Enlaces accesibilidad

España necesita incorporar al menos 1.850 psiquiatras más en cinco años ante la demanda en salud mental

  • Así se desprende del Libro Blanco de la Psiquiatría, presentado por la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental
  • El informe refleja que España tiene ratios muy inferiores a las del resto de Europa y desiguales según la comunidad autónoma

Por
Dos personas están sentadas en una consulta
El sistema de salud público de España necesita incorporar a más psiquiatras

España necesita psiquiatras. En concreto, se deberían incorporar entre 370 y 565 al año, durante el próximo lustro, para alcanzar unas ratios óptimas si se quiere atender correctamente las necesidades en salud mental, que han ido incrementándose en los últimos tiempos. Según la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPM), nuestro país cuenta con 4.393 profesionales de esta especialidad en el sistema público, lo que sitúa la ratio en 9,27 por 100.000 habitantes. Si a esta cifra se suman los 1.036 residentes en formación, —pese a que no todos la acaban o no terminan ejerciendo—, subiría el índice a 11,5, lejos de los valores óptimos de entre 13 y 15 especialistas por 100.000 habitantes.

Las mañanas de RNE - Manuel Martín: "Faltan entre 350 y 400 psiquiatras al año" - Escuchar ahora

Conclusiones que se han vertido en la presentación, este miércoles, del Libro Blanco de la Psiquiatría. El expresidente de la SEPSM, Celso Arango ha incidido, además, en que la carencia en el sistema público se extiende también a los psicólogos clínicos y enfermeras de salud mental, que presentan ratios similares. Aun así, las plazas que cada año convoca el Ministerio de Sanidad, y que deben ser acreditadas por las Comunidades, han subido más de un 40% en los últimos años.

Inequidad con Europa y entre Comunidades Autónomas

Las ratios en la especialidad de psiquiatría en España, aparte de estar lejos de lo necesario para una atención correcta, son “palmariamente inferiores”, dice el experto, a las de países como Portugal —con una ratio de 14—, Reino Unido e Irlanda —con 19—, o Alemania —que se sitúa en el 28—.

A esta situación se suma la desigualdad que existe también dentro de nuestro país. Hecho que ha lamentado Víctor Pérez, que también presidió el organismo. Solo cinco comunidades superan la ratio de 11 y dos alcanzan las cifras óptimas, que son País Vasco, con 15, y Cataluña, con 13,3. Para más inri, muchas no llegan ni siquiera al siete, como La Rioja, Extremadura, Andalucía, Comunidad Valenciana, y las ciudades de Ceuta y Melilla.

En el plano de acceso al sistema también hay confusiones. Pese a existir, a nivel nacional, una Estrategia en Salud Mental y un Plan de Acción en Salud Mental, la ausencia de una Estrategia Nacional de Suicidio o de Humanización de la asistencia también incide en la brecha.

Organización “poco eficiente” en cuanto a Salud Mental en España

Aunque todas las comunidades disponen de Estrategias o Planes en Salud Mental, 15 de ellas tienen estrategias o planes de adicciones, 14 de suicidio y 7 de humanización. Asimismo, diez han integrado la red de salud mental y la de adicciones en sus sistemas. Esta forma de organización es “poco eficiente”, según Arango, ya que puede darse que una persona con un determinado trastorno reciba “una atención duplicada y en paralelo por parte de dos sistemas de salud que no están integrados”.

Parlamento - El reportaje - Cuidar la salud mental -29/04/2023

Para completar la radiografía, la mayoría de los psiquiatras —un 61,2%— ejerce en el ámbito ambulatorio. Solo el 53,6 % tiene plaza fija y el 84,8% trabaja con adultos, mientras que el 92,7 % cuenta con jornada completa. Aun así, no todo es negativo. Los expertos han valorado la creación, el pasado año, de la especialidad de Psiquiatría Infantil y la Adolescencia, aunque, “se tardará bastante en poder dar respuesta a las plazas que se necesitan”, afirma Pérez, porque todavía hay pocas unidades docentes en España donde formarse.

Por todo ello, el actual presidente de la SEPSM, Manuel Martín Carrasco, ha pedido “acciones” para mejorar la calidad de la asistencia. Estas van desde retrasar la edad de jubilación, pasando por facilitar el regreso de los que se han ido, y hasta la incorporación de profesionales de otros países a la coordinación entre las diferentes redes.