Un cambio de patrón atmosférico traerá lluvias y un ambiente más fresco a toda España

• Este jueves se prevén unas temperaturas entre 5 y 10 grados inferiores a los normales para la época del año
• Los chubascos locales y el tiempo inestable podrían persistir a lo largo del fin de semana

Varias personas con paraguas pasean por una calle de Barcelona.

La presencia de aire frío en capas altas de la atmósfera provocará, a partir de este jueves, un cambio de patrón atmosférico generalizado con chubascos, sobre todo en el este, sur peninsular y Baleares, y con temperaturas por debajo de lo normal para esta época del año, sobre todo en el norte, según ha informado la Agencia Estatal de Metereología (AEMET).

Rubén del Campo, portavoz de la Aemet, ha avanzado que se espera "un cambio de tendencia" para la segunda mitad de esta semana, sin embargo, recalca que "no se trata de una situación de lluvias generalizadas ni persistentes, sino más bien de precipitaciones de carácter local y ocasional".

A partir de este jueves, las temperaturas bajarán ligeramente en la mayor parte del país, solo superándose los 25 grados en los valles del Tajo, Guadiana y Guadalquivir. En ciudades como Vitoria, Pamplona o Burgos no se superarán los 15 grados, es decir, registros entre 5 y 10 grados inferiores a los normales para la época del año.

Fin de semana inestable

Esta situación se alargará hasta el fin de semana, en el que parece que "continuará la inestabilidad", y, a partir, de la próxima, última semana completa de mayo, es posible que persista el ambiente inestable con chubascos que podrían afectar a amplias zonas de la península, de nuevo al sur y al este y a las Islas Baleares. Según datos de la Aemet, la probabilidad de precipitaciones se prevé que esté por encima del 50% para el sábado, y del 75% para el domingo.

Rubén del Campo ha recalcado que se tratan de "situaciones completamente normales para el mes de mayo, nada extraordinarias". Estas lluvias, no acabarán con la sequía ni mucho menos, pero por lo menos no incrementarán el déficit de precipitaciones, ha concluido el portavoz de la Aemet.