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La policía francesa continúa haciendo devoluciones en caliente a España de inmigrantes sin papeles

  • La mayoría de inmigrantes han entrado a España por Las Islas Canarias y quieren cruzar la frontera por el País Vasco
  • La Red de Acogida de Irún atendió a más de 3.700 inmigrantes el año pasado
  • El domingo, a las 22.30 horas, en el Canal 24 horas y en RTVE Play

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En los últimos años han muerto 9 inmigrantes en la frontera con Francia
En los últimos años han muerto 9 inmigrantes en la frontera con Francia

La mayoría de inmigrantes que quieren viajar a otros países de Europa utilizan el paso fronterizo de Irún con Francia para hacerlo. Es un tránsito que no es fácil, porque la policía francesa los intercepta y nos devuelve a España. Diferentes asociaciones lo califican de controles racistas, porque solo paran a las personas que provienen del continente africano.

Es un día cualquiera en Irún. Llueve y sobre uno de los puentes que cruzan el río Bidasoa, y que hacen de frontera con la ciudad, un coche de la Gendarmería francesa para. Lo hace justo en el límite entre los dos países. De él bajan dos inmigrantes marroquíes. Minutos antes estaban en la estación de Hendaya, el primer pueblo una vez pasada la frontera, y se disponían a coger el tren hacia París. Pero no disponen de papeles y la policía los ha devuelto a España, los ha dejado en la frontera. Regresan caminando a Irún. No han podido cruzar a Francia.

Escenas como esta son frecuentes en esta frontera

Horas más tarde, un joven argelino quiere cruzar la frontera andando. La policía francesa está haciendo un control en el puente y le hace dar media vuelta. Carece de documentación y no le han permitido la entrada en el país galo.

Los controles en la frontera francesa son frecuentes

Los controles en la frontera francesa de Irún son frecuentes repor

La legislación francesa, más allá de los acuerdos de Schengen sobre la libre circulación de personas, permite denegar la entrada al país por diferentes motivos y carecer de la documentación necesaria para hacerlo es uno de ellos.

Las autoridades francesas utilizan este argumento para hacer devoluciones rápidas a España de los inmigrantes que intentan pasar al otro lado. También lo hacen entregando los inmigrantes a la policía nacional para que se haga cargo de la situación. Pero las devoluciones rápidas, donde muchas veces no queda constancia ni de la persona que ha intentado pasar, ni de las circunstancias, son frecuentes.

Hasta hace unos meses, y durante seis años, la policía ha tenido controles permanentes en la frontera. Ahora estos son aleatorios, pero la vigilancia no ha desaparecido.

Parece que estamos en una frontera exterior de Europa. Son controles racistas

Controlan los autobuses, las salidas de Hendaya, los autobuses en su recorrido hasta Bayona. "Estamos en un territorio Schengen y parece que estamos en una frontera exterior de Europa. Son controles racistas", apunta Ion Aranguren, de la Red de Acogida de Irún, (Irungo harrera sarea); una asociación de voluntarios que trabaja desde el año 2018 dando su apoyo a los migrantes que pasan por esta ciudad.

La Red de Acogida de Irún ofrece asesoramiento a las personas migrantes

La Red de Acogida de Irún ofrece asesoramiento a las personas migrantes repor

Espera nocturna

Abdulá acaba de llegar a la estación de Irún en el autobús procedente de Madrid. Pasan de las 10 de la noche. Está a punto de alcanzar su destino, Francia. Lo que no sospecha es que aún le queda una frontera más por cruzar. Hace cuatro meses que salió de su país Guinea Conakry, una antigua colonia francesa, por eso quiere llegar a un país con una lengua que conoce, y donde, piensa, no va a sentirse extraño.

"En mi país, las cosas no son fáciles, no nos podíamos alimentar ni nada. Pensamos que ahora tenemos posibilidad de mejorar", nos explica Adbulà. Es la ilusión de los inmigrantes que quieren llegar a Europa, inconscientes de los riesgos y penurias a los que tendrán que enfrentarse.

Él no lo sabe, pero en la estación de autobuses le esperan Itziar, Edurne y Maite. Forman parte de la Red de Acogida de Irún. Cada noche un grupo de voluntarios aguarda a los inmigrantes para acompañarles al alberge de la Cruz Roja, situado a unos dos kilómetros. Allí pueden descansar y continuar su camino hacia Francia. Aunque pueden estar tres días, la mayoría decide seguir su camino al día siguiente.

"Creemos que es un apoyo necesario para ellos. Llegan de noche, no conocen a nadie, no conocen el sitio. Intentamos facilitarles las cosas en su largo camino", dice Itziar Gómez de la Red de acogida de Irún. El año pasado esta asociación ayudó a unas 3.700 personas.

La frontera infinita

A la mañana siguiente, Adbulá y un grupo de inmigrantes más se preparan para cruzar la frontera. Entre ellos está Affian. Viene de Costa de Marfil y quiere llegar hasta Alemania donde, le han dicho, las leyes no son tan duras para los inmigrantes. Viaja Sola y ha hecho algunos amigos en el camino.

Vamos de frontera en frontera

Un autobús la acerca hasta la frontera, que cruza andando. Va cargada con las bolsas que la han acompañado durante su largo recorrido. “Vamos de frontera en frontera”, se lamenta. Como una fugitiva, con miedo a ser descubierta, se esconde mientras vigila no perder el autobús. Estar en la parada podría ser arriesgado para ella. Si la detienen, la policía la devolvería a España. Finalmente, consigue llegar a Bayona. Desde allí podrá continuar su camino hasta Alemania.

La mayoría de inmigrantes que cruzan por aquí tienen como de

La mayoría de inmigrantes que cruzan por aquí tienen como destino final París repor

Los inmigrantes que son devueltos vuelven a intentar una y otra vez pasar a Francia, hasta que lo consiguen. Todos lo logran al final. Pero es una inconveniente más a su paso. Un problema que va calando poco a poco y les va afectando psicológicamente.

Rosa Aranguren, en su estudio Vidas cruzadas en la frontera de Irún ha recogido el testimonio de diferentes personas. "Esta frontera es más psicológica, es más de la cabeza", le explican. Eva destaca la necesidad del apoyo emocional para estas personas.

14 horas - Más de 4000 personas migrantes han cruzado a Francia por Irún este año - Escuchar ahora

La tierra prometida

Al otro lado de la frontera también hay asociaciones que trabajan ofreciendo apoyo a los inmigrantes. “Diakité” es una de ellas. Allí encontramos a Marianne que viaja con su hijo de cinco años y su marido. Van hacia París. No saben dónde se instalarán, ni dónde dormirán, no conocen a nadie allí. Solo quieren llegar y ponerse a trabajar. "Es un viaje arriesgado, pero es el destino", dice Marianne.

Cuando llegan aquí se dan cuenta que Francia y Europa no quiere saber nada de ellos

La presidenta de Diakité, Lucie Bortaynou, sabe que no será fácil para ellos, que les espera mucho sufrimiento. "Sus abuelos, o a sus padres, les dijeron que en Francia tenían una segunda patria, que si tenían algún problema podían venir aquí. Y cuando llegan aquí se dan cuenta de que Francia y Europa no quiere saber nada de ellos", denuncia Bortaynou. "Los gobiernos europeos se tapan los ojos y ellos están dispuestos a llegar y están dispuestos a morir para hacerlo", asegura.

No solo en el mediterráneo hay un goteo imparable de muertes de inmigrantes al intentar llegar a Europa. También en la frontera de Irún han perdido la vida nueve personas intentando cruzar la frontera por las vías del tren o nado por el Bidasoa.