La 'fiebre real' de los fanáticos acampados para ver la coronación: "Cualquier sufrimiento merece la pena"
- Además de británicos, hay personas que vienen de otros países, como Estados Unidos o Canadá
- Algunas llevan alojadas en tiendas de campaña desde el martes
- Así te hemos contado la coronación de Carlos III
Con grandes maletas, almohadas, mantas y una tienda de campaña, Denise, su tía y una amiga buscan un buen sitio para poder acampar y ver el desfile de la coronación de Carlos III este sábado.
Son decenas las personas que ya han puesto sus tiendas de campaña a lo largo de la avenida de The Mall, por donde pasarán Carlos y Camila en carroza. Por ello, a estas tres mujeres, que han venido desde Estados Unidos solo para ver este evento, ya les cuesta encontrar sitio.
Pasean por la avenida entre los periodistas, turistas y otras personas que llevan ya unos cuantos días viviendo en la calle. Aprovechan para preguntar a algunos cómo lo han llevado y a agentes de Policía para saber dónde pueden instalarse.
"Teníamos pensado venir mañana, pero hemos visto en las noticias que ya había mucha gente acampada y nos daba miedo quedarnos sin sitio", explica la tía de Denise con un sombrero con los colores de la bandera británica que llevan las tres a juego. "No teníamos pensado pasar dos noches aquí, pero hemos venido a esto", afirma con firmeza esta mujer, que cuenta que es la primera vez que viene a Reino Unido.
Una amistad trasatlántica gracias a la familia real británica
Al igual que estas tres mujeres, Donna también ha venido desde Estados Unidos solo por la coronación. Lleva durmiendo en la tienda de campaña desde el martes y asegura que le "encanta seguir a la familia real".
"Todos los días leo la prensa y veo lo que hacen. Si por mí fuera, me vendría a vivir a Reino Unido", señala con un sombrero hecho por ella lleno de banderas británicas, figuritas de coronas y fotografías de Carlos y Camila plastificadas para que no se mojen en caso de que llueva.
Además de su sombrero, Donna también ha colocado en su trozo de valla una bandera estadounidense y una foto editada en la que aparece junto a Carlos III. "La he hecho con Photoshop y tengo una camisa con la foto", detalla entre risas.
Pero no es la primera vez que hace algo así esta estadounidense. También vino hasta Reino Unido por la boda del príncipe Guillermo y Catalina. Ahí conoció a Faith, una mujer británica con la que ha seguido manteniendo el contacto y su "vecina" de tienda de campaña para los próximos días.
"Nos conocemos desde la boda de Katherine y William y hemos mantenido nuestra amistad desde entonces. Somos amigas desde hace 12 años", explica Faith sujetando un peluche del oso Paddington, un personaje de la literatura infantil británica que protagonizó junto a Isabel II una de sus últimas apariciones públicas. "He traído al oso en honor a la reina. Pensé que sería bueno traerlo en su recuerdo", añade apenada.
Esta ciudadana británica cuenta que en las últimas noches ha pasado mucho frío, a pesar de estar bien preparada. "Voy a estar incómoda una semana, pero da igual. Vale la pena estar aquí para la celebración", añade tajante. "Si llueve no me importa. Soy británica, estoy acostumbrada a la lluvia", bromea.
Faith cuenta que, aunque en estos días que lleva acampada ha podido ver pasar al rey "cuatro o cinco veces, verle el día de la coronación con su corona y en la carroza de oro va a ser increíble". "Tengo muchas ganas de ese momento y de verle salir al balcón a saludar. Para mí esos dos momentos son clave. Cualquier sufrimiento merece la pena", admite.
Preparados para sobrevivir varios días
Rachel, una mujer que trabaja en la Universidad de Norwich, teje con sus gafas puestas y sentada en una silla de camping al lado de su tienda de campaña y rodeada de banderas de Reino Unido. Ha venido sola para coger un buen sitio, pero este viernes vendrá a acompañarla una amiga suya.
"No quiero a nadie delante. Quiero verlo todo lo más cerca posible", señala esta mujer tras su primera noche de acampada. "Cuando me he levantado, tenía los pies helados", admite.
Además de sus utensilios para tejer, Rachel ha traído algún libro para que la espera se haga más amena. "Aunque hay mucha gente que viene a hablar, a pedirte consejos o a entrevistarte", cuenta riéndose. "Es como una pequeña comunidad", añade Rachel, quien ha colocado en la valla una bandera del equipo de fútbol de Norwich por si alguien de la zona la reconoce.
Unos metros más allá está Neal, un hombre de unos 60 años que vino el miércoles desde Kent. Explica que ha venido con ropa de cambio, comida y saco de dormir y que "se puede sobrevivir perfectamente".
"Hay unos baños en el parque de St. James, un puesto en el que sirven café, también hay puestos con comida", asegura este británico, quien recalca que está "acostumbrado a acampar porque soy un scout".
Para Neal, el desfile de la coronación "va a ser algo impresionante de ver". "Poder decir que estuve aquí para verlo estará muy bien. Va a ser un buen espectáculo con todos los caballos y las carrozas", añade.