Joel Edgerton, en la piel de un supremacista blanco: "Quería tener los tatuajes nazis el menor tiempo posible"
- RTVE.es entrevista al actor australiano que estrena El maestro jardinero, última película de Paul Schrader
- Interpreta a un violento exmiembro de ultraderecha que busca su redención
Paul Schrader lleva casi 50 años buceando en algunos de los personajes más oscuros del cine estadounidense, desde sus míticos trabajos como guionista para Martin Scorsese hasta su importante carrera como director que nunca se ha detenido. Con El maestro jardinero (que se estrena el 9 de julio) cierra una trilogía (El reverendo y El contador de cartas) autocalificada como "existencial" que, por lo que el cineasta dijo en el Festival de Venecia, tal vez sea el broche a su carrera.
Por toda esa carga histórica, y por la propia calidad de la cinta, el actor australiano Joel Edgerton (Sídney, 1974) no oculta su felicidad como protagonista de El maestro jardinero, película que comienza como una pieza de cámara sobre un taciturno botánico que acoge a una aprendiz negra para ir progresivamente desvelando auténtica dinamita: es un hombre con un violentísimo pasado de supremacista blanco que aspira a una nueva vida mientras carga con un pasado inasumible para su conciencia.
PREGUNTA: ¿Qué relación tenías con la obra de Paul Schrader?
RESPUESTA: Se lo dije cuando le conocí: ha sido alguien muy importante. Cuando ingresé en la escuela de teatro, para muchos compañeros como yo que crecimos a finales de los setenta y ochenta, era la época de actuaciones de tipos como De Niro o Pacino. Taxi Driver y Toro Salvaje -dos películas que descubrí cuando estaba en la universidad- , se convirtieron en una especie de fantasía sobre interpretar ese tipo de personajes: dramáticos, que vivían en el mundo real pero de un modo peligroso. Paul, como guionista de esas películas, estaba en el centro. Y luego su carrera continúo como director de innumerables películas que trataban la masculinidad tóxica con una especie de dualidad, con un conflicto entre la paz y armonía y el peligro y la violencia extrema. Sin que me diera cuenta creó personajes muy significativos que dieron forma a mi interés por hacerme actor.
P: ¿Y cómo es Schrader como director de actores?
R.: Me sentí muy halagado cuando me pidió que fuera parte de su película y, en particular, hablar sobre Taxi Driver y Toro Salvaje. Fui a ver El reverendo (2017) y quedé muy impresionado con esa película. Saber que lo que me pedía era hacer de un personaje que, esencialmente forma parte de una trilogía que comienza en El reverendo, fue muy emocionante. Una vez que hablé con él entendí cosas de sus películas descubriendo al hombre que hay detrás. En el guion, en la planificación, hay una verdadera simplicidad en la forma en que aborda la historia. Es un conjunto muy ordenado de personajes y cuando habla con los actores es una extensión de esa simplicidad. Creo que a Paul le gusta elegir actores, especialmente para sus personajes centrales masculinos, que realmente reduzcan su actuación en el buen sentido. No ser demasiado expresivo, quedarse quieto y permitir que todo el caos a su alrededor, el volumen y el movimiento, esté allí. Me sugirió mantener todo dentro, lo cual fue un desafío. Es fácil trabajar con él siempre que tengas la piel lo suficientemente gruesa, porque puede ser muy directo si no le gusta algo y no pierde el tiempo.
“Trabajar con Schrader es fácil siempre que tengas la piel lo suficientemente gruesa“
P.: ¿Qué sentías en la piel, literalmente por los tatuajes, de un hombre con pasado de supremacista blanco?
R.: Muy extraño. Me he puesto muchos disfraces a lo largo de mi carrera y siempre ha sido como una fiesta de disfraces. Pensaba que sería lo mismo con los tatuajes, pero cuando los vi por primera vez en mi cuerpo, incluso sabiendo que se lavaban, te das cuenta del poder que tienen, qué tipo de mensaje envían. Los tatuajes de odio y nazis son muy potentes, quería tenerlos en mi cuerpo el menor tiempo posible y fueron solo tres días.
P.: La extrema derecha está creciendo en todo el mundo. ¿Es una preocupación que te impulsaba también a hacer la película?
R.: Es algo que me preocupa: el auge, la transparencia del nacionalismo blanco. En los últimos seis años en EE.UU., y en otros lugares del mundo, la gente se siente más libre para expresar ideas que dividen y confrontan. En EE.UU. apareció un clima político en el que personas que antes mantenían sus creencias en privado sintieron que las personas en el poder les permitían pensar y sentir esas cosas. Para interpretar al personaje fue fácil porque es algo que está en la prensa desde hace cinco años: cómo funcionan esos grupos extremistas.
“En EE.UU., la gente se siente más libre para expresar ideas que dividen y confrontan“
P.: Ahora que los actores saltáis de películas de franquicias a series de televisión, ¿crees que hay menos papeles complejos en el cine?
R.: Depende. Me gusta pensar que todavía hay un futuro realmente sólido e interminable para el cine. Ni hablemos ya de la inteligencia artificial porque es un mundo muy complicado que ni siquiera entiendo, pero, hablando de humanos que hacen películas para cine, es verdad que se está expandiendo la complejidad en los personajes de la televisión. En el mundo postcovid las plataformas se han vuelto poderosas y la televisión se ha vuelto una dieta básica y, el cine, no. Las salas han disminuido, está claro, pero el cine siempre ha estado en cambio constante, siempre tememos por él, y nunca muere, solo cambia. Tenemos películas masivas que siempre se van a hacer y exhibir en el cine, y las películas más pequeñas son empujadas más y más hacia una cadena de cine independiente, lamentablemente. Pero, por hacer de abogado del diablo: tengo un problema, como Paul, de que mis películas no se vean directamente en salas, pero, al mismo tiempo, películas como Taxi Driver o Toro Salvaje son dos de mis favoritas y las vi directamente en VHS. Si la historia es poderosa y la calidad de las actuaciones y escritura es única, realmente no importa dónde lo veas.
P.: ¿Te preocupa la huelga de guionistas en Hollywood
R.: Tuve mucha suerte porque acababa de terminar una serie de televisión en Chicago para Apple y la huelga comenzó aproximadamente un mes después. Así que ya estaba planeando tomarme un tiempo libre. Al margen de cómo me ha afectado tiene un gran impacto y la huelga es crucial para mantener el territorio para los escritores y la gente creativa. Creo que actores y directores tienen un sentimiento de sinergia y hermandad con los guionistas porque todos queremos lo mismo: que no se aprovechen demasiado de nosotros en este mundo donde las plataformas se están volviendo más poderosas y eso podría dejar a los guionistas y creativos atrás. Es un momento muy importante.
P.: ¿Cómo fue volver a trabajar con Sigourney Weaver tras Exodus
R.: Es maravilloso que continúe porque es un placer trabajar con personas por las que siento una gran admiración por lo que hacen como artistas y que es igualmente maravillosa como persona. Es una persona muy cálida que siempre me pregunta por mis hijos. Es realmente interesante cómo ha construido una carrera tan grande interpretando heroínas rudas y simpáticas. Aquí es el mismo engaño: una mujer rica y arrogante que es lo opuesto a su naturaleza.