Carlos III: el trono británico bien vale una larga espera
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El 8 de septiembre de 2022, la reina Isabel II de Inglaterra falleció tras 70 años de reinado, y ese día, su hijo se convirtió en el rey del Reino Unido y de 14 países más, a los 74 años de edad. El hasta entonces príncipe de Gales ha esperado toda una vida para ocupar el trono británico.
Ahora, ha llegado el momento de demostrar a sus súbditos que puede suceder a su madre, a la que el pueblo adoraba. El sábado 6 de mayo, en la abadía de Westminster, Carlos III será coronado rey.
Una infancia solitaria
El 14 de noviembre de 1948, nacía Carlos Felipe Arturo Jorge, el primogénito de la reina Isabel II de Inglaterra. Desde ese momento, todas las miradas se fijaron en ese niño que representaba la continuidad de la dinastía de los Windsor en el trono británico. Un trono que exigía una preparación de años y que Carlos siguió a pies juntillas, según marcaban los planes que sus padres tenían para él.
“Ella creía firmemente que no se deben mostrar emociones en público“
Desde muy pequeño empezó a desarrollar la fantasía y el humor, cualidades que el público general desconoce, para hacer frente a las exigencias de un padre estricto y a la distancia física y emocional de su madre, inmersa en la responsabilidad de gobernar todo un imperio. "Ella creía firmemente que no se deben mostrar emociones en público", relata la editora jefa del Majesty Magazine, Ingrid Seward.
“Fue el primer miembro de la familia real en asistir a un colegio convencional“
Los que le conocen recuerdan que tuvo una infancia solitaria. "Fue el primer miembro de la familia real en asistir a un colegio convencional", asegura el que fuera portavoz del palacio de Buckingham entre 1988 y 2000, Dickie Arbiter. El tímido y dulce príncipe Carlos, como le recuerdan algunos de sus antiguos compañeros de colegio, se refugia en el deporte, que convirtió en una de sus grandes pasiones, junto a la historia, el arte y la música clásica.
“Carlos siempre quiso recibir educación superior. Quería aprender“
Después, llegó la elitista Cambridge. "Carlos siempre quiso recibir educación superior. Quería aprender", asegura Seward. Nunca antes, ningún miembro de la familia real se había mezclado con los súbditos en su formación universitaria. "Quería descubrirse a sí mismo", afirma la biógrafa de la realeza, Angela Levin. Y pronto dio muestras de su carácter tenaz para las causas en que creía y que defendería a lo largo de su vida.
Un hombre de convicciones
En la década de los 70, en sus primeros viajes dentro del marco de sus compromisos reales, el joven príncipe de Gales descubrió las necesidades de los jóvenes de los marginados cinturones urbanos. Sintió la necesidad de crear la Fundación The Prince’s Trust, que en 40 años ha beneficiado a más de un millón de chicos desfavorecidos de estas zonas.
Sus iniciativas en materia social brillaron tanto como su férrea defensa del medio ambiente. "En el mar, cada vez hay mayor riesgo de contaminación por petróleo y podría destrozar las playas". Eso denunciaba Carlos ya en 1970, con tan solo 22 años.
“Introdujo un sistema de reciclaje de botellas en Buckingham“
Pionero en ecología, muchos consideraron una excentricidad su incansable lucha por estos temas. Incluso "introdujo un sistema de reciclaje de botellas en Buckingham", recuerda Arbiter. Sin embargo, a los medios de comunicación esta imagen del príncipe no les interesaba tanto como la de sus aventuras amorosas.
Diana versus Camila
“Carlos estaba profundamente enamorado de Camila“
El 29 de julio de 1981, el soltero de la realeza europea más codiciado se casaba con Diana Spencer. 750 millones de espectadores siguieron la boda del siglo. Pero lo que parecía un cuento de hadas escondía otra realidad bien distinta. "Carlos estaba profundamente enamorado de Camila", admite Seward.
“Era un matrimonio sin futuro, no tenían nada en común“
Los desencuentros entre él y Diana se evidenciaban cada vez con mayor frecuencia y la ruptura se hacía inevitable. La biógrafa Levin insiste en que "era un matrimonio sin futuro, no tenían nada en común". Un matrimonio fallido que terminó en divorcio en 1992 y cinco años después con la tragedia de la muerte de la princesa de corazones, como la llamaba el pueblo. En 1999, Carlos oficializó ante sus futuros súbditos la relación con Camila Parker Bowles, a la que siempre amó.
Y ella se convirtió en la mujer más odiada de Reino Unido. "El príncipe Carlos se dio cuenta de que su popularidad en el país se hundía hasta el 20%", señala Levin, pero él nunca se dio por vencido. Sencillamente, "no estaba dispuesto a seguir sin ella", revela Seward. La reina Isabel II anunció: "El 9 de abril de 2005, Carlos por fin se casará con aquella a la que siempre ha amado… Camila".
“Cuando el príncipe Carlos está junto a Camila, se observa la complicidad que hay entre ellos“
El historiador Franck Ferrand subraya que, "cuando el príncipe Carlos está junto a Camila, se observa la complicidad que hay entre ellos". "La llama mi querida esposa y lo siente así", sostiene también la biógrafa Levin.
“Por fin, el país y el rey están en la misma onda“
A partir de entonces, su objetivo principal fue rehabilitar su reputación y la de la que hoy es reina consorte. "Parece que, por fin, el país y el rey están en la misma onda", señala el historiador Robert Lacey.
Un reinado breve
“Tendrá reuniones con el primer ministro una vez a la semana, igual que hacía su madre“
Como jefe de Estado, Carlos III también será jefe de la casa real. "Tendrá reuniones con el primer ministro una vez a la semana, igual que hacía su madre", declara Arbiter. Al frente de los Windsor, el rey debe garantizar la cohesión familiar.
No lo tiene fácil, en especial después de los escándalos de su hermano Andrés, perseguido por abuso sexual a una menor y los que han protagonizado su hijo Harry y su esposa Meghan, que concluyeron con la renuncia a sus privilegios y deberes reales y la marcha a Estados Unidos.
“Hemos vivido sus penurias y dificultades, aunque no siempre hemos estado de acuerdo“
Ahora, su pueblo espera que cumpla su misión: garantizar la transición entre el reinado de su madre y el de su hijo Guillermo. "Toda su vida ha sido un ensayo para esto", afirma Richard Kay, periodista del Daily Mail. "Hemos vivido sus penurias y dificultades, aunque no siempre hemos estado de acuerdo", concluye Lacey. Sin embargo, hoy los británicos entonan el consabido ¡larga vida al rey!, aun sabiendo que probablemente no será tan larga.
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