El Ejército de Sudán y los paramilitares de las FAR acuerdan una tregua de siete días, la más larga en el conflicto
- El alto el fuego empezaría el 4 de mayo y terminaría el 11, según Sudán del Sur
- Los combates dejan más de 550 muertos y casi 5.000 heridos en más de dos semanas
El Ejército de Sudán y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) han alcanzado un acuerdo para una tregua de siete días de los combates, según ha anunciado el Ministerio de Exteriores de Sudán del Sur.
"El presidente del Consejo Soberano sudanés y líder de las Fuerzas Armadas, Abdelfatah al Burhan, y el líder de las Fuerzas de Apoyo Rápido, Mohamed Hamdan Dagalo, han llegado a un acuerdo de principio de una tregua de siete días", anuncia el comunicado del Ministerio de Exteriores sursudanés publicado en su cuenta oficial de Facebook.
El alto el fuego empezará del 4 al 11 de mayo y, de respetarse, sería la pausa humanitaria más larga desde que estalló el conflicto el pasado 15 de abril.
El anuncio se produce a un día de que termine la última tregua de 72 horas, la tercera consecutiva, pactada para permitir las evacuaciones de extranjeros y sudaneses que huyen de los enfrentamientos en el país. Una tregua fallida, ya que los bombardeos no han cesado y no se ha respetado ningún alto el fuego desde que empezaron los combates. De hecho, este mismo martes se han producido ataques aéreos en la región de Jartum.
En casi tres semanas de conflicto, los comandantes del Ejército y las milicias de las FAR, que compartían el poder de forma transitoria hasta las elecciones, no han mostrado ningún signo de detener el conflicto. Sin embargo, ninguna de las dos partes está logrando avances, algo que preocupa a la comunidad internacional, que teme que los combates puedan prolongarse y terminar en una guerra civil.
Sudán del Sur lidera la mediación
Este martes, el presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, que lidera la mediación, ha pedido a los líderes sudaneses que "nombren a los representantes y propongan una fecha para comenzar las conversaciones lo antes posible". Kiir ha subrayado que ha obtenido el "consentimiento" de las dos partes del conflicto para nombrar a sus representantes para las conversaciones de paz, algo que se llevará a cabo "en el lugar que ellos propongan", señala en el comunicado.
Según el enviado especial de la ONU en Sudán, Volker Perthes, el Ejército y las FAR han aceptado negociar y estas reuniones se prodían producir en Arabia Saudí o en Sudán del Sur. Dichas reuniones se realizarían sin que coincidan los líderes de ambos lados.
Sin embargo, el enviado del Ejército, Dafa Allah al Haj Ali, ha declarado desde el Cairo que no habrá conversaciones "directas" con las FAR, a quien califica de "terroristas".
Emergencia humanitaria con más de 550 muertos
Desde que estallara el conflicto el pasado 15 de abril, al menos 550 personas han fallecido y al menos 4.926 han resultado heridas, de acuerdo con el último recuento del Ministerio de Salud de Sudán.
Además, los enfrentamientos han agravado la mala situación humanitaria en el país africano, del que ya han huido 100.000 personas, una cifra que según la ONU podría aumentar a los 800.000 refugiados.
Las ONG llevan días alertando de que los constantes bombardeos en las ciudades sudanesas, especialmente en Jartum y Darfur, están impidiendo que la ayuda humanitaria llegue a un país que ya de por sí depende de esta. Según relató MSF a este medio, apenas quedan suminsitros para tres semanas, los pocos hospitales que funcionan están saturados y los alimentos medicinas empiezan a escasear.
Y es que el conflicto amenaza con detonar un mayor desastre en las zonas más desfavorecidas del país, donde dos tercios de los residentes dependen directamente de la ayuda exterior.
Con todo, el Programa Mundial de Alimentos de la ONU anunció el lunes que retomaría las operaciones en partes del país tras pausarlo durante varios días en los que algunos de sus trabajadores perdieron la vida. "El riesgo es que esto no va a ser solo una crisis en Sudán, sino que va a convertirse en una crisis de la región", advirtió el director del programa en África, Michael Dunford.