Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de la destrucción de una importante presa en Jersón
- La presa de Nova Kajovka, sobre el río Dniéper, se encuentra en territorio controlado por los rusos
- Las autoridades han comenzado la evacuación ante la previsión de que el agua alcance un punto crítico
- Guerra Ucrania - Rusia, sigue la última hora del conflicto en directo
La ruptura de la importante presa de Nova Kajovka, a orillas del río Dniéper, que divide a las tropas rusas de las ucranianas, ha provocado la evacuación de miles de residentes a ambos lados y daños ecológicos aún por cuantificar. Moscú y Kiev se acusan mutuamente del ataque y el agua amenaza a alrededor de 22.000 personas de 80 localidades.
Aunque de momento se desconoce el nivel de destrucción, la rotura del embalse ha inundado ya 24 poblaciones, según ha afirmado el ministro del Interior ucraniano, Igor Klymenko, a AFP. Con el suceso, Ucrania pierde otra de sus infraestructuras clave y el desastre también puede afectar a la producción de cereales.
La presa, contruida en la época soviética y situada en la región de Jersón, en una zona ocupada por las fuerzas rusas desde el inicio del conflicto, empezó a colapsar hacia las 2:00 hora local, cuando, según Zelenski, los rusos la volaron "desde dentro".
La administración militar ucraniana de Jersón ha advertido que la situación empeorará cuando se alcace el pico de inundaciones, que se espera para el miércoles, y ha advertido de que después "habrá un declive".
El alcalde impuesto por Rusia en Nueva Kajovka, Vladímir Leontiev, ha decretado el estado de emergencia y ha informado del comienzo de la evacuación en tres distritos cercanos a la presa. Cerca de 900 personas han sido trasladadas a otros lugares, según los servicios de emergencias rusas.
El nivel de agua en la localidad ha subido ya a 12 metros, mientras que en otras zonas cercanas han sido 11,2 y 7,3 metros. Cerca de 600 casas han sido inundadas y la rotura ha afectado a 14 localidades donde viven 22.000 personas, según el presidente del Gobierno impuesto por Moscú en la región, Andréi Alekseenko.
La afluencia de agua de la presa anegará aldeas y ampliará las riberas del río, que actualmente separa a ambos contendientes en Jersón: los ucranianos en la margen derecha (occidental), y los rusos en la izquierda (oriental). Vídeos sin verificar en redes sociales muestran una serie de intensas explosiones en la presa. En otros se puede ver el agua surgiendo entre los restos y a los vecinos expresando su malestar.
Ucrania habla de acto "terrorista" de Rusia
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, también ha difundido un vídeo de la presa destruida y ha acusado a los "terroristas rusos". "La destrucción de la prensa de la planta hidroeléctrica de Kajovka solo confirma a todo el mundo que deben ser expulsados de cada esquina de la tierra ucraniana. No se les debe dejar ni un solo metro, porque usan cada metro para el terror".
Más tarde, en su discurso nocturno, el líder ucraniano ha descrito el incidente como "una bomba medioambiental de destrucción masiva" y ha dicho que sólo la liberación de todo el país podría dar garantías contra nuevos actos "terroristas". Ha añadido que la destrucción de la presa "no detendrá a Ucrania ni a los ucranianos", que seguirán liberando "toda nuestra tierra".
El asesor de la oficina presidencial ucraniana, Mijailo Podolyak, ha considerado que el própósito de Rusia "es obvio". "Crear obstáculos insalvables en el avance ucraniano; tomar la iniciativa informativa; ralentizar un final justo de la guerra", ha escrito en Twitter.
Moscú: "Es un sabotaje deliberado del régimen de Kiev"
Rusia ha negado las acusaciones ucranianas y ha acusado a su enemigo de "sabotaje deliberado". "Negamos rotundamente estas acusaciones. Se trata de un sabotaje deliberado, planeado y organizado por el régimen de Kiev", ha declarado el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
La agencia rusa TASS asegura que las tropas ucranianas han atacado la infraestructura a primera hora de la mañana del martes "usando, presumiblemente, misiles disparados de un sistema de lanzamiento múltiple de cohetes tipo Olja [Vilja, en ucraniano]".
El alcalde instalado por Rusia en la localidad de Nova Kajovka, Vladimir Leontev, ha asegurado que una serie de ataques ucranianos han causado un agujero en la estructura y que será imposible reparar la presa.
"Creo que al igual que fue construida en la década de 1950, tendremos que hacerlo de nuevo después de nuestra victoria", ha declarado Leontiev en una entrevista con la televisión pública rusa.
"Los sistemas de alcantarillado ya se han inundado y parte de las líneas eléctricas han sido destruidas debido a que el agua es descargada sin control", ha asegurado, a la vez que ha pronosticado que en 72 horas el nivel del agua volverá a niveles habituales.
La ONU alerta de consecuencias "devastadoras"
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha condenado el ataque, consecuencia directa, ha dicho, de la invasión rusa de Ucrania, aunque ha matizado que no disponen de "información independiente" sobre cómo se ha producido.
"Naciones Unidas no tiene acceso a información independiente sobre las circunstancias que han llevado a la destrucción en la presa de la central hidroeléctrica de Kajovka. Pero una cosa está clara: se trata de otra consecuencia devastadora de la invasión rusa de Ucrania", ha dicho Guterres ante los medios.
Estados Unidos, por su parte, "no está seguro" de quién es el culpable de la rotura de una presa en Ucrania, pero, según el embajador adjunto de EE.UU. ante la ONU, no tendría sentido que Ucrania se lo hubiera hecho a su propio pueblo y territorio.
La presa tiene 30 metros de alto y 3,2 kilómetros de largo, y alberga un volumen de 18 millones de metros cúbicos de agua. Fue construida en 1956 sobre el Dniéper como parte de la planta hidroeléctrica del mismo nombre.
Además de servir para la generación de energía, el agua del embalse surte a la central nuclear de Zaporiyia, río arriba, para refrigerar sus reactores. La empresa estatal ucraniana de la energía atómica, Energoatom, ha asegurado que de momento la situación en la central está bajo control.
Asimismo, según ha informado el Organismo Internacional de Energía Atómica, la gran balsa de refrigeración de la central nuclear situada sobre el embalse de la presa afectada, está llena y tiene agua suficiente para varios meses.
El ataque contra la presa, independientemente de su autoría, se produce cuando Moscú asegura que Kiev ha pasado a la ofensiva con ataques en Donetsk. Ucrania guarda silencio y no confirma si ha iniciado su esperada contraofensiva para recuperar territorio.
En noviembre de 2022, tras la retirada rusa de la ciudad de Jersón y de la orilla occidental del río, la presa ya sufrió daños con la destrucción de varios puentes.