Erdogan alaba la "victoria de la democracia" y prioriza la economía tras su reelección: "El ganador es Turquía"

• El líder turco ha prometido bajar la inflación, que se sitúa por encima del 40% interanual
• Su victoria frente a Kiliçdaroglu le mantiene en el poder durante cinco años más

Tayyip Erdogan se dirige a sus seguidores desde el Palacio Presidencial, en Ankara

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha aludido a la victoria de Turquía y de "nuestra democracia" en su primer baño de masas tras su reelección en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales celebradas este domingo. El líder del AKP, que se ha impuesto al opositor Kemal Kiliçdaroglu con el 52,14% de los votos, ha asegurado ante los seguidores que le vitoreaban en Ankara que la inflación es el problema más urgente del país.

"No soy el único ganador, el ganador es Turquía y nuestra democracia", ha asegurado el líder turco ante los miles de seguidores que le vitoreaban en el Palacio Presidencial de la capital turca. "Doy las gracias a cada uno de nuestro pueblo que una vez más nos dio la responsabilidad de gobernar el país cinco años más", ha añadido.

La victoria de este domingo convierte a Erdogan, que lleva dos décadas encabezando la deriva autoritaria del país, en el líder turco que más tiempo ha permanecido en el poder después del fundador de la república turca, Mustafá Kemal Atatürk.

Kiliçdaroglu, líder de una coalición de seis partidos muy diversos, no ha conseguido arrebatarle la presidencia y el presidente comenzará una nueva legislatura con el reto de reflotar la economía turca y con la ventaja de contar con la mayoría parlamentaria tras la victoria de su partido en las elecciones legislativas.

Promete bajar la inflación

Después de afirmar que la inflación del país, que ahora es superior al 40% interanual, bajaría tras el recorte del tipo de interés oficial al 8,5% desde el 19% de hace dos años, ha asegurado que su gobierno está "diseñando una economía centrada en la inversión y el empleo, con un equipo de gestión de las finanzas que goza de reputación internacional".

"La cuestión más urgente de los próximos días es eliminar los problemas derivados de la subida de precios provocada por la inflación y compensar las pérdidas de bienestar", ha asegurado el líder turco, que ha dicho que "es hora de dejar a un lado las disputas de la campaña electoral y lograr la unidad y la solidaridad en torno a los sueños de nuestra nación".

"Nuestros corazones y nuestras manos seguirán estando en la región del terremoto", ha dicho Erdogan durante su discurso desde el Palacio Presidencial, desde donde también ha asegurado que reparar los daños causados por la masacre que asoló el sur del país seguirán siendo las prioridades del país.

Los comicios de este domingo llegaban tan solo tres meses después de los terremotos que acabaron con la vida de más de 50.000 personas. La gestión de la masacre, sin embargo, no ha pasado factura al líder del AKP, que en la primera vuelta ya logró apoyo en las zonas más afectadas por los temblores, en las que se esperaba un voto de castigo.

Reitera su promesa de no liberar al político prokurdo Demirtas

Erdogan, que ya se había dirigido a sus seguidores en una breve intervención desde Estambul antes de conocer los resultados finales, ha reiterado desde Ankara su promesa de no liberar al político izquierdista prokurdo Selahattin Demirtas, encarcelado desde 2016.

Asimismo, ha recordado que su rival, el socialdemócrata Kemal Kiliçdaroglu, que ha cosechado el 47,9% de los votos, el mejor resultado de la oposición en la era Erdogan, había prometido poner en libertad a Demirtas, conocido como "Selo" por sus seguidores, aplicando las decisiones judiciales correspondientes.

El líder turco ha culpado a Demirtas, un político que había conseguido convertir al partido prokurdo en la opción principal de la izquierda de toda Turquía, de haber causado la muerte de 51 "hermanos kurdos" en 2014 por un discurso en el que animó a manifestarse contra el asedio del Estado Islámico (EI) a la ciudad kurda de Kobani en Siria.

Asimismo, Erdogan ha insistido en su intervención en el carácter islámico de su Gobierno y ha prometido "no dejar sin pastor" a los musulmanes.