Descubren "un mundo perdido" de rocas de mil millones de años que contienen los primeros antepasados primitivos
- Estas antiguas criaturas abundaban en los ecosistemas marinos de todo el mundo y probablemente moldearon los ecosistemas
- Los investigadores estudiaron moléculas de grasa fósiles encontradas en el interior de una roca formada en el fondo del océano
Un grupo de científicos internacionales de Australia, Francia, Alemania y Estados Unidos han descubierto un "mundo perdido" de antiguos organismos que vivieron en los cursos de agua de la Tierra hace al menos 1.600 millones de años, y que podría cambiar nuestra comprensión de nuestros primeros antepasados, según publican en la revista 'Nature'.
Conocidas como "biota de protosterol", estas criaturas microscópicas forman parte de una familia de organismos llamados eucariotas.
Las formas modernas de eucariotas que habitan la Tierra hoy en día incluyen hongos, plantas, animales y organismos unicelulares como las amebas. Los seres humanos y todas las demás criaturas nucleadas pueden remontar su linaje ancestral hasta el Último Ancestro Común Eucariota (LECA, por sus siglas en inglés). El LECA vivió hace más de 1.200 millones de años.
Un descubrimiento de la Universidad Nacional Australiana
El descubrimiento de la Biota de Protosterol fue realizado por investigadores de la Universidad Nacional Australiana (ANU) y, según los investigadores, estos organismos podrían haber sido los primeros depredadores de la Tierra.
Estas antiguas criaturas abundaban en los ecosistemas marinos de todo el mundo y probablemente moldearon los ecosistemas durante gran parte de la historia de la Tierra. Los investigadores afirman que la Biota de Protosterol vivió al menos mil millones de años antes de la aparición de cualquier animal o planta.
"Los restos moleculares de la Biota de Protosterol detectados en rocas de 1.600 millones de años parecen ser los restos más antiguos de nuestro propio linaje: vivieron incluso antes de LECA. Estas antiguas criaturas abundaban en los ecosistemas marinos de todo el mundo y probablemente configuraron los ecosistemas durante gran parte de la historia de la Tierra", ha señalado el doctor Benjamin Nettersheim, que ha completado su doctorado en la ANU y actualmente trabaja en la Universidad de Bremen (Alemania).
Según apunta, "uno de los mayores enigmas de la evolución primitiva que los científicos han intentado resolver es: ¿por qué nuestros antepasados eucariotas altamente capaces no llegaron a dominar los antiguos cursos de agua del mundo? ¿Dónde se escondían? --se pregunta--. Nuestro estudio da la vuelta a esta teoría. Demostramos que la biota de protosterol se escondía a plena vista y que, de hecho, siempre fue abundante en los antiguos océanos y lagos del mundo. Los científicos no sabían cómo encontrarlos, hasta ahora", ha resaltado.
Para hacer el descubrimiento, los investigadores estudiaron moléculas de grasa fósiles encontradas en el interior de una roca de 1.600 millones de años de antigüedad que se había formado en el fondo del océano, cerca de lo que hoy es el Territorio del Norte de Australia. Las moléculas poseían una estructura química primigenia que apuntaba a la existencia de primeras criaturas complejas que evolucionaron antes de la LECA y se habían extinguido desde entonces.
"Sin estas moléculas, nunca habríamos sabido que existía la biota de protosterol. Los océanos primitivos parecían en gran medida un mundo bacteriano, pero nuestro nuevo descubrimiento demuestra que probablemente no fue así", han afirmado.