El turismo de pantanos y embalses, en riesgo: la sequía obliga a reducir o detener su actividad
- Más de 50.000 profesionales del sector ven peligrar sus trabajos debido a la falta de agua
- La bajada del nivel del agua amenaza con cerrar sus negocios, vender equipos o incluso recortar el personal
La sequía y la poca cantidad de agua está afectando también a los negocios que están en la ribera de los pantanos y embalses. En concreto, varios chiringuitos, empresas que alquilan embarcaciones y hoteles cercanos están notando como disminuyen considerablemente sus reservas. Algunos, incluso, han tenido que cerrar parte de su negocio.
"Estamos teniendo una baja de un 20% respecto a la temporada anterior", indica Ricardo Ortega, propietario de Crisve Turismo, una empresa de alquiler y venta de embarcaciones en el embalse de Entrepeñas (Guadalajara), que ha tenido que vender hasta cuatro embarcaciones por falta de uso.
Este hecho, según explica Ortega, se produce ya que "al no disponer de una lámina de agua que podamos ofrecer con seguridad, la gente se retrae".
50.000 profesionales ven peligrar sus trabajos
Más de 50.000 profesionales del sector que trabajan en el pantano de Boadella en Girona ven peligrar su futuro. Allí se ha suprimido el esquí náutico debido a la sequía, pero aún sobreviven otras actividades como el Kayak.
"Nos van a suspender las actividades", indica Joaquín González, propietario de la empresa de Jayac Màgic Empordà, en el embalse de Darnius Boadella (Girona). "El pantano va a ir bajando y cuando el agua esté comprometida nos irán limitando", sostiene.
En el embalse Conde de Guadalhorce, en Málaga, la falta de agua también les está pasando factura. "Sin el agua, no hay plan B. No podemos ponerle ruedas a las piraguas", sostiene Germán López, propietario de Ia empresa de actividades acuáticas Indian Sport.
La sequía también afecta a la hostelería
La sequía ha afectado a muchos sectores, entre ellos el hotelero. La falta de agua en los embalses está preocupando a las empresas que se dedican a las actividades acuáticas, pero también a los hoteles cercanos que ofrecen sus servicios a los turistas que visitan la zona.
Zoe López, dueña del hostal Mega Darnius en Girona muestra su preocupación ante esta situación. "El atractivo de aquí es el pantano 100%", sostiene.
"Si no hay agua y no viene la gente, pues recortas personal y cierras el negocio", indica Mercedes González, representante del Bar España, en Sacedón (Guadalajara).
Esta situación asola a más de 5.000 empresas españolas del sector. La bajada del nivel del agua amenaza con cerrar sus negocios, vender equipos o incluso recortar el personal.
Pero esta situación también atrae a turistas, que visitan los embalses para comprobar de primera mano como van disminuyendo. "Vengo a curiosear, a ver cómo estaba el nivel del pantano", indica a RTVE un turista que visita la zona.