El acoso escolar no es ningún juego
- Kira López hubiera cumplido en enero 17 años. Sufría acoso escolar desde los cinco, según sus padres. En 2021 se suicidó
- Los padres de la joven reclaman una Ley integral contra el acoso escolar que tipifique el bullying como delito en el código penal
- Ya puedes ver el preestreno de 'Bullying: no es cosa de niños' en RTVE Play
Kira López hubiera cumplido en enero 17 años. No lo pudo celebrar. El 19 de mayo de 2021 se quitó la vida. Sufría acoso escolar desde que tenía cinco años, según sus padres, quienes tras la muerte de la joven, han iniciado una cruzada para conseguir la creación de una Ley integral contra el acoso escolar y para que se tipifique el bullying como delito en el código penal.
Una lacra que mata
El estudio más completo a nivel nacional que se ha realizado en España sobre acoso escolar data de 2007. Han pasado ya 16 años. El estudio Cisneros determinó que uno de cada cuatro niños sufre bullying en España. Aunque algunos expertos aseguran que, con el uso creciente de las nuevas tecnologías, esas cifras podrían haber aumentado. Uno de cada tres niños podría estar sufriendo algún tipo de bullying o ciberbullying.
“Según la OMS, uno de cada tres niños que sufren acoso tendrán ideas suicidas“
¿Por qué no se aborda en profundidad la principal violencia que afecta a los menores en el ámbito escolar? ¿Son los padres, alumnos, educadores e instituciones conscientes de la gravedad de esta lacra? El acoso escolar afecta profundamente a los jóvenes que lo padecen hasta el extremo de que algunos de ellos deciden quitarse la vida para acabar con su sufrimiento. Según la Organización Mundial de la Salud, uno de cada cinco adolescentes que sufren acoso escolar tendrán ideas suicidas.
“No son niños haciendo cosas de niños“
Kira empezó a sufrir acoso escolar desde muy pequeña. Ella misma explicaba su experiencia en un trabajo que realizó para el colegio: “Yo solo tenía cinco años cuando algunos compañeros de la escuela empezaron a arrinconarme y a darme golpes en la cabeza por diversión. Se reían de mí y me insultaban día tras día. Sé que algunos de vosotros pensaréis que no es para tanto, que solo eran niños haciendo cosas de niños. He escuchado esta excusa tantas veces”.
Para los padres de Kira, José Manuel López y María José López, en la etapa escolar de Infantil, Kira sufrió todo tipo de agresiones: “Salió del colegio con la coleta entera cortada porque se la han cortado en clase, amenazada de que mañana vas a morir porque te vamos a tirar por las escaleras, le robaban sus cosas…” y, aseguran, esos actos provocaron un cambio en la forma de ser de Kira. “Era una niña alegre, extrovertida (…) y toda esta situación hizo que la forma de ser de Kira cambiara”.
“Durante diez años le han estado diciendo que el problema era ella, que no sabía solucionar y gestionar las emociones“
Los padres de Kira denuncian que, tras la muerte de su hija, descubrieron que el colegió “jamás activó el protocolo antibullying”, a pesar de haber denunciado la situación en incontables ocasiones. Cuando empezaron a quejarse aseguran que desde el centro se les etiquetó de “padres molestos, padres que se quejaban”. Más tarde llegó la sorpresa: el colegió les aseguró que el problema lo tenía Kira. “Durante diez años le han estado diciendo que el problema era ella, que no sabía solucionar y gestionar las emociones, que no sabía pararle los pies a los demás. Y mi hija acabó por creérselo, que era ella el problema”, asegura María José López entre lágrimas.
En manos de la justicia
El colegio de Kira, el Pare Manyanet de Sant Andreu, Barcelona, no ha querido participar en el documental “Bullying: no es cosa de niños” de En Portada. El centro siempre ha negado el acoso. Y hasta el momento, la justicia le ha dado la razón.
Tras la denuncia de la familia por la vía penal, el caso se ha archivado, ya que la Audiencia de Barcelona descarta la responsabilidad del colegio. No ha sido una sorpresa para los padres de Kira, que ya imaginaban esta resolución. Pero aseguran que no se van a rendir y que sus abogadas están preparando la documentación necesaria para abrir la vía civil.
“Los temas de acoso escolar son más complicados porque, si hay testigos, normalmente son menores“
Para la abogada penalista que lleva el caso, Paula Narbona, es difícil presentar pruebas y destapar este tipo de casos: “Los temas de acoso escolar son más complicados porque si hay testigos normalmente son menores, y por tanto es más complicado que accedan a declarar.
A pesar del revés judicial, Narbona continúa dando veracidad a los argumentos de los padres de Kira: “Nosotros creemos que en este caso esa niña ha sufrido acoso escolar. Los compañeros de clase fueron citados en sede policial manifestaron que Kira estaba recibiendo mofas por parte de otro grupo de alumnos y nadie estaba haciendo nada para evitarlo”.
La ley del silencio
¿Qué papel juegan los colegios en los casos de acoso escolar? Para Carme Cabestany, profesora y presidenta de la asociación NACE, -No al Acoso Escolar-, las escuelas ocultan los casos por un tema de prestigio mal entendido, de imagen: “Casos de acoso escolar hay en todos los centros, la diferencia radica en que hay centros que quieren atajarlo y prevenirlo y otros que quieren ocultarlo”.
“Estamos todos bajo la ley del silencio: los profesores, los directores, los inspectores… ¡Los médicos! “
Para Cabestany, el acoso escolar está bajo la ley del silencio. Un mutismo que empieza por los niños y cuyos tentáculos se extiende a casi todos los sectores de la sociedad: “Estamos todos bajo la ley del silencio: los profesores, los directores, los inspectores … ¡Los médicos! porque a veces tampoco se mojan para hacer un informe o un psicólogo para decir: esto es compatible con acoso escolar”. Y afirma: “Esa falta de trabajo en red favorece que sigamos teniendo casos de acoso escolar”.
El juez de menores Emilio Calatayud es uno de los más veteranos de España: “Yo no sé si hay ley del silencio, pero muy desencaminados no están”. Para este experto jurista, a veces no hay pruebas suficientes: “Se tapa mucho. La gente no se moja, el maestro aplica el protocolo, los padres de los niños justifican a sus hijos”. Calatayud afirma que, en ocasiones, los jueces solo pueden apreciar la lesión concreta, pero considera que “cuesta más ver toda la trayectoria de tortura psicológica a la que se ha sometido a esa víctima”.
“Los colegios realizan un trabajo de prevención y mediación“
El Departament de Educación de la Generalitat de Cataluña sostiene una tesis distinta. Para Anna Chillida, Directora General del Alumnado, los centros saben la responsabilidad que tienen de proteger al alumnado y cuidar su bienestar. Y defiende que los centros hacen un gran trabajo de prevención, de mediación, de restauración de conflictos antes de llegar a una posible apertura de protocolo. “Nosotros no nos estamos encontrando con centros donde tengamos que actuar porque el centro esté silenciando la situación”, asegura Chillida.
19 de mayo: un vuelco en el guión de muchas vidas
El día que Kira murió fue un día “aparentemente como cualquier otro”, según sus padres. Se levantó, se duchó escuchando su música y su madre María José la ayudó, como cada día, a peinarse, mientras ella se maquillaba. “Yo creo que había tomado la decisión y… no notamos nada”. Kira se despidió de sus padres, cariñosa como siempre les abrazó, les dijo te quiero. Y salió por la puerta en dirección al colegio.
Tras su muerte sus padres vieron por las cámaras del edificio cómo la adolescente abrió la puerta del portal para un segundo más tarde volver a cerrarla. María José López rememora sin poder contener el llanto ese fatídico día: “Subió para arriba y ya está.” Kira mandó un mensaje despidiéndose de sus padres y de su familia y amigos: “diciéndonos que nos quería mucho, que éramos los mejores”. El padre, José Manuel apostilla: “Nos decía que no era suficiente, que no merecía la pena vivir”.
María José asegura que el acoso escolar desde tan temprana edad le robó la autoestima a su hija: “Le hicieron creer que no valía, que no sabía, que no podía y se lo creyó”.
Una ley contra el bullying
Tras la muerte de Kira, estos padres se han convertido en el azote y la cara visible de la lucha contra el acoso escolar. Han iniciado una campaña en Change.org para recoger firmas y conseguir así una ley nacional contra el bullying. Según José Manuel: “Yo quiero una ley contra el acoso escolar bien regulada y un protocolo nacional, que ahora hay 17”.
Entre sus demandas plantean rebajar la edad penal de los 14 a los 13 ó a los 12 años, una propuesta que no ha sido bien recibida por ciertos sectores que, aseguran, priorizan la formación de los menores, ante los castigos. Según los impulsores de la ley, la norma también debería incorporar formación para los profesores y financiación para luchar contra el acoso. El 3 de noviembre de 2022 los padres de Kira presentaron ante el congreso 230.000 firmas para conseguir esa ley. Y unos meses más tarde, la petición continúa recopilando apoyos y ya ha superado las 252.000 rúbricas.
“No podemos dejar de lado a las víctimas, hay que atenderlas, es urgente“
Para María José conseguir algún cambio legislativo en este sentido es importante por los que ya no están y por los que quizás se estén planteando no estar: “No podemos dejar de lado a las víctimas hay que atenderlas, es urgente, es lo primero que hay que hacer”.
José Manuel considera que su lucha favorecerá a otros menores que se encuentren en una situación parecida a la de Kira: “En el camino de querer hacer justicia a mi hija, se van a beneficiar otros niños”.
La semilla del bullying se planta en casa
Diversas fuentes consultadas para este reportaje coinciden en que antes de tomar ciertas medidas es importante concienciar a los niños del daño que provocan a sus compañeros al ejercer ciertas formas de acoso. Y aseguran que el papel de las familias también es decisivo.
“Un maltratador se gesta en casa“
Para Carmen Cabestany, presidenta de la asociación NACE los límites son imprescindibles y asegura que “un maltratador se gesta en casa”. Hace hincapié en que el perfil del menor abusador: planta cara, no respeta las normas y, a menudo, maltrata a sus propios padres: “Decirle a la madre idiota o darle un manotazo al padre es un maltrato y hay que darle la importancia que tiene”.
Xavier Ibarz, jefe de la unidad central de proximidad y atención a la ciudadanía de los Mossos d’Esquadra, considera que es importante controlar el acceso de los menores a Internet y a las redes sociales: “Hay que hablar con los hijos de lo que viven, de lo que les pasa, tener acceso a su teléfono, ver y seguirlos en esas redes sociales”.
Ibarz también apela a que los cómplices silenciosos que observan y conocen el acoso que se produce en las aulas denuncien: “El que está en ese grupo de Instagram, de WhatsApp, el que ve esos Tiktoks, son los compañeros de clase. Son los que tienen que ir y decir: "está pasando algo”. Porque el acoso escolar no es cosa de niños, como situación de abuso de poder, es cosa de todos.