Carlos Portela y Keko: "'Contrition' es un cómic sobre las raíces del mal y la redención"
- Un thriller que se inspira en un pueblo de Estados Unidos en el que conviven condenados por pederastia
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Han firmado dos de los cómics españoles más potentes de la última década: La cuenta atrás (Carlos Portela y Sergi San Julián) y la Trilogía del yo (Antonino Altarriba y Keko) y ahora Carlos Portela y Keko se reúnen en un clásico instantáneo del cómic español: Contrition (Norma editorial), un sorprendente thriller psicológico ambientado en un pueblo habitado por pederastas, que se basa en un lugar real de Estados Unidos: Miracle Village.
Se trata de una pequeña localidad del sur de Florida donde conviven unas 200 personas, la mitad de los cuales son exconvictos condenados por delitos sexuales. Y es que las estrictas leyes de Florida les obligan a identificarse como tales y a vivir a más de 300 metros de cualquier lugar donde pueda haber niños, lo que prácticamente les impide encontrar trabajo y ha hecho que se junten en pequeñas comunidades como esta.
En Contrition (Arrepentimiento), Carlos Portela y Keko se inspiran en este pueblo para contarnos cómo, cuando uno de esos pederastas muere en un incendio en su propia casa, la policía atribuye el suceso a un accidente doméstico (porque no quieren perder el tiempo con el que consideran un ser despreciable). Pero Marcia, una periodista local, sospecha que las apariencias engañan. Una historia llena de giros de guion y sorpresas, como las mejores del género negro.
“Me quedé en shock cuando descubrí que existía un lugar así”
El periodista y guionista Carlos Portela (Vigo, 1967), nos comenta cómo descubrió este lugar: “Por casualidad. Estaba buscando un libro de arte en una librería on-line estadounidense y me topé con el libro de fotografías de Sofía Valiente sobre Miracle Village. Leí sobre qué trataba y lo pedí. Una vez lo tuve en las manos, me quedé en shock. No podía imaginar que existiese un lugar así”.
“Lo que más me llamó la atención fue la sensación de que era como un limbo -añade Portela-. Y eso me hizo empezar a pensar y a buscar información. En este tipo de comunidades, la gente lleva una existencia, en general, tranquila y bastante espartana. Apenas tienen comodidades y oportunidades laborales. Se apoyan mucho en la religión y, además del control policial, suelen tener acceso a terapia para que, los casos más leves, puedan acabar reinsertándose en la sociedad. De todas formas, el aire que desprenden es de una extraña tristeza. Imagino que se debe al peso de la culpa de lo que han hecho a otros, que es muy difícil de perdonar y de perdonarse, y porque también han arruinado sus vidas. Para muchos es como si vivieran en una suerte de cárcel al aire libre”.
Después de la Trilogía del yo, junto a Altarriba, Keko (Madrid, 1963) vuelve a demostrar que es uno de los mejores dibujantes de la actualidad, con esta nueva historia de género negro. Le preguntamos si tiene algo que ver con esa trilogía: “Aunque Contrition no creo que sea una obra típica del género, se podría inscribir sin mayor problema en el del thriller al que también pertenecería la trilogía con Altarriba y con ella comparte algunas de las señas de identidad del género como son la exploración de esos lados oscuros de la condición humana y también, y no menos importante, una mirada crítica a la sociedad de nuestro tiempo”.
Redención y arrepentimiento
Preguntamos a Carlos que temas quería tratar en el cómic: “Quería hablar sobre el arrepentimiento, la reinserción y las segundas oportunidades (eso se refiere también al personaje de Marcia). No es un libro sobre la venganza. En absoluto. Creo que para hablar de la venganza sería mejor otro tratamiento y otra historia”.
“Este es un libro sobre las raíces del mal y la redención -añade el guionista-. Eso lo comentamos mucho Keko y yo. También lo es sobre las nuevas armas. Me refiero con esto a la percepción que tenemos de que es mucho peor lo que hacemos en vivo que lo que hacemos en la red a través de un teclado, y yo discrepo. Un teclado puede ser tan peligroso o más que una pistola. Creo que este es uno de los grandes temas de este siglo: la disociación ente nuestro yo físico y nuestro yo, o nuestros yos, digitales”.
Un guion que también tiene muchas zonas grises en las que es difícil distinguir el bien y el mal, algo que atrajo mucho a Keko: “Es precisamente en esa zona gris en la que confluyen en distinto grado las peripecias de los principales personajes de la historia donde surgen algunos de los interrogantes que se le plantean al lector y que, me temo, no tienen respuesta por nuestra parte. Guardan relación con la capacidad que tienen los individuos, la ley y la sociedad para enfrentarse al crimen que más rechazo nos provoca, el cometido contra los menores”.
¿Es posible la redención de los pederastas?
Preguntamos a Carlos si cree que los pederastas pueden redimirse allí o solo es otro tipo de prisión. “No tengo una respuesta clara. Teniendo en cuenta que en un lugar como Contrition/Miracle Village no tienen la posibilidad de reincidir o, si la tienen, es muy remota, no creo que sea el lugar óptimo para rehabilitarse. Creo que es más un lugar donde no pueden hacer daño, que es distinto”.
“Sobre si se pueden rehabilitar los delincuentes sexuales... no sé -continúa Carlos-. Dicen los expertos que algunos sí (no todos los delitos sexuales son igual de graves), pero también es verdad que las estadísticas dicen que tienen un alto índice de reincidencia. Creo es un tema demasiado complicado como para dar una respuesta taxativa”.
“En cuanto a si en estados Unidos se les trata igual que a los homicidas o a los asesinos, creo que no. Los delitos sexuales, especialmente los que se cometen con menores, provocan un mayor rechazo porque a cualquier persona le resultan especialmente execrables y difíciles de comprender. Por lo menos a mí es lo que me pasa. Puedo llegar a comprender un robo o, incluso, la motivación de un asesinato, pero este tipo delitos me resulta inexplicable. De ahí que intentase entender qué hay en la cabeza de alguien así: si es un acto voluntario o involuntario. Si se les puede reinsertar o no” -concluye el guionista-.
Una periodista de investigación
No vamos a hablaros mucho de los protagonistas masculinos del cómic para no desvelar algunos de los sorprendentes giros de guion, pero sí preguntamos a Carlos por las protagonistas del cómic: “Ni Marcia Harris, la periodista, ni Erika Carter, la fotógrafa, tienen nada que ver con Sofía Valente (la autora real de las fotografías en las que se inspira el cómic). Absolutamente nada. Ni edad, ni raza, ni lugar de residencia. Y apostaría a que tampoco en lo tocante a su personalidad. Las dos mujeres que aparecen en el libro son completamente inventadas”.
“De hecho, Marcia, por carácter, se parece bastante a mí -continúa-. Y Erika está inspirada en una amiga nuestra. Lo que es verdad, es que el personaje de Erika es, en cierta medida, un homenaje a Sofía Valiente, una forma de darle las gracias porque su libro fue sido el punto de partida de mi deseo de escribir una historia sobre Miracle Village. Sin embargo, evité deliberadamente buscar información sobre ella para alejarme lo más posible de la realidad. Y para su aspecto, Keko se inspiró en la amiga que comentaba antes”.
Siendo periodista, Carlos Portela asegura que le interesa muchísimo el periodismo de investigación: “En cuanto al periodismo de investigación, la respuesta es radicalmente sí. Me gusta y me interesa mucho el periodismo de investigación. Y creo que, hoy en día, es más necesario que nunca”.
Lo curioso de la historia es que, al narrar un crimen en el que está implicado un pederasta, todo el mundo quiere echar tierra al asunto, como nos comenta Keko: “En el caso del libro, es evidente desde el principio que la muerte de uno de los habitantes de Contrition no le va a importar una higa a las autoridades, para ellos es un indeseable menos y no van a malgastar ni un dólar del contribuyente en investigarlo. Será esa periodista, pese a las reticencias de su jefe, la que se aventure en saber la verdad. El relato de una verdad que ella misma es consciente que no le interesa realmente a nadie pero que sabe que supone una oportunidad para cambiar su estancada vida”.
Las torturas de los soldados en Irak
Otro tema que sobrevuela el cómic es el de las torturas de los soldados norteamericanos a presos iraquíes durante la guerra de Irak. “El tema de las torturas en Irak me impactó mucho -asegura Carlos-. No sólo por lo obvio, ver a soldados maltratando a presos, sino por las fotografías de las vejaciones a las que los sometían y la actitud que mostraban. Al seguir el juicio posterior, descubrí que esos soldados eran gente que, hasta entonces, había tenido un comportamiento intachable y que nunca habían hecho nada remotamente parecido”.
“No eran torturadores ni personas sádicas -añade el guionista-. Todo lo contrario. La mayoría eran modélicos padre y madres de familia. Entonces, ¿por qué habían hecho algo así? Mientras estaba documentándome sobre Miracle Village y otros lugares similares, me acordé de aquella situación que tampoco parecía tener una explicación satisfactoria para nadie y encontré puntos que podían relacionarse a través de la ficción para reflexionar sobre ello y que podían servir a la historia, de ahí la modificación de fechas en la historia”.
Preguntamos a Keko ¿Hasta qué punto somos todos capaces de hacer el mal? “Lo del mal intrínseco a la naturaleza humana es una cuestión filosófica que nos trae de cabeza desde los tiempos de Caín y si hay una respuesta unánime para ella yo no la conozco. Lo que sí tengo algo más claro es que si se dan las adecuadas condiciones de impunidad o anonimato es más fácil que afloren nuestros peores instintos”.
¿Una historia estructurada como una miniserie?
Una de las curiosidades narrativas del cómic es que está dividido en capítulos que nos podrían recordar a los episodios de una miniserie: “Me lo han preguntado mucho, pero creo que eso está más en el ojo que mira que en la propia estructura -asegura Carlos-. Nadie parece haberse parado a pensar que también se podría ver como seis comic-books, ya que todos los capítulos tienen 24 páginas, o tres álbumes de 48 páginas, como los de Astérix, o incluso dos de 72 páginas, otro formato habitual en el mercado europeo”.
“Tal y como lo hemos hecho -añade el guionista-, permite publicarse de 4 maneras distintas: la de novela gráfica, para nosotros la ideal, y las tres anteriores. Sinceramente, y defraudando a la mayoría de la gente, cuando pienso un cómic, pienso en cómic porque eso es lo que estoy haciendo. Jamás pienso que se pueda adaptar porque eso escapa a mi control. Que se pueda trasladar al cine o a la televisión, sí... claro. Todo se puede adaptar a otro medio, pero Contrition es puro cómic y se sirve de los recursos específicos de su lenguaje. Yo no escribo ni remotamente igual cuando escribo para televisión. Creo que tanto Keko como yo hemos puesto todo lo que sabemos para que fuera el mejor cómic posible”.
Un maestro del blanco y negro
Destacar el arte de Keko, sin duda uno de los grandes del cómic europeo actual. Le preguntamos cómo se ha documentado y si se ha inspirado en las fotografías de Sofía Valiente. “Me he documentado como siempre, confortablemente instalado ante el ordenador y utilizando, efectivamente, las no muy abundantes fotografías, entre ellas las del libro de Sofía Valiente que Carlos me había previamente regalado, que existen de Miracle Village, el asentamiento para delincuentes sexuales que Contrition intenta reflejar con la máxima fidelidad”.
En cuanto a cómo ha cambiado su estilo de la Trilogía del yo a este Contrition, Keko nos comenta: “Para retratar esas zonas grises en la historia de las que hablábamos creo que el dibujo, sin abandonar el blanco y negro puro, ha cambiado esos claroscuros rotundos y nítidos de mis trabajos anteriores por un estilo algo más difuso, incluso sucio, en el que luces y sombras se mezclan sin fronteras definidas entre ellas. También creo que hay un tratamiento más realista en los personajes y más luminoso en los paisajes. ¡Bienvenidos a Florida!”.