La forma de la nariz humana, herencia neandertal y ventaja evolutiva
- Sirvió para adaptarse a climas más fríos cuando los antiguos humanos salieron de África y se ha mantenido
- "Hemos descubierto que parte del ADN heredado de los neandertales influye en la forma de nuestras caras"
Un estudio comparativo de cráneos ha concluido que los humanos actuales tenemos una herencia genética de los neandertales para adaptar la forma de nuestra nariz al clima de Euroasia, una ventaja evolutiva que se ha mantenido hasta la actualidad.
El proyecto, publicado este lunes en Communications Biology, concluye que un gen concreto, que da lugar a una nariz más alta (de arriba abajo), es un producto de la selección natural adquirido cuando los antiguos humanos se adaptaron a climas más fríos tras abandonar África.
Cuando hace 15 años los científicos lograron secuenciar el genoma neandertal, constataron que, en el pasado, estos humanos extintos y nuestros propios antepasados se cruzaron compartiendo partes de su ADN.
“Se ha transmitido durante miles de generaciones“
"Hemos descubierto que parte del ADN heredado de los neandertales influye en la forma de nuestras caras. Esto podría haber sido útil para nuestros antepasados, ya que se ha transmitido durante miles de generaciones", ha detallado Kaustubh Adhikari, investigador del University College de Londres (UCL) y autor de la investigación.
El estudio usó datos de más de 6.000 voluntarios de toda América Latina, de ascendencia mixta europea, nativa americana y africana, que forman parte del estudio CANDELA dirigido por la UCL.
Los investigadores compararon la información genética de los participantes con fotografías de sus rostros -específicamente observando las distancias entre puntos de sus rostros, como la punta de la nariz o el borde de los labios- para ver cómo los distintos rasgos faciales se asociaban con la presencia de diferentes marcadores genéticos.
El equipo identificó 33 regiones genómicas asociadas a la forma de la cara, 26 de las cuales pudieron replicar en comparaciones con datos de otras etnias utilizando participantes de Asia oriental, Europa o África.
En una región del genoma específica, la ATF3, descubrieron que muchos voluntarios del estudio con ascendencia nativa americana (así como otras con ascendencia de Asia oriental de otra cohorte) tenían material genético en este gen heredado de los neandertales, lo que contribuía a una mayor altura nasal.
El gen presentaba signos de selección natural
También han descubierto que esta región del gen presentaba signos de selección natural, es decir, que se ha conservado porque daba una ventaja a los portadores del material genético.
Para Qing Li (Universidad de Fudan), primer autor del estudio, "dado que la nariz nos ayuda a regular la temperatura y la humedad del aire que respiramos, es posible que las diferentes formas de nariz se adapten mejor a los distintos climas en los que vivían nuestros antepasados".
“Adaptarse a climas más fríos cuando salieron de África“
"El gen que hemos identificado aquí puede haber sido heredado de los neandertales para ayudar a los humanos a adaptarse a climas más fríos cuando nuestros antepasados salieron de África", ha asegurado.
“Nos ayuda a comprender mejor la genética de todos los humanos“
Andrés Ruiz-Linares, investigador de la Universidad de Fudan (China) y de la UCL y coautor del estudio, subraya que, hasta ahora, la mayoría de los estudios genéticos sobre diversidad humana han investigado los genes de los europeos. Pero este estudio se ha basado en una "muestra diversa de participantes latinoamericanos, lo que amplía el alcance de los hallazgos de los estudios genéticos y nos ayuda a comprender mejor la genética de todos los humanos".
En el proyecto han participado investigadores del Reino Unido, China, Francia, Argentina, Chile, Perú, Colombia, México, Alemania y Brasil.