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Embalses: las reservas de agua para el consumo aumentan dos puntos en una semana, hasta el 49,3%

  • La reserva hidráulica total aumenta en 1.294 hm³ en la última semana, de modo que los embalses peninsulares se encuentran a un nivel medio del 54,3%

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Estado de los embalses en España, en datos
Análisis del estado de los embalses que acumulan agua para el consumo humano, en DatosRTVE.

Esta noticia se actualiza una vez a la semana, con los últimos datos del boletín hidrológico del Ministerio para la Transición Ecológica.

La reserva hidráulica en España ha experimentado un aumento significativo respecto a la última semana. En conjunto, ha aumentado en 1.294 hectómetros cúbicos, de modo que la reserva total de agua en los embalses peninsulares se encuentra al 54,3%, 2,3 puntos más que hace siete días, un nivel cuatro puntos mayor que el año pasado por estas fechas (50,5%) y al mismo nivel que la media de agua almacenada de los últimos diez años (53,6%).

Por su parte, el volumen de las presas destinadas a la producción de energía eléctrica sube 2,6 puntos respecto a la última semana, de forma que estos embalses se encuentran al 65,6% de su capacidad.

Pero lo más importante es que los embalses de uso consuntivo —aquellos cuyo fin es el consumo humano y la agricultura— se encuentran al 49,3%, según los datos del último informe semanal del Boletín Hidrológico, publicado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco). Son 2,2 puntos más que la semana anterior, respecto a la cual las reservas han ganado 845 hectómetros cúbicos.

En definitiva, el volumen de agua en los embalses para el consumo humano alcanza los 19.125 hm³, de modo que en la mayor parte de España hay ahora notablemente más agua almacenada que en las mismas fechas del año pasado (38,4%). Es también ligeramente mejor que el valor medio de la última década (48,1%), aunque hay zonas de España, en especial en la cuenca del Segura, donde las muy escasas precipitaciones tienen a sus pantanos en una situación muy delicada.

El nivel de agua en los embalses es bastante desigual dentro del territorio peninsular. Las cuencas que menos agua almacenan en relación con su capacidad son la del Segura (20,5%, una décima menos que hace una semana), Guadalete-Barbate (28,5%, baja una décima), la Cuenca Mediterránea Andaluza (28,8%, baja una décima) y las cuencas internas de Cataluña (32,3%, seis décimas menos). Por el contrario, las que están en mejor situación relativa son, por lo general, las cuencas septentrionales, pero son también las de menor capacidad. Ocurre en las cuencas internas del País Vasco y en el Cantábrico Oriental.

Sigue leyendo para conocer al detalle la situación de los embalses en España.

La situación embalse a embalse

Los gráficos que se presentan a continuación recogen el estado y la evolución de las 16 cuencas hidrográficas peninsulares españolas, y de todos sus embalses, con los datos mes a mes desde 1988, recopilados por DatosRTVE del boletín hidrológico del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco).

Situación de los embalses en:

En España hay 374 embalses con una capacidad total de almacenamiento de 56.000 hectómetros cúbicos (hm³) de agua, lo que supone aproximadamente el 50% del caudal fluvial del país. En el año hidrológico 2023-2024 se han añadido dos nuevos embalses: el de Irueña, en la confederación hidrográfica del Duero, y el de La Colada, en la del Guadiana. El más grande es de La Serena, en Badajoz (3.219 hm³, el tercero más grande de Europa), y el segundo más grandes es el de Alcántara, en Cáceres (3.160 hm³). En total, nueve embalses superan los 1.000 hectómetros cúbicos de capacidad.

Entre los embalses que muy a menudo aparecerán vacíos en este listado está el de Valdeinfierno, en la cuenca del Segura, que se construyó en el siglo XVIII y cuya finalidad principal es retener el agua para el aprovechamiento del regadío y para proteger a las poblaciones de las crecidas del río Luchena, igual que la presa de Algar respecto a las crecidas del río Palancia, en Valencia.

La evolución cuenca a cuenca

A continuación se puede analizar la evolución del nivel de agua embalsada en cada cuenca hidrográfica española desde 1988 y la comparación del porcentaje actual con el de la media de los últimos cinco años y la última década.

Los niveles de en torno al 85% de capacidad que alcanzaron los embalses españoles en la primavera de 2013 o 2014 no se han repetido en la misma estación desde entonces, en un descenso que es más acusado en la vertiente Atlántica, donde están algunos de los principales ríos españoles y los que más han sufrido esta tendencia, en especial las cuencas de los ríos Guadiana, Guadalete-Barbate y el Guadalquivir.

Precipitaciones acumuladas un 8% por debajo de la media

El 1 de octubre empezó el nuevo año hidrológico y, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), las precipitaciones acumuladas hasta el 21 de enero son de 250 litros por metro cuadrado, lo que representa alrededor de un 8% por debajo del valor normal correspondiente a estas fechas, que sería de 271 l/m².

Las cantidades acumuladas se hallan por debajo de la media en gran parte del cuadrante noroeste de la península, en puntos de Cataluña, en Extremadura, en la mitad sur y este de Castilla-La Mancha y en zonas de Murcia, Alicante y Albacete, junto con la costa sureste de Andalucía. Por el contrario, en el resto del cuadrante nororiental peninsular las precipitaciones superan los valores normales y en áreas como del este de la provincia de Teruel, el interior de Valencia y el sur de Castellón las cantidades duplican esos valores. En el archipiélago balear, con la excepción de la mitad sur de la isla de Mallorca, las cantidades están por debajo de los valores normales para el periodo 1991-2020, al igual que en todas las islas Canarias, salvo en el noroeste de la isla de La Palma.

Sequía prolongada en el 12% de la península

En relación con lo anterior, el 11,9% de la superficie peninsular estaría en situación de sequía prolongada, según los últimos datos recopilados por el Ministerio de Transición Ecológica (Miteco), correspondientes al 31 de diciembre.

El año hidrológico comenzó con un mes de octubre extremadamente húmedo, el de mayor cantidad de precipitaciones desde que hay registros, un mes marcado por la catastrófica DANA que el 29 de octubre afectó al levante peninsular, especialmente a la provincia de Valencia y, en menor medida, a las de Albacete, Ciudad Real y Cuenca. Sin embargo, tanto noviembre como diciembre han sido meses muy secos en la península. En Canarias y Baleares, diciembre también fue un mes seco.

En consecuencia, se ha registrado un aumento de las unidades territoriales en situación de sequía prolongada, que pasaron de seis en noviembre a 24 en diciembre, debido a la cuenca del Guadiana, por un efecto estadístico. El resto de zonas en sequía prolongada corresponden a las cuencas mediterráneas de Andalucía (4), Duero (2), Guadalquivir, Júcar y Tinto, Odiel y Piedras.

Por otra parte, y según los datos del Miteco, el 21,5% del territorio se encuentra en situación de emergencia (4,7%) o alerta/excepcionalidad (14,8%) por escasez de agua. La escasez coyuntural de agua está relacionada con los posibles problemas de atención de las demandas, independientemente de la disponibilidad de recursos hídricos.

Así se encuentran en especial la mayor parte de Cataluña y Andalucía, la cuenca del Guadiana en Castilla-La Mancha, y el sur de la Comunidad Valenciana. Pese a que noviembre y diciembre fueron meses muy secos, la situación se mantiene bastante similar, por la inercia de las lluvias de octubre, si bien hay que subrayar que el carácter torrencial de las lluvias de la DANA no sirve para resolver de forma generalizada los problemas relacionados con la sequía.

Sobre esta información

Para actualizar los datos principales que se reflejan en el texto de esta noticia se utilizan los ofrecidos por el Miteco desde su boletín semanal. No obstante, los gráficos utilizan la información disponible desde 1988, también suministrada por el organismo, "sujeta a revisión y validación", por lo que los datos podrían variar ligeramente.