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El ascenso al trono (I)

Carlos III, un monarca más moderno que no encaja con los jóvenes: "Nos sentimos forzados a que nos guste el rey"

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El rey Carlos III durante una visita a Southend, en el este de Inglaterra
El rey Carlos III durante una visita a Southend, en el este de Inglaterra

Quedan solo tres días para la coronación del rey Carlos III, un momento para el que el monarca ha esperado y se ha preparado durante 74 años. Una vez ascienda de forma oficial al trono, el rey se enfrenta a un desafío principal: asegurar el futuro de la Casa de Windsor con una popularidad bastante más baja que la de su madre Isabel II, sobre todo entre los más jóvenes de la sociedad.

Para Holy, una joven de unos 30 años que se dedica al aprendizaje y desarrollo, en sus primeros meses como rey Carlos III "ha hecho un buen trabajo". "Ha hecho un trabajo, mejor del que esperábamos al principio", admite entre risas.

Esta joven, quien pasea por una tranquila calle del barrio londinense de Westminster, asegura que Carlos III "tiene un gran reto", ya que su madre "era muy amada". "Creo que el rey será más flexible y moderno que la reina, pero todavía se echa mucho de menos a Isabel", indica con voz apenada.

La reina Isabel II cuenta con un índice de aprobación del 80% de los británicos, comparado con el 55% de su hijo, según una encuesta de opinión realizada por la compañía de análisis YouGov.

Un rey preparado tras una larga espera

El apoyo a Charles ha aumentado desde que se convirtió en rey tras la muerte de Isabel II en septiembre de 2022, en comparación con los sondeos de principios de ese año, según YouGov.

Nada más llegar al trono, el 63% de los británicos consideraba que Carlos sería un buen rey, una cifra que supone un aumento de 24 puntos porcentuales desde marzo de 2022. Estos datos coinciden con las opiniones de los británicos que se encuentran en Londres.

James, un agente de Policía de Exeter que descansa tomando el sol en un banco del parque St. James de Londres, cree que Carlos III "ha esperado mucho para ser rey" y está convencido de que "lo hará bien".

"El hecho de que esté recortando gastos en la coronación y haga un evento menos grande es un movimiento adecuado", afirma este hombre de unos 50 años, que se considera monárquico y que ha venido a la capital para ver a unos amigos. "Creo que Reino Unido está mejor teniendo una familia real. Como contribuyente, soy feliz contribuyendo a mantener la familia real", añade.

El 45% de los británicos opina que el soberano está "desconectado" de la realidad diaria de los ciudadanos, frente al 36% que cree que mantiene la conexión con las "experiencias" de los británicos.

Una pareja de londinenses pasea cerca del Big Ben en la capital británica

Una pareja de londinenses pasea cerca del Big Ben en la capital británica L.GÓMEZ DÍAZ

En este segundo grupo de ciudadanos se encuentran Adam y Anthia, una pareja londinense de unos 60 años que pasea en los alrededores del Big Ben para ver los preparativos de la coronación.

"Creemos que está haciendo un gran trabajo como rey. Son sus primeros meses desde que se murió su madre y ha pasado página", opina Adam, quien recalca que el rey "está muy conectado con la sociedad británica". "Hace muchas cosas de caridad, especialmente para los jóvenes", apunta su mujer haciendo un gesto de aprobación.

Pocos cambios en la forma de actuar desde su llegada al trono

El rey Carlos lleva más de siete meses en el trono, pero los expertos coinciden en que su forma de actuar no ha cambiado respecto a la de Isabel II. "En muchos sentidos, no se ha notado mucho el cambio de monarca, lo que es una buena táctica de relaciones públicas porque el reinado de Isabel II transcurrió sin problemas", señala a RTVE.es la profesora del Departamento de Sociología de la Universidad de Lancaster, Laura Clancy.

"No hay que olvidar que Carlos ha tenido siete décadas para prepararse, para recibir consejos y para ver cómo lo hacía su madre", afirma a RTVE.es el profesor de Sociología en la Universidad de Cambridge, Patrick Baert. "Carlos está haciendo su papel como se esperaba, con cierto decoro, sin intervención política, que es bastante importante", indica.

Una opinión en la que no coincide Harry, de 86 años. "Puede que Carlos ahora no esté tan involucrado en política como cuando era príncipe. La reina era la jefa de Estado y no se metía en asuntos políticos, mientras él sí lo ha hecho", asegura con tono enfadado tras salir de recoger comida en un comedor social.

James cree que "todavía es pronto" y que una vez que el rey Carlos sea coronado "veremos un papel más tradicional del monarca". "Será más informal, pero por lo que hemos visto hasta ahora, creo que continuará con la tradición. Hay gente que dice que es anticuado, pero habló sobre el medio ambiente mucho antes de que lo hiciera nadie en el país", destaca.

Un rey "verde" y representante de todas las confesiones

Los británicos coinciden en que el reinado de Carlos III será más moderno que el de su madre. Y es que, durante toda su vida, el rey Carlos ha hecho campaña a favor de la sostenibilidad, la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático. Alrededor del 90% de la energía que emplea el soberano en sus residencias proviene de fuentes renovables, como paneles solares, calderas de biomasa y bombas de calor.

Para Holy este es "el aspecto más positivo" del nuevo monarca. "El medio ambiente es un asunto muy importante y es algo nuevo que no teníamos con la reina", señala esta joven, quien espera que "siendo rey no deje atrás todo el trabajo que ha hecho" al respecto.

Carlos también ha expresado durante mucho tiempo su deseo de representar a la población cada vez más diversa de Reino Unido. El monarca -que cuando sea coronado se convertirá también el jefe de la Iglesia de Inglaterra-, tiene pensado representar "todas las confesiones" cuando sea coronado, pero no todos los británicos apoyan esta idea.

"Es algo que representa más cómo es la sociedad actual, pero personalmente no me gusta porque creo que uno de sus papeles como monarca es ser la cabeza de la Iglesia de Inglaterra y no entiendo cómo puedes ser el jefe de una creencia y decir que representas a todas", opina Holy. "No tiene mucho sentido. Si va a hacer eso, a lo mejor debería dejar de ser jefe de la Iglesia", añade.

Harry coincide con Holy, pero por razones diferentes. "Lo único que no me gusta es la idea de que sea cabeza de la Iglesia de Inglaterra después de lo que le hizo a Diana", asegura este hombre de 86 años, refiriéndose a la aventura amorosa que tuvo el entonces príncipe cuando estaba casado con la princesa de Gales.

Los jóvenes, la asignatura pendiente

Dentro de la sociedad británica, las nuevas generaciones son las que menos apoyan al rey Carlos III o la monarquía. Según una encuesta encargada por la cadena BBC antes de la coronación, el 38% de los jóvenes afirma que preferiría un jefe de Estado electo.

El rey Carlos ha trabajado durante mucho tiempo en labores dirigidas especialmente a los jóvenes. En la década de 1970, fundó el Prince’s Trust, una organización con la que ha ayudado a más de un millón de jóvenes de entre 11 y 30 años en entornos desfavorecidos. Pero ahora, mientras los británicos se enfrentan a la peor crisis del coste de vida en una generación, la popularidad del rey parece bajar entre los jóvenes.

"Hasta cierto punto hay una división generacional y ha estado ahí desde hace bastante tiempo", explica Baert. "Una división con las personas mayores, más entusiastas de la familia real, votantes conservadores, más orgullosos de la monarquía", añade.

John y Jame, de 15 años, se encuentran con el uniforme del colegio en una calle a tan solo unos metros de la abadía de Westminster. "La verdad es que no sigo mucho a la casa real. No veo mucha diferencia entre la antigua reina y el rey ahora", admite John con algo de vergüenza.

Dos jóvenes escoceses descansan en el parque londinense de St. James

Dos jóvenes escoceses descansan en el parque londinense de St. James L.GÓMEZ DÍAZ

Unos metros más alejados se encuentran Finley y Angus, unos escoceses de 20 años que descansan y tocan la guitarra y la trompeta en el parque St. James.

"Es como que nos sentimos forzados a que nos guste el rey, pero ¿por qué tenemos que mostrar respeto a una persona a la que ni conocemos?", se pregunta Finley con la guitarra en la mano y una mochila con la que tiene pensado viajar en las próximas semanas por Europa. "No creo que el hecho de que luche por el medio ambiente le ayude a acercarse a los jóvenes. Me parece un poco falso", señala rotundamente.