Menores que afrontan solos un ingreso hospitalario: "Hay una laguna en el sistema que debemos subsanar"
- Más de 49.000 menores en España no tienen garantizado el acompañamiento hospitalario, según la ONG Mamás en Acción
- La mayoría son niños tutelados o que no pueden ser atendidos por sus familias
Tener a alguien cerca cuando se está ingresado en un hospital es una ayuda importante cuando se está enfermo, sobre todo si eres un niño. Pero no todos cuentan con ese apoyo. “Ayúdame, hay un niño que está enfermo en un hospital y nadie le cuida”, le dijo a Majo Gimeno, presidenta de Mamás en Acción, un sacerdote. El religioso le pedía ayuda para acompañar a un niño ingresado en el hospital la Fe en Valencia. Al llegar a la habitación, Majo se lo encontró detrás de la puerta y se quedó impactada: estaba solo con apenas dos años, la misma edad que tenía su hija.
Este no es el único caso de menores sin acompañamiento en hospitales españoles. En concreto, más de 49.000 niños se encuentran acogidos bajo el sistema de protección de la infancia y no tienen garantizado el acompañamiento en caso de ser hospitalizados, según estima la fundación de Mamás en Acción.
“Hay una laguna en el sistema que debemos subsanar, no podemos tolerar que haya ni un niño hospitalizado solo”, explica Gimeno a RTVE.es. Asegura que sintió rabia y frustración ante aquella situación, y eso fue lo que motivó que meses más tarde fundara Mamás en Acción.
"Estaba sola en el hospital con parálisis cerebral"
Uno de los objetivos en el Día Mundial del Niño Hospitalizado es el de sensibilizar a la sociedad sobre la realidad de estos menores, y también la de poner en valor la labor de las ONG y voluntarios, que les ofrecen su apoyo para acompañarlos durante la situación que están atravesando.
Sara Abad brindó su apoyo a una niña que estaba sola en el hospital con parálisis cerebral. “Conseguí que sacara una sonrisa viéndose en un espejo”, confiesa.
Mamás en Acción se centra en el acompañamiento a menores que se han visto en esta situación. Muchos son víctimas de maltrato, o han sido abandonados. Otros viven en hogares de acogida o que no pueden ser atendidos por sus padres por circunstancias personales. “Son niños perfectos en un mundo imperfecto”, asegura Yolanda Alvarado, que lleva un año y cinco meses colaborando con esta organización.
La ONG hace un llamamiento a las administraciones para promover campañas de sensibilización y visibilización de esta realidad, que permanece oculta para la mayoría de los ciudadanos.
“Es urgente que la administración impulse el acogimiento familiar para todos esos niños y niñas que están creciendo en centros tutelados donde, por mucho que los cuiden, nunca se podrá sustituir el calor de una familia”, añade Majo Gimeno.
En España hay más de 35.000 menores tutelados, de los cuales 16.991 viven en centros. La ley establece que el acogimiento familiar debe priorizarse, sin embargo, el porcentaje de menores en centros ha subido desde 2014. Entonces eran un 41,5%, y ahora son el 47,3%, según datos de Mamás en Acción.
Dosis de realidad en una habitación de hospital
La ONG coordina a más de 3.000 voluntarias y voluntarios, que realizan turnos de acompañamiento, los siete días de la semana, las 24 horas al día.
“La vida es de muchos colores, pero sobre todo del color que nosotros queramos pintar”, le dijo uno de estos niños ingresado a Pablo Tárrega. Este otro voluntario conoció la asociación a través de una amiga, y sostiene que es una experiencia que le ha llegado al corazón. “He aprendido más de la vida en una hora en una habitación de hospital que cuatro años me han enseñado la carrera”, concluye.
“Acompañé a una bebé abandonada, notar como se relaja y se dormía fue magia“
En sus 10 años de trayectoria, esta ONG ha acompañado a más de 600 niños en más de 24 hospitales de toda España. Desde Madrid colabora Alfonso Cruz. Él está separado, y cuando no está con sus hijos aprovecha el tiempo para acompañar a algún niño que lo necesite en el hospital. “Acompañé a una bebé que estaba abandonada, ponérmela en el pecho, notar como se relaja y se dormía fue magia”, sostiene.
La labor de Alfonso, como la de la ONG, es ayudar a esos pequeños que tienen que lidiar con problemas de salud viéndose las caras con la soledad. Una realidad que existe y que gracias al cariño de muchas personas anónimas hace que la atmósfera de una habitación de hospital se convierta en luz, color y alegría. El objetivo, concluye, Majo Gimeno, es ser esa “mamá” que está contigo a pie de cama.