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Portugal

El presidente de Portugal descarta un adelanto electoral tras la crisis política por el desencuentro con Costa

  • Rebelo de Sousa ha dicho en un mensaje a la nación que se decanta por "garantizar la estabilidad nacional"
  • La oposición le había pedido que hiciera uso de su poder para disolver el Parlamento

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El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa
El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa

El presidente de Portugal, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, ha descartado este jueves disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas por la crisis política por el desencuentro abierto con el primer ministro, el socialista António Costa, después de que este se negase a prescindir de un ministro al que se había relacionado con un escándalo en torno a una empresa estatal.

Rebelo de Sousa ha dicho en un mensaje a la nación que, pese a las divergencias con el primer ministro, se ha decantado por "garantizar la estabilidad nacional" y descartar escenarios que impliquen ir a las urnas, aunque ha avisado de que estará "más atento" a la "responsabilidad política" de los gobernantes.

Con una inflación y unos tipos de interés elevados en toda Europa que ya están lastrando el crecimiento este año, una crisis de gobierno complicaría también la distribución de los fondos de recuperación de la UE en Portugal.

La oposición había pedido la disolución de la Cámara

Los partidos de la oposición habían pedido al Presidente que hiciera uso de su poder para disolver el Parlamento después de que Costa rechazara una oferta del ministro de Infraestructuras, Joao Galamba, para dimitir en un escándalo cada vez más profundo en torno a la aerolínea estatal TAP.

Rebelo de Sousa ya había manifestado que no estaba de acuerdo con la decisión de Costa de mantener en funciones al ministro.

Costa anunció el martes que no admitía la dimisión de Galamba, que presentó su renuncia tras las declaraciones de un adjunto que le acusó de ocultar información a la comisión parlamentaria que investiga la gestión de TAP, que el ministro niega, pero que ha generado una enorme polémica en el país en los últimos días.

El primer ministro anunció, sin embargo, que lo mantendría en su gabinete.

El socialista defendió no tener indicios de que el ministro haya ocultado información y manifestó su confianza en Galamba, a pesar de que ha reconocido que el caso "afecta a la imagen del Gobierno".