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Elecciones 28M

De la presunta compra de votos al 'tema Bildu' pasando por los pactos: ¿de qué se ha hablado en la campaña del 28M?

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Resumen de la campaña electoral del 28M: Dispositivo electoral para las elecciones municipales en Barcelona
Un operario organiza el material electoral para las elecciones municipales en Barcelona.

Con un ritmo cada vez más frenético, la campaña para las elecciones municipales y autonómicas de este domingo llega a su fin esta misma noche. Han sido 15 días en los que los candidatos locales y autonómicos se han lanzado a por el voto y los líderes de los partidos nacionales se han echado a la calle mañana, tarde y casi noche para arañar todos los votos posibles en unos comicios que apuntan a muy apretados en algunas plazas. Saben todos que de lo que ocurra este 28M- quién gane, quién gobierne, con qué alianzas y con qué líneas rojas- dependerá también en parte las elecciones generales, a la vuelta de la esquina.

Esta ha sido una campaña atípica, abrupta y con 'sorpresas' inesperadas con las que no contaban los partidos y que han obligado a recolocar estrategias y discursos. Da igual lo medida que esté una campaña electoral si un día antes estalla una polémica relacionada con Bildu, con todo lo que ello supone, o si a días de que acabe la campaña la sombra de la compra del voto se apodera del debate político.

¿De qué se ha hablado en la campaña de este 28M?, ¿qué mensajes principales han lanzado los partidos?, ¿qué han dicho los principales líderes? Resumimos 15 días de campaña que ha dado mucho de sí:

Bildu, protagonista la primera semana de la campaña

Los días previos al arranque de la campaña de este 28M estuvieron muy marcados por los anuncios del Gobierno en relación con la vivienda, por la polémica generada a causa de la rebaja de condenas con la ley 'del solo sí es sí'- que llevó al gobierno de coalición a su mayor crisis y obligó a la reforma de la ley- y por otra polémica, la de los regadíos de Doñana, junto al problema acuciante de la sequía en diferentes regiones. Y todo hacía pensar que la campaña iría por estos derroteros, pero justo en el arranque el 11 de mayo un asunto se colaba de lleno en el debate y marcaba toda la primera semana de campaña. No fue otro que las listas electorales de EH Bildu, con 44 condenados por pertenencia a ETA, siete de ellos con delitos de sangre, que terminaron por renunciar tras días en el ojo del huracán.

A Sánchez le pilló la noticia en Washington reunido con el presidente de los EE.UU, Joe Biden, y se vio hablando de ETA a las puertas de la misma Casa Blanca, para decir: "Hay cosas que pueden ser legales, pero que no son decentes".

Durante los primeros días de la campaña no hubo otro asunto en el foco, por mucho que los candidatos locales y autonómicos quisieran desviar la conversación hablando de propuestas y asuntos de preocupación en su tierra. Cada mitin, cada acto, cada entrevista y cada debate electoral, fuese de quien fuese, terminaba copado por Bildu y ETA.

La ofensiva del PP, Cs y Vox contra el PSOE por sus "pactos y alianzas" con Bildu fue total en esos primeros días. Sánchez trató de esquivar el tema en los primeros mítines en los que no hacía referencia, pero finalmente tuvo que entrar y lo hizo en un cara a cara durísimo con el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en plena campaña. El presidente acusó al PP de "usar a ETA y el dolor de las víctimas", de ser "infames", de "mentir", de "haber negociado con ETA" en tiempos de José María Aznar y de "no soportar" que el final de ETA lo firmase el PSOE con un Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. No menos duro, el líder del PP le dijo a Sánchez que era "más generoso con los verdugos que con las víctimas", le acusó de ser "indecente" por sus pactos con Bildu y de "dañar la democracia".

El PP centraba cada mitin en este asunto, pero entonces hubo un giro. La presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata a la reelección, Isabel Diaz Ayuso, dio un paso más que su partido para instar a pedir la ilegalización de EH Bildu, alineándose con la tesis más duras de Vox. No gustó en sectores del PP que no ven factible solicitar esa ilegalización. La propia Fiscalía concluyó en medio de la campaña que EH Bildu es una formación "democrática".

Sánchez pone el foco en los anuncios y Feijóo en concentrar el voto

Tras esa primera semana protagonizada por las listas de Bildu, el suflé fue bajando y los partidos consiguieron 'colar' otros asuntos en campaña poco a poco. Sánchez volvió a la estrategia 'un mitin, un anuncio' empalmando acto tras acto anuncios de proyectos que serían aprobados en el Consejo de Ministros de la última semana de campaña- una partida de 580 millones de euros para la atención primaria, una nueva inversión de 38 millones para reforzar la salud mental y la primera ley de representación paritaria en órganos constitucionales-. Este carrusel de anuncios le ha valido las críticas de todos los partidos de la oposición- y de su socio de gobierno de coalición, Unidas Podemos-, y el PP le ha apodado en cada mitin "el hombre milanuncios". Ven "obscena" la "subasta" en la que, creen, Sánchez ha convertido la campaña electoral. El presidente les ha contestado con una frase repetida en todos los mítines ante el aplauso de los militantes: "Yo no anuncio, yo hago. Yo no anuncio, yo publico en el BOE".

Feijóo, por su parte, ha tratado en la recta final de la campaña de centrar su mensaje en un objetivo claro: recoger en el PP todo el voto conservador para "sacar a Sánchez de La Moncloa". En todo momento el PP ha planteado estas elecciones como un fin de ciclo con una promesa repetida en cada mitin: "derogar el sanchismo" como primera prioridad de los 'populares'. Y para ello el líder del PP ha apelado directamente a todos los votantes de Ciudadanos- partido que puede quedar completamente fagocitado en estas elecciones-, a los votantes de Vox- partido con el que no quiere pactar, pero con el que no descarta pactar- y, repitiendo la estrategia de Juanma Moreno en Andalucía, a los votantes "cabreados" del PSOE. Feijóo también ha tratado de colar en campaña la petición al PSOE de dejar gobernar a la lista más votada, con poco éxito.

Cs apela a resistir; Podemos, a condicionar al PSOE y Vox, a gobernar con el PP

Ciudadanos ha luchado en esta campaña contra el gigante de las encuestas que vaticinan su práctica desaparición. Con un liderazgo muy difuso entre la portavoz nacional, a su vez candidata a la Presidencia de Baleares, Patricia Guasp; el secretario general, Adrián Vázquez, y la portavoz parlamentaria, Inés Arrimadas, los 'naranjas' han buscado mitin tras mitin colar un mensaje en contra de un "bipartidismo salvaje" que definen como "corrupción, enfrentamiento y pactos con extremistas". Afean al PSOE sus alianzas con Podemos y a PP, sus pactos con Vox, y se ven como los únicos garantes de la centralidad en España. Creen que "darán la sorpresa" y serán llave de gobiernos autonómicos y municipales.

Podemos, por su parte, ha mantenido una idea fuerza en esta campaña: "Si Podemos no está, los cambios no llegan". Los morados se venden como "imprescindibles" para que el PSOE "no se derechice" y abogan por "mantener en cada territorio una fueza importante" que posibilite gobiernos de coalición. Quiere mantener los que ya tiene juntos al PSOE (Aragón, Comunidad Valenciana, Navarra, La Rioja, Islas Baleares e Islas Canarias) y extender su influencia en más plazas. Podemos se erige como la verdadera izquierda, saca pecho en cada mitin de sus "logros feministas con todo en contra" y carga contra un bipartidismo "que se necesita y se protege". La defensa de la ley de la vivienda ha sido otro de los hilos conductores de su campaña, hasta el punto de que definen este 28M como un "referéndum sobre el derecho a la vivienda". Contrastan los dardos muy afilados de Podemos con el PSOE en campaña mientras los socialistas ni rozan al partido de Ione Belarra en los mítines. Sánchez no los ha citado en ningún mitin y solo algún 'barón' ha hablado de la "incomodidad" que supone tenerlos en los gobiernos conjuntos.

Vox ha hecho una campaña muy dura contra el PSOE, pero también contra el PP. Claman contra un bipartidismo "que no cambia nada" y dicen que solo con ellos vendrá "el fin del 'sanchismo' de verdad" y el "cambio radical". Si tienen capacidad de gobernar o son decisivos en algún gobierno del PP, señalan, no van a "regalar los votos" y exigirán entrar en los gobiernos, como hicieron en Castilla y León. No aceptará ninguna línea roja de los 'populares' y se compromete a derogar de forma inmediata la ley 'trans', la ley de memoria histórica o las "leyes de género", entre otras. Prometen los de Santiago Abascal además impulsar la ilegalización de Bildu.

Melilla, Mojácar y Albudeite, en el punto de mira por la presunta compra de votos

En esta última semana de la campaña el debate entorno al racismo por los insultos al futbolista brasileño del Real Madrid Vinicius han ocupado espacio y titulares, pero si un asunto ha marcado y enfangado la recta final de la campaña esta última semana ha sido las presuntas tramas de compra de votos con varios puntos del país bajo sosprecha: Melilla, Mojácar (Almería) y Albudeite (Murcia).

No es novedad que sobre Melilla se alargue la sombra del fraude electoral, pero este 28M la situación se ha elevado al máximo por el disparado número de solicitudes en el voto por correo, unas cifras nunca vistas y que solo levantaron sospechas de que algo raro estaba pasando. El número de solicitudes para votar por correo ascendía al 21% del total del censo, mientras que en el conjunto de España la cifra se sitúa en el 3% de media. La presunta trama se ha saldado con diez detenidos, entre ellos el ya consejero cesado de Juventud y Participación Ciudadana, Mohamed Ahmed Al-lal -número tres en la lista de Coalición por Melilla- y a un familiar del presidente de este partido, Mustafá Aberchan, a su vez inhabilitado por su condena en 2008 por prácticas irregulares en las elecciones generales de ese año. De los 11.727 votos por correo solicitados se han ejecutado hasta este viernes 3.612.

Asaltos a carteros que repartían las papeletas en barrios desfavorecidos de Melilla, escolta para estos trabajadores de Correos, ofrecimientos de 80 euros por voto y todo en medio de una presunta operación contra el narcotráfico convierten este fin de campaña en algo más que turbio en la ciudad autónoma.

Pero cuando todo el foco estaba en Melilla, saltaban las alarmas en Mojácar (Almería) con siete detenidos, entre ellos dos candidatos socialistas en el Ayuntamiento, por otra presunta trama de compra de voto que ofrecía 100 euros por sufragio y ayudas futuras.

A horas de que acabe la campaña, este jueves se conocía otro presunto caso más con 13 detenidos en Albudeite (Murcia) con otros dos candidatos del PSOE en una investigación que llegaba la Guardia Civil tras una redada por tráfico de drogas. Mientras, un juzgado investiga una denuncia de supuesto fraude de voto por correo en La Gomera.

Un goteo de casos- se han interpuesto denuncias además en municipios de Huelva, Alicante o Zamora- ante los que Feijóo dijo este jueves estar "perplejo, sorprendido y preocupado". Pidió explicaciones al presidente del Gobierno ante la "gravedad" de los hechos, pero Sánchez no se refirió a estas presuntas tramas en el mitin que tuvo en Madrid, aunque sí acusó a la derecha de "embarrar la campaña". Desde Ferraz han asegurado ser "contundentes" con los casos de candidatos afectados con expulsiones y creen que lo ocurrido en estos últimos días invita a una "reflexión".

La campaña llega a su fin, por tanto, con mucha tensión y con el foco puesto en cuestiones que poco tienen que ver con el día a día del ciudadano. De esas propuestas concretas se ha hablado menos en esta campaña, pero en RTVE.es ofrecemos la solución: si quieres saber qué propone cada partido en tu comunidad solo tienes que consultar el comparador de programas.