El reformista Nikolai Denkov es el nuevo primer ministro rotatorio de Bulgaria
- Denkov encabezará al Ejecutivo durante los próximos nueve meses
- Pasado ese tiempo será reemplazado por la hasta ahora comisaria europea de Innovación, Mariya Gabriel
El químico físico y político reformista Nikolay Denkov ha sido aprobado por el Parlamento de Bulgaria como nuevo primer ministro del país, que ha celebrado cinco elecciones legislativas en los dos últimos años.
El nombramiento de Denkov, candidato de la coalición reformista Continuamos con el Cambio-Bulgaria Democrática (PP-BD) y el partido conservador populista GERB, fue aprobado en la Cámara con 132 votos a favor y 69 en contra.
De 60 años, Denkov encabezará al Ejecutivo durante los próximos nueve meses, cuando será reemplazado por la hasta ahora comisaria europea de Innovación, Mariya Gabriel, de 44 años, nominada por el conservador GERB.
Primer ministro rotatorio
Los dos mayores partidos de Bulgaria, el GERB y la coalición reformista PP-BD, habían acordado gobernar juntos, con un primer ministro rotatorio.
Una fórmula que pone fin a dos años de estancamiento político en el país más pobre de la Unión Europea (UE).
Permitirá, asimismo, la formación de un gobierno después de las quintas elecciones generales celebradas en los últimos dos años, situación que ha llevado al país a una profunda crisis política e institucional ante la incapacidad de los partidos políticos para formar una coalición de gobierno estable.
Tres meses sin acuerdo
Bulgaria celebró el pasado 2 de abril y las diferencias sobre políticas anticorrupción y sobre la invasión rusa de Ucrania han dificultado cualquier acuerdo entre los partidos representados en el parlamento.
A pesar de que GERB ganó las elecciones con el 26,49% de los votos y obtuvo 69 escaños en el parlamento de 240, se quedó lejos de la mayoría necesaria para gobernar en solitario.
La segunda formación más votada, una alianza de dos partidos, Continuamos con el Cambio-Bulgaria Democrática, cuenta con 64 escaños y comparte principios euroatlánticos con el GERB, pero les separan sus visiones sobre la corrupción en el país.