Dentro de Guantánamo, el 'agujero negro' de la "guerra contra el terror" de Estados Unidos
- TVE accede a la cárcel original, donde hace dos décadas empezaron a llegar presos
- Cuatro meses antes había ocurrido el 11-S y George W. Bush comenzó el conflicto con Irak y Afganistán
La antigua cárcel de Guantánamo parece un campo de prisioneros fantasma. Hace tiempo que las autoridades se llevaron a los presos a otras celdas a las que no pemiten tomar imágenes, pero TVE ha podido grabar en la cárcel original, la que fue destino hace dos décadas de esos presos con monos naranjas acusados de pertenecer a grupos terroristas.
En el recorrido por la prisión aparecen las primeras jaulas a cielo abierto, donde empezaron a llegar en 2002 hombres con monos naranjas, capturados por Estados Unidos en medio mundo bajo la sospecha de ser de Al Qaeda.
El llamado 'Agujero negro', ubicado en una base militar al sureste de Cuba, es un lugar donde no aplicaron la ley estadounidense y que constituye, según las organizaciones pro-derechos humanos, una mancha imborrable en la historia de los Estados Unidos. Veinte años después, continúan solicitando un cierre que han prometido, sin llegar a realizarlo ninguno de ellos, tres presidentes estadounidenses: George W. Bush, Barack Obama y Joe Biden.
"La guerra contra el terror" de Estados Unidos
El 11 de enero de 2002 llegaban los primeros 20 presos vestidos con mono naranja a las instalaciones. Habían sido detenidos con métodos dudosos en las operaciones en Irak y Afganistán, en el marco de "la guerra contra el terror" que había decretado tras los atentados del 11-S el entonces presidente George W. Bush.
Justo cuatro meses antes, el 11 de septiembre de 2001, unos aviones secuestrados por miembros de Al Qaeda se estrellaron contra las Torres Gemelas y el Pentágono y acabaron con la vida de 2.977 personas. Es hasta la fecha el atentado más cruento que ha sufrido el país norteamericano, al que respondió con la invasión de Irak y Afganistan y que cambiaría la historia.
Guantánamo albergaba presos sospechosos de pertenencia a grupos terroristas, procesados pero no juzgados, una anomalía legal. Las ONG y los propios prisioneros denunciaban unas "condiciones de vida infrahumanas y torturas", mientras desde la administración Bush se negaba: "El trato a los detenidos es adecuado y humano".
El cierre de Guantánamo, pendiente
Larry Wilkerson, jefe de gabinete del secretario de Estado Colin Powell, dice que el gobierno se dio cuenta pronto de que la mayoría de los presos eran inocentes, hombres vendidos a la CIA por unos miles de dólares.
Un total de 780 presos han pasado por Guantánamo, pero a la mayoría nunca los imputaron y los trasladaron a otros países. Ahora quedan 30 presos en Guantánamo, solo diez de ellos con cargos.
En los últimos días de mandato, Bush quiso cerrar el penal porque era su peor publicidad. Obama clausuró el programa de torturas, sin que nadie fuera juzgado por ello. Biden se ha comprometido, sin fijar fecha ni concretar cómo, a cerrar la prisión de Guantánamo.