Paola Ugaz, la periodista que destapó abusos en la Iglesia peruana: "Quieren mis comunicaciones con las víctimas"
- Es una de las periodistas que destapó los abusos de menores cometidos por el Sodalicio
- Ugaz ha denunciado también los negocios sucios que manejan los dirigentes de la organización católica
Paola Ugaz (Lima, 1974) es periodista de investigación. Su mantra es "más y mejor periodismo" frente a quienes la quieren amordazar. Su pluma molesta a los más poderosos de Perú. Cuenta con una larga trayectoria firmando en medios como IDL-Reporteros, EFE, Terra Magazine, La República, La Mula o ABC. En estos momentos su vida pende de notificaciones judiciales, llamadas de abogados, amenazas, angustia e incertidumbre porque destapó los casos de abusos de menores cometidos por el Sodalicio, una comunidad que pertenece a la Iglesia católica. Su valentía fue premiada en 2021 con el Premio al Coraje en Periodismo que entrega la Fundación Internacional de Mujeres en Medios de Comunicación.
PREGUNTA: ¿En qué momento te embarcas en esta investigación?
RESPUESTA: Un día me llamó Pedro Salinas, un periodista que había formado parte de la organización católica llamada Sodalicio y me pidió hacer un reportaje sobre las víctimas de abusos dentro de esta comunidad religiosa. A él lo buscó un examigo, que había sido víctima del número dos del Sodalicio, después habló con mucha gente y se dio cuenta de que había más víctimas de abusos sexuales. Me pidió formar parte del equipo de investigación, tenía mucho miedo porque es una organización muy complicada.
P: Y usted acepta y se implica en una investigación que ha durado más de cinco años...
R: La investigación duró cinco años, porque en el proceso a Pedro Salinas le hicieron mucho bullying en redes y nos dimos cuenta de que era como la Cienciología. El Sodalicio tiene mucha fuerza mediática. En el camino, en 2015, publicamos Mitad monjes mitad soldados, un libro que causó muchísimo revuelo. Era la primera revelación sobre la Iglesia católica en Perú. Se trataba de destapar a una organización misógina que buscaba a los niños de clase alta, blancos, les convencían de que estar allí era importante para mejorar en lo social y les inculcaban principalmente que 'quien obedece, nunca se equivoca'.
“Les convencían de que estar allí era importante para mejorar en lo social“
P: En 2016 publican una serie de reportajes en el diario La República. Y empiezan a caer las demandas.
R: Es como el final de la película Spotlight, la película de Mark Ruffalo, que aparecen llamadas, teléfonos y mucho caos… Pues ahí éramos Pedro y yo, dos periodistas independientes, sin el apoyo de grandes medios, y nos vimos obligados a canalizar un montón de denuncias. Más tarde, descubro que manejan ocho cementerios a nivel nacional, empresas agroexportadoras. En Piura tienen un montón de plata y, como están exentos de impuestos, ganan hasta un 40% más. Entonces, decido meterme en una investigación financiera y ahí empiezan mis problemas. Un abogado me dice "en este país no importan los potos, sino la plata". Es decir, no importan los cuerpos, ni los abusos contra las personas.
P: ¿Fue la periodista más demandada de Perú en 2019?
R: Sí. Se creó un ecosistema de desinformación. Un grupo de periodistas empezaron a buscar y a inventar mentiras sobre mí y sobre Pedro. Y así empieza todo. Escriben cosas rocambolescas como que yo comercializo con uranio y plutonio con Morgana Vargas Llosa en el norte del país y que por eso queremos que se vaya el Sodalicio. La retroalimentación era así. Ellos inventaban las noticias y, a su vez, las publicaban en los periódicos con portadas y todo, lo enviaban a la Fiscalía y utilizaban a políticos para que dijeran que me abrieran una investigación a mí y a Pedro.
En 2019 fui la periodista más demandada del país. Me llega a demandar un trabajador del Sodalicio porque aparecía 40 segundos hablando sobre ellos en un documental de Al Jazeera. Me puso tres demandas ordenándome que le exija a Al Jazeera que saque el documental de YouTube.
P: Entonces llegan a intentar involucrar a su pareja, Dan Collyns
R: Buscan involucrar a mi marido en todo este tema. Y, en paralelo, ellos siguen pidiendo cosas contra mí. La Fiscalía no se da cuenta o no quiere darse cuenta de que la misma persona que me ha demandado por difamación ha perdido en dos instancias. Y llegan a hablar de mis hijos... El director del portal La Abeja dijo que supuestamente se dedicaba a elevar el debate nacional, pero ¿cómo se eleva el debate nacional hablando de mis hijos? No sé qué tienen que ver mis hijos en todo esto. Y el abogado paró y dijo 'bueno, se ha hablado de los hijos, pero no se ha hablado ni de secuestro ni de asesinato'. Le gané la demanda, el juez dijo que él no tenía la razón.
P: El caso llegó al papa. ¿Le recibió en el Vaticano en noviembre de 2022?
R: Nuestro caso llegó hasta el papa Francisco en abril de 2019. Al principio, se inicia la primera demanda y condenan a Pedro Salinas, pero gracias a que el papa interviene, nos quitan los juicios y le quitan a Pedro la condena. Después, el nuncio apostólico anterior me dijo "te quieren hacer daño, es bueno que te reúnas con el papa Francisco". Pero cuando estoy a punto de ir a Roma se cierra por la pandemia. Regreso a Lima y salen las portadas contra mí. El año pasado al fin consigo reunirme con el jefe de Estado del Vaticano. Quería que fuera audiencia pública para que quedara claro el simbolismo de que era la primera reunión de él con una periodista que ha investigado abusos a menores de la Iglesia.
P: El papá no consiguió que te dejaran en paz...
R: Al principio fue super bueno para nosotros. Era una manera de solidarizarse y pensamos que era garantía de que no pasaría nada. En ese momento pensamos eso… Y nada, muy buena la reunión, estaba muy conectado a lo que estaba pasando. Me transmitió que para él era muy importante que las mujeres alcen su voz, o sea que él es muy consciente de eso y que apoya mucho que las mujeres periodistas puedan dar su voz. Y ahí acabó la visita y fue increíble porque yo llevaba el mensaje de mucha gente, de muchas víctimas, de mucha gente que ha sufrido.
Supuse que ahí acababa todo... (Se ríe) O sea, bueno, es lo que opinas, que ya todo está acabándose. Porque tú no puedes estar enganchado a una historia judicial toda la vida. O sea, tú tienes una vida, tienes que seguir…
P: Pero no fue así… ¿Su vida sigue pendiendo de "esa historia judicial"?
R: En 2023 me abren una demanda que es inconstitucional. Además de estar basada en fake news es inconstitucional porque tú no puedes investigar a una misma persona por dos hechos igualitos. Es el abecé del Estado de Derecho. La demanda salió una semana antes en un programa de televisión y a mi casa no había llegado un solo papel. Pido información a la Fiscalía, pero no es hasta una semana después cuando me llega la notificación, al día siguiente de salir una nota en El País de Mario Vargas Llosa solidarizándose y contando mi historia.
P: Y, ¿cómo estás? ¿Cómo vives el estar constantemente demandada?
R: Desde 2018 siempre he estado demandada… Estoy en peligro. En este país hay prisión preventiva, o sea que puedo ir a la cárcel a petición de la Fiscalía y pueden tomar muchas medidas. De hecho, en el documento donde me notifican la última demanda exponen entre otras cosas que se levanten mis comunicaciones. O sea, el levantamiento de comunicaciones es gravísimo. Porque, claro, quieren acceder a mis comunicaciones con las víctimas. Hay un montón de víctimas de abuso sexual, son gente vulnerable entre los vulnerables. Y ellos quieren acceder a eso. Eso es grave porque es un precedente nefasto.
P: ¿En algún momento se ha planteado abandonar Perú?
R: No. Absolutamente, no.
P: ¿Y su familia cómo lo lleva?
R: Eso es lo más duro, porque afecta a la familia, a mis hijos... El menor no, pero la chiquita sentía que no entendía lo qué pasaba, pero sabía que en la casa estábamos tensos.
P: ¿Siente que su trabajo ha servido para algo?
R: El tema principal de esta historia es el abuso a menores, y sobre eso no ha pasado absolutamente nada. Para mí el tema principal de esta historia es eso, que se destapa una organización católica de extrema derecha fundada en Perú llamada Sodalicio, que abusó de sus miembros. Y eso que en otros países como Irlanda o Estados Unidos, hubiera tenido consecuencias y aquí no ha pasado nada. Nada. El Congreso hizo una comisión muy importante sobre este tema, investigó y tenía muchísimos cambios legislativos. Increíble. Y de inmediato el poder del Sodalicio a través de varios partidos, pero sobre todo el fujimorismo, aplastaron la historia. No hay ningún cambio legal. Los niños y niñas siguen siendo objeto de autoridades que los vulneran.
“Los niños y niñas siguen siendo objeto de autoridades que los vulneran“
P: Tiene que ser muy frustrante… ¿No te rendirás?
R: No. Hay mucha solidaridad conmigo, ese es el lado increíble, es el lado bueno. Hago un montón de cosas para que se cuente mi caso, porque si no hay presión internacional acá no voy a conseguir nada. Es la única defensa.
Mi mantra es más y mejor periodismo. Soy reportera de toda la vida. Yo no puedo dejar el periodismo. Me pongo a firmar porque no hay otra. Es lo que hay que hacer. Es tanta violencia concentrada, y es tan peligroso lo que me pueda pasar que hay que contarlo... Hasta viejita en el asilo voy a estar ahí reporteando con las señoras. (Se ríe).
“Hasta viejita en el asilo voy a estar ahí reporteando con las señoras“