Descubriendo el ETNO de València, el mejor museo europeo del año
- Un jurado de 9 expertos le ha otorgado el premio más valorado del sector por su trayectoria como defensor de la cultura y la tradición de los pueblos
- Reconoce el compromiso del museo con la divulgación de una forma innovadora
El Museo Valenciano de Etnología ha recibido el premio al Mejor Museo Europeo del Año (European Museum of the Year Award-EMYA), otorgado por un jurado de expertos. Reconoce el compromiso del museo con la divulgación de la cultura de los pueblos de una forma innovadora. Joan Seguí, director del museo, dice que llevan años intentado innovar, “intentando ser originales, intentando, a través de los postulados de la antropología, hacer llegar mensajes”.
“Una institución con un fuerte fundamento ético y un compromiso apasionante“
El jurado ha valorado el museo como una institución que tiene un “fuerte fundamento ético y un compromiso apasionante. Un museo que busca dar respuesta al derecho de las comunidades locales de entender su pasado y reconocer sus experiencias”. También ha influido la manera en la que exponen el contenido del museo, centrados en “ser diferentes”, didácticos, e incluso interactivos, y en crear sensaciones y experiencias. La sala “La ciudad, local y global” ha sido el punto fuerte para que l’Etno obtuviera el premio.
40 años del Museo Valenciano de Etnología
Joan Francesc Mira, antropólogo y sociólogo valenciano, fundó este museo en la Diputación de València a principios de los años 80. Hoy son 24 personas las que trabajan en el equipo, entre ellas, dos restauradoras. La sala permanente “¿Por qué es difícil ser valenciano?” se creó en el curso 2008-2009 y se reformó hace dos años. Está compuesta por tres salas diferentes, la más llamativa dedicada a “La ciudad” y ha sido el detonante para recibir el galardón.
Podemos encontrar desde una cabina de teléfono de los años 80 a una recreación de una habitación de alrededor de 1930. Son objetos que, según indican algunos de los visitantes, muchos pueden reconocer en las casas de sus abuelos o en sus propias casas, cuando eran pequeños, y ya no pueden volver a ver.
El museo también hace visitas guiadas para colegios, los niños remarcan que les encanta encontrar cosas del pasado que nunca habían visto. Es una exposición donde los carteles luminosos, un 600, una máquina de coser antigua, un carruaje tartana o utensilios de cocina, no dejan indiferente a nadie.
Didáctico, innovador e interactivo
Además de la sala permanente, el museo cuenta con exposiciones temporales como la dedicada al Levante UD y sus orígenes. Pone el foco en la historia del club granota y su evolución con el paso del tiempo. Hace hincapié en la fusión de los dos equipos que crearon el Levante UD actual: el Gimnástico FC y el Levante Foot-ball Club. Cuenta con equipaciones antiguas, trofeos y fotografías, entre otros.
“Trabajamos sobre el pasado, pero con términos del presente“
L’Etno no es el primer museo de etnología que gana el certamen, pero sí el primero de antropología española. Otros que ya lo han obtenido son el Guggenheim de Bilbao, en el año 2000, o el MARQ de Alicante, en 2004. Joan Seguí explica que fue una sorpresa recibir el premio porque se consideran un museo pequeño, pero que es un impulso para todo el equipo: “Somos un museo relativamente pequeño y cuando te viene una cosa tan grande te cuesta entender, ¿por qué nosotros? Trabajamos sobre el pasado, pero con términos del presente, trayendo el pasado con las problemáticas presentes”.
La etnología, una ciencia difícil de hacer llegar al público
Según la RAE, la etnología es la ciencia que estudia comparativamente los orígenes y expresiones de la cultura de los pueblos, a partir de los datos proporcionados por la etnografía. Se trata de una definición difícil de trasladar a los visitantes de un museo.
“La etnología estudia la cultura, tanto la que llamamos tradicional, como la que tenemos actualmente“
Josep Vicent Aguilar, conservador de l’Etno, explica que “la etnología estudia la cultura, tanto la que llamamos tradicional, como la que tenemos actualmente. Somos el museo que define las formas de vida, las formas de ver el mundo, de una manera determinada. Los museos etnológicos son los más numerosos. Es donde una comunidad guarda lo que considera que le define”. El conservador dice que el objetivo principal es “que la gente cuando venga al museo se plantee ciertas cosas, que mire la realidad que les rodea de otra manera. Aquí planteamos fenómenos globales que nos envuelven”.
“Los museos etnológicos (...) son aquellos en los que la comunidad guarda lo que le define“
Las salas del museo son también un ejemplo del esfuerzo de l’Etno por cumplir con sus objetivos. Aguilar destaca las tres salas que componen la exposición permanente y su composición transgresora, “la ciudad, las zonas de huerta y marjal, y la tercera parte, que trata las zonas de interior: el secano y la montaña, son las tres salas permanentes. Concretamente, en la sala de la ciudad hemos tratado de mostrar esa dinámica, a veces conflictiva, entre lo local y lo global. Espacios que se van transformando por la globalización económica y cultural, así las ciudades van igualándose, estamos asistiendo a un momento en el que esa ciudad que conocíamos, nuestra calle, nuestra casa, los comercios tradicionales, se va convirtiendo en urbano”.
Un espacio educativo, en definitiva, similar a una máquina del tiempo, que nos hace caminar por el pasado, desde nuestro presente.