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Violencia machista

Pulseras de control telemático contra la violencia machista: "Ninguna mujer con un dispositivo GPS ha sido asesinada"

  • El asesinato de Ana Vanessa en Pontevedra ha puesto el foco en la necesidad de aumentar el número de estos dispositivos
  • El 016 es el teléfono de atención a víctimas de violencia de género, es gratuito y no deja huella en la factura

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Pulseras de control telemático contra la violencia machista

El asesinato machista de Ana Vanessa en Pontevedra este sábado ha puesto el foco en las pulseras de control telemático de los maltratadores. Su agresor tenía una orden de alejamiento de 300 metros que incumplió en al menos medio centenar de ocasiones, pero no contaba con uno de estos dispositivos, cruciales para vigilar que se cumple la distancia.

Los expertos piden que se asignen más pulseras de control en España, donde ya hay unas 3.600 activas. Aunque "no es un sistema infalible", reconoce el ex delegado del Gobierno para la violencia de género, Miguel Lorente, lo cierto es que "hasta hoy ha demostrado que ninguna mujer con un dispositivo GPS ha sido asesinada".

¿Por qué no se utiliza entonces en todos los casos? Según los datos de 2022, con más de 27.000 órdenes de protección adoptadas solo había algo más de 3.000 dispositivos activos. Entre algunos motivos detrás de esta baja cifra se encuentran razones como la distancia mínima para activarla.

"Requieren determinada gravedad, un riesgo elevado, y requieren también la cooperación de la víctima. Hay mujeres que por su trabajo o por sus circunstancias no quieren tenerlo", explica por su parte la fiscal especializada en violencia de género Susana Gisbert.

¿Cómo funciona el dispositivo?

En el caso del agresor, el dispositivo se compone de dos partes: un transmisor de radiofrecuencia, que es un brazalete que incorpora unos sensores que permiten detectar su manipulación, rotura o ausencia de contacto con la piel; y una ‘unidad 2Track’, que es un dispositivo de localización GPS similar a un teléfono móvil y que recibe la señal de radiofrecuencia que emite el transmisor. Este segundo dispositivo es el que también tiene la mujer que es víctima y donde recibe avisos en caso de que su agresor quebrante la orden de alejamiento.

La pulsera se instala tras el mandato del juez y, según los expertos, aunque se trata de una medida muy eficaz puede presentar múltiples fallos tecnológicos del sistema que desincentivan su uso. "A lo mejor si no se dieran falsas alarmas no se plantearía si llevarlo o no", sugiere Gisbert.

El Ministerio del Interior pidió en enero que se utilizaran más dispositivos de este tipo. Desde entonces, hay alrededor de 500 pulseras más activas.

El protocolo y los niveles de riesgo de Interior

La valoración del riesgo que sufre una víctima de violencia machista y las medidas que deben tomar las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para protegerla están regidas por un protocolo actualizado en 2019 por Interior que incluye desde la vigilancia intensiva del agresor hasta el acompañamiento permanente de la mujer maltratada y sus hijos.

La evaluación debe iniciarse desde el mismo momento en el que los agentes tienen conocimiento de un posible caso de violencia de género, ya sea a través de la denuncia de la víctima, de una tercera persona o por otros medios, en cuyo caso deben actuar de oficio. Una vez recabada toda la información se sitúa a la mujer en uno de los cinco niveles de riesgo existentes -no apreciado, bajo, medio, alto o extremo- y se informa al juez y al fiscal.

Cada nivel de riesgo lleva aparejado medidas policiales concretas para proteger a la víctima de "aplicación obligatoria e inmediata"; se deben personalizar y adaptar a casa caso y tienen que ser comunicadas a su receptora.

En caso de riesgo bajo, habrá contactos telefónicos o personales con la víctima. Si son personales, deberán ser discretos y se acordará con la víctima la conveniencia de que los agentes vayan o no de uniforme.Se facilitará a la mujer números de teléfono de contacto permanente, se la derivará a las oficinas de atención a víctimas y se indagarán los momentos de recepción de resoluciones judiciales, que pueden elevar la peligrosidad del agresor. A este se le requerirá la entrega de armas, si las tiene.

En casos de nivel medio, si procede se traslada a la víctima a un centro de acogida y se realiza un control policial ocasional del domicilio, lugar de trabajo y centro escolar de sus hijos menores; los agentes la acompañarán en actuaciones de carácter judicial, asistencias o administrativo si creen que puede haber riesgo. En lo que respecta al agresor, con ese nivel de riesgo se insta a la Fiscalía a realizar un seguimiento mediante dispositivo telemático de control y se comprueba periódicamente el cumplimiento de las medidas de protección impuestas.

En casos de riesgo alto, se añade a estas actuaciones el contacto con personas del entorno del agresor y la víctima para mejorar su protección, además del control aleatorio de los movimientos del maltratador. Por último, cuando haya riesgo extremo el control del agresor, de la víctima y de sus hijos será "permanente" e "intensivo".

Reevaluación periódica del riesgo

En cualquier caso, el nivel de riesgo se reevalúa periódicamente, además de someterse a revisiones especiales cuando se tiene conocimiento hechos significativos, como una nueva denuncia o un quebrantamiento.

La primera comprobación del riesgo se realizará una vez tenga lugar la primera actuación judicial o, en todo caso, en un plazo máximo de siete días desde la primera evaluación. Después, dependerá del nivel de riesgo asignado. Si la situación es de extrema gravedad, la reevaluación se efectuará antes de que pasen 72 horas; si el nivel es alto, en el plazo de una semana; si el nivel es medio, antes de los 30 días; si el nivel es bajo, antes de que pasen 60; y si no se aprecia riesgo, el caso se reevaluará en un plazo de 90 días.

Un caso de violencia de género solo podrá inactivarse en el Sistema VioGén si el riesgo del mismo se califica como "no apreciado" o en situaciones excepcionales de riesgo bajo que no tengan medidas judiciales en vigor y, tras contactar con la víctima, las circunstancias no aconsejen aumentar el riesgo.

Finalmente, un caso podrá inactivarse también con independencia del riesgo asociado en supuestos de "renuncia voluntaria, manifiesta y reiterada" de la víctima, siempre y cuando no cuente con medidas judiciales o una orden de protección en vigor.

Si necesitas ayuda: 016

El 016 atiende a todas las víctimas de violencia machista las 24 horas del día y en 53 idiomas diferentes, al igual que el correo 016-online@igualdad.gob.es, en 16 idiomas.

También se presta atención mediante WhatsApp a través del número 600000016, y los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10.

En una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062), y en caso de ser imposible realizar una llamada, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.