El Título 42, la norma que permitía la expulsión en caliente de migrantes en EE.UU., llega a su fin
- Horas antes, la Patrulla Fronteriza ha detenido a 2.500 refugiados miles de migrantes en El Paso
- Ahora se aplicará el Título 8 y, además, Biden ha anunciado nuevas medidas que restringen el acceso a la solicitud de asilo
El controvertido Título 42, la norma que en Estados Unidos permitía la expulsión en caliente de migrantes por motivos de salud pública, ha llegado a su fin este jueves a las 21.59 hora local de El Paso (Texas), donde las autoridades locales, estatales y federales han corrido contra reloj para prepararse ante un mayor flujo de personas.
Impuesto durante la Administración del expresidente Donald Trump (2017-2021), alabado por republicanos, denostado por activistas de los derechos humanos y mantenido por el Gobierno del demócrata Joe Biden, pese a las críticas de su propio partido, su levantamiento ha desatado rumores y una nueva batalla política entre progresistas y conservadores.
Frente a la puerta número 42 de la valla fronteriza entre México y Estados Unidos, a unos 15 kilómetros al este de la localidad de El Paso (Texas), reinaba la calma. En el lado norte de la valla, decenas de periodistas permanecían apostados al igual que varios agentes de la Patrulla Fronteriza.
Al sur del muro de cinco metros y medio de altura, fuera del alcance de la vista, casi un millar de refugiados esperan, entre la valla y el río Bravo, ser procesados y trasladados a los centros que gestionan las autoridades.
A las 15.15 comenzó la operación de los agentes fronterizos que trasladó a los migrantes más vulnerables, sobre todo menores, en un autobús y varias furgonetas.
El jefe de la Patrulla Fronteriza a nivel nacional, Raúl Ortiz, ha apuntado que la operación de procesamiento y traslado se prolongaría 24 horas.
Un agente fronterizo presente junto a la puerta ha confirmado que el traslado continuará e insistió en que la prioridad había sido llevarse a los niños, aunque ha agregado que la temperatura es suave y no supondrá un peligro para los que todavía están esperando.
Aplicación del Título 8
"A partir de esta noche, la gente que llegue a la frontera sin utilizar las vías legales se considerará no apta para recibir asilo. Estamos listos para procesar y apartar de manera humana a los que no tengan base legal para permanecer en EE.UU.", ha indicado en un comunicado el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.
"No se crean las mentiras de los traficantes de personas. La frontera no está abierta", ha advertido.
Ahora se aplicará a los refugiados que entren en el país el Título 8, la norma que históricamente ha regido la migración en Estados Unidos.
Las nuevas medidas del Gobierno de Biden restringen de esta forma el acceso a la solicitud de asilo en la frontera con México y consideran "no aptos" para solicitar asilo a los migrantes que crucen de manera irregular la frontera y que no hayan pedido protección en un tercer país durante su travesía hacia EE.UU.
Sin embargo, desde el sector más ultraconservador del Partido Republicano se ha propagado la información de que el levantamiento del Título 42 supone, en la práctica, una política de puertas abiertas a la migración.
"Mientras el Presidente Biden abre las compuertas a más inmigración ilegal, Texas resiste", insistía esta tarde el gobernador de este estado fronterizo, Greg Abbott.
Más refuerzos en la frontera
El Ejército apoyará las labores de vigilancia con 1.500 soldados, el estado ha enviado refuerzos de la Guardia Nacional y la ciudad de El Paso.
Horas antes de que se acabara la medida, la Patrulla Fronteriza ha detenido a 2.500 refugiados que se agolpaban en al menos dos puertas de la valla fronteriza entre México y Estados Unidos a la altura de la localidad de El Paso (Texas), horas antes de que se levante el Título 42, que permite la expulsión en caliente de personas por motivos de salud pública.
Debido al elevado volumen de llegadas, el miércoles los agentes empezaron a dejar en libertad a algunos inmigrantes sin un aviso para que comparecieran ante un tribunal de inmigración donde pudieran presentar una solicitud de asilo, diciéndoles que se presentaran más tarde en una oficina de inmigración, según ha informado el presidente de un sindicato, Brandon Judd.
Sin embargo, el jueves por la noche, un juez federal de Florida ha bloqueado tales liberaciones, diciendo que eran similares a una política previamente prohibida en marzo debido a la falta de seguimiento de los procedimientos reglamentarios adecuados. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) no ha respondido a la solicitud de comentarios.
Las autoridades federales y locales de El Paso, ambas del Partido Demócrata, han redoblado sus esfuerzos en los últimos días y horas para dar una imagen de fortaleza contra los migrantes y de normalidad en la frontera antes de que se levante el Título 42, que vence a las 21.59 hora local (+6 GMT).
Por su parte, el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbot, que también ha ordenado el envío de más agentes a la línea fronteriza, ha intentado dibujar con su habitual mensaje xenófobo una imagen de caos y peligro.
En los últimos tres días, agentes fronterizos intimidaron y persuadieron a cientos de refugiados indocumentados que se encontraban acampados en torno a la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, en el centro de El Paso, para que se entregaran voluntariamente a las autoridades si no querían ser detenidos a la fuerza.
Asimismo, el alcalde de El Paso, Oscar Leeser, ha anunciado que la ciudad cuenta con 4.400 nuevas camas para dar cobijo a migrantes, pero solo a aquellos que hayan pasado el triaje de la Guardia Fronteriza.
Una campaña antiinmigración
Paralelamente, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) acaba de lanzar una campaña publicitaria para persuadir a los migrantes latinoamericanos que huyen de sus países de que no entren en Estados Unidos.
"No hagas caso a lo que dicen los contrabandistas: infórmate sobre el sistema de inmigración de EE.UU.", asegura un mensaje del DHS en su página de Twitter.
Este departamento de seguridad precisó que la campaña se llevará a cabo en países como Honduras, El Salvador, Guatemala, Ecuador y Colombia, y también se difundirán los mensajes "a lo largo de la ruta migratoria y en las plataformas de redes sociales más populares entre los migrantes".
"El coyote (contrabandista de personas) nos estafó. Entrar ilegalmente en EE. UU. es un delito. Dígale no al coyote" se puede leer en español en un texto escrito en rojo y blanco sobre una imagen de una familia de migrantes de espaldas con dos hijos, y que forma parte de esta campaña.
Sobre otra fotografía, pero esta vez de una patrulla fronteriza, esta impresa la frase: "Las leyes migratorias de Estados Unidos siguen vigentes. Cruzar ilegalmente es un delito".
En otra instantánea de dos migrantes siendo subidos a un avión para ser deportados se lee: "Cruzar ilegalmente es un delito: Tiene consecuencias".
Un tercer volante digital dice: "El Gobierno de Estados Unidos está haciendo cambios para aumentar las consecuencias por entrada ilegal al país, comenzando el 12 de mayo". "Estas consecuencias incluyen la deportación, una prohibición de reingreso de 5 años y el enjuiciamiento de infractores reincidentes", continúa el mensaje, antes de advertir de que "aquellos que no sigan la vía legal para ingresar en EE. UU. podrán ser considerados como ilegibles para asilo".