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La cumbre del G7 finaliza marcada por la guerra en Ucrania y comparaciones entre la destrucción de Bajmut e Hiroshima

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Zelenski se lleva de Hiroshima el apoyo militar del G7 "el tiempo que sea necesario"

La última cumbre del Grupo de los Siete (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos) celebrada en Hiroshima, Japón, ha estado marcada por la participación presencial del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien ha conseguido que los líderes occidentales reafirmen su apoyo a Ucrania desde la ciudad cuya destrucción fue el paso definitivo al fin de la Segunda Guerra Mundial. Un paralelismo que ha cobrado más importancia con el reciente anuncio de Rusia, que asegura que ha tomado la ciudad de Bajmut, situación que ha negado el mandatario ucraniano, quien aun así ha lamentado que en la ciudad "ya no queda nada".

Aunque buena parte del debate este fin de semana ha girado en torno a China, la mayoría de las medidas concretas anunciadas durante el G7 han tenido que ver con la guerra en Ucrania, incluyendo nuevas sanciones a Rusia, el compromiso por entrenar a pilotos ucranianos en el manejo de los cazas F-16 de fabricación estadounidense y el apoyo a Kiev durante "el tiempo que sea necesario".

Zelenski gana la batalla diplomática de la cumbre del G7

En una secuencia sobria y altamente simbólica, Zelenski ha depositado este domingo una corona de flores blancas con cintas en los colores amarillo y azul de Ucrania ante el cenotafio de las víctimas de la bomba atómica de Hiroshima, junto al Primer Ministro japonés, Fumio Kishida. Antes visitó el Museo Conmemorativo de la Paz, que exhibe artefactos y fotografías del horror causado por la bomba atómica estadounidense lanzada sobre Hiroshima el 6 de agosto de 1945, que mató a unas 140.000 personas. Unas imágenes que le han recordado a Bajmut y otras ciudades ucranianas destruidas durante los 15 meses de invasión rusa, bajo la amenaza nuclear de Moscú.

Zelenski ha afirmado que Bajmut "no está ocupada por Rusia a día de hoy", pese a que así lo aseguran Moscú y el grupo de mercenarios Wagner. "No hay varias formas de intepretar eso", ha secundado al ser preguntado por los medios sobre la confusión causada por unas palabras anteriores suyas junto al presidente norteamericano, Joe Biden. En un primer momento, el mandatario había dado una respuesta ambigua a una pregunta de un periodista sobre si los ucranianos seguían luchando por el control de Bajmut o si la ciudad había pasado a manos de Rusia. Las declaraciones de Zelenski provocaron un gran revuelo e hicieron que su portavoz, Sergiy Nykyforov, tuviera que interceder para aclararlas.

Zelenski no confirma que Rusia haya tomado Bajmut

Putin "no quebrantará nuestra determinación" de apoyar a Ucrania

Joe Biden, tras reunirse con su homólogo ucraniano al margen de la cumbre del G7 le ha asegurado que Washington y otros partidarios de Kiev "no vacilarán" ante la guerra de Rusia en Ucrania. "Putin no quebrará nuestra determinación como pensó que podría hacerlo", ha añadido el presitende estadounidense.

Durante la cumbre, el mandatario demócrata le ha dicho a sus socios del G7 que Estados Unidos ayudará a entrenar a pilotos ucranianos en el manejo de los cazas F-16 y ha abierto la puerta a entregar esos aviones a Ucrania en el futuro. Además, Biden ha anunciado un nuevo paquete de ayuda militar de 375 millones de dólares, incluida artillería y vehículos blindados, para Ucrania.

"Junto con todo el G7, respaldamos a Ucrania y prometo que no nos iremos a ninguna parte", ha aseverado Biden. Unas palabras de las que se han hecho eco otros líderes del Grupo de los Siete.

La principal conclusión (de la cumbre del G7) es un conjunto de declaraciones repletas de pasajes odiosos de carácter antirruso y antichino

Como respuesta, el Ministerio de Exteriores ruso ha dicho que el G7 sufre una "degradación irreversible", que "destruye la estabilidad global". "La principal conclusión (de la cumbre del G7) es un conjunto de declaraciones repletas de pasajes odiosos de carácter antirruso y antichino", ha indicado el departamento encabezado por Sergéi Lavrov. Por ello, ha añadido, "una vez más como resultado de la reunión del G7 tenemos decisiones politizadas encaminadas a subrayar las líneas divisorias en las relaciones internacionales".

Sí al entrenamiento, pero ¿y el envío de cazas?

Pese a que todos los líderes del G7 ven con buenos ojos la formación en el manejo de los F-16 a los soldados ucranianos, ninguno ha dado el paso a asegurar que cederán cazas al Ejército de Kiev.

De hecho, los países de la UE (de los cuales tienen representación en el G7 Alemania, Francia e Italia) están debatiendo a nivel interno cómo y cuándo proceder al envío de los F-16 y potencialmente otros aviones de fabricación europea, mientras que el Reino Unido y otros miembros de la UE han lanzado una "coalición internacional" con el mismo objetivo.

El primer ministro británico, Rishi Sunak, ha dicho que el entrenamiento comenzaría este verano y Ucrania obtendría la fuerza aérea que necesita para el futuro. Lo que sí ha querido asegurar Biden es que Kiev no usará los cazas F-16 de fabricación estadounidense contra objetivos dentro del territorio de Rusia: "Tengo la garantía plena de Zelenski de que no los usarán para ir adelante y moverse contra Rusia en su territorio geográfico. Otra cosa es si las tropas rusas están dentro del área de Ucrania", ha manifestado Biden.

Evitar un "conflicto congelado"

El canciller alemán, Olaf Scholz, ha afirmado que, si bien la prioridad inmediata es apoyar a la defensa de Ucrania, es necesario establecer garantías de seguridad una vez finalizada la guerra. Tanto Scholz como el presidente francés, Emmanuel Macron, se han opuesto a que la guerra se convierta en un "conflicto congelado", o a cualquier propuesta de conversaciones de paz sin la retirada de las tropas rusas.

A medida que se prolonga la invasión de Moscú, que dura ya 15 meses, varios analistas y diplomáticos han planteado la idea de que podría

congelarse como el conflicto de la península coreana. "La paz no debe convertir a Ucrania en un conflicto congelado porque eso llevaría a una guerra en el futuro. Es necesario resolver el problema", ha señalado Macron.

India entra en la negociación, pero Brasil se queda al margen

La cumbre de Hiroshima también le ha dado a Zelenski la oportunidad de presionar el apoyo de otros asistentes, como el primer ministro indio, Narendra Modi, y el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.

El primer ministro indio le ha ofrecido toda su ayuda para poner fin al conflicto: “Es, para mí, una cuestión de humanidad y de valores humanos“. Sin embargo, el esperado encuentro entre Lula y Zelenski no ha tenido lugar "porque no hubo pasos" por parte del latinoamericano, según ha indicado el presidente ucraniano.

Según fuentes que han tenido acceso a las conversaciones del G7, Lula ha cuestionado que las conversaciones sobre la guerra no se estén llevando en el marco del Consejo de Seguridad de la ONU, mientras que Modi ha hablado "de forma contundente" sobre el principio de soberanía, en un aparente cambio de discurso.

Una vez terminada la cumbre, Volodímir Zelenski ha publicado un tuit en el que hacía un balance positivo y lleno de agradecimiento a sus socios: "G7, socios, Ucrania. Un día ajetreado de diplomacia para acercar la victoria ucraniana (...) El tema de Ucrania es principal. Es necesario. Estoy agradecido con todos los socios. Agradezco al primer ministro de Japón la invitación a participar en la cumbre, ¡Gloria a Ucrania!".

Desconfianza en China como socio comercial

Aunque la determinación de ayudar a Ucrania a repeler la invasión rusa ha sido el mensaje clave de la cumbre del G7, el otro ha sido la desconfianza en China como socio comercial. Biden se ha reunido este domingo con los líderes de Japón y Corea del Sur para hablar de la interoperabilidad militar y la coerción económica a la que se enfrentan por parte de China.

Un día antes, los líderes del G7 esbozaron un enfoque compartido hacia China, con el objetivo de "reducir riesgos y no desvincularse económicamente" con un país considerado la fábrica del mundo.

En la declaración, el G7 también reafirmó la importancia de la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán. El Ministerio de Asuntos Exteriores chino envió una queja a Japón expresando su firme oposición a dicho llamamiento.