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Detenido en Sudáfrica uno de los presuntos responsables del genocidio de Ruanda en 1994

  • Fulgence Kayishema era uno de los sospechosos más buscados
  • Se le acusa de planificar y ejecutar la matanza de más de 2.000 tutsis en la Iglesia Católica de Nyange

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Fulgence Kayishema, uno de los principales acusados del genocidio en Ruanda
Fulgence Kayishema, uno de los principales acusados del genocidio en Ruanda

El tribunal de Naciones Unidas por los crímenes de guerra cometidos en Ruanda en 1994 ha anunciado este jueves que uno de los sospechosos más buscados por el genocidio, Fulgence Kayishema, ha sido detenido en Sudáfrica.

Se alega que Kayishema planificó y ejecutó la matanza de más de 2.000 tutsis en la Iglesia Católica de Nyange durante el genocidio de 1994 en Ruanda, según ha señalado el Mecanismo Residual Internacional para Tribunales Penales (IRMCT).

El genocidio comenzó el 7 de abril de 1994 tras el asesinato el día anterior de Habyarimana (hutu) y el presidente de Burundi, Cyprien Ntaryamira (hutu), cuando el avión en el que viajaban fue derribado sobre Kigali. Los magnicidios, de los que el Gobierno ruandés acusó a los rebeldes tutsis del Frente Patriótico Ruandés, desató la matanza de unos 800.000 tutsis y hutus moderados en unos 100 días, una de las peores matanzas étnicas de la historia reciente.

A día de hoy, todavía se están descubriendo fosas comunes, especialmente desde que los condenados han cumplido sus penas han aportado información sobre el lugar en el que enterraron o abandonaron a sus víctimas.

Prófugo durante más de 20 años

Kayishema ha estado prófugo desde 2001. "Fulgence Kayishema ha estado prófugo durante más de 20 años. Su detención asegura que finalmente se enfrentará a la justicia por sus presuntos delitos", ha anunciado el fiscal de IRMCT, Serge Brammertz.

Kayishema fue acusado por el Tribunal Penal Internacional para Ruanda de Naciones Unidas en 2001, que lo acusó de genocidio y crímenes de lesa humanidad por asesinatos y otros delitos cometidos en la prefectura de Kibuye.

Brammertz ha afirmado que la investigación que ha conducido a su detención involucró a varios países tanto de África como de fuera del continente y que ha sido posible gracias al apoyo y la cooperación de las autoridades sudafricanas.

Durante su periodo fugado, Kayishema utilizó diversos alias y documentos falsos para ocultar su identidad, al tiempo que recibió apoyo de familiares y antiguos miembros de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) -un grupo armado rebelde fundado e integrado principalmente por hutus responsables del genocidio- y otras personas qeu respaldan la ideología genocida del movimiento Poder Hutu.