores y otro mobiliario urbano incendiados
La Prefectura de Policía ha indicado que a las 15.00 locales ya se habían practicado 30 detenciones. Los agentes han respondido a la acción de grupos violentos con cargas y el lanzamiento de gases lacrimógenos.
Desde principio de enero, los franceses han protestado masivamente contra la reforma de las pensiones de Macron que eleva la edad de jubilación de los 62 a 64 años. Unas manifestaciones y disturbios que fueron a más cuando el gobierno decidió aprobar la reforma sin someterla a votación en virtud del artículo 49.3, un mecanismo que esquiva el voto en la Asamblea Nacional francesa, donde su formación carece de la mayoría necesaria. Desde entonces, los sindicatos no han dejado de movilizar a la gente y la popularidad del gobierno ha caído en picado.