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Análisis | Guerra en Ucrania

La guerra entra en una nueva fase con los primeros pasos de una contraofensiva que difícilmente decidirá el conflicto

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Miembros del Ejército ucraniano cerca de Avdiivka, en la región de Donetsk
Miembros del Ejército ucraniano cerca de Avdiivka, en la región de Donetsk

Ucrania ha estado planeando durante meses una gran contraofensiva y, aunque Kiev ha asegurado que no avisaría de su inicio, recientemente se ha registrado un notable aumento en su actividad militar, algo que Estados Unidos y sus aliados europeos interpretan como una señal de que la esperada operación del Ejército ucraniano podría haber comenzado.

Rusia asegura que el domingo frustró una "gran ofensiva" en la región de Donetsk, pero Kiev lo ha calificado como propaganda destinada a desmoralizar al pueblo ucraniano.

A las tropas ucranianas no les resultará sencillo lograr con esta operación militar su objetivo de liberar todo el territorio ocupado por Rusia desde 2014, entre otras razones porque Moscú ha dispuesto de un largo período de tiempo para preparar su respuesta a esta contraofensiva.

"El mismo tiempo que Ucrania ha empleado en preparar la ofensiva es el que ha empleado Rusia para preparar la defensa", afirma a RTVE.es el codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IEACH), Jesús Núñez Villaverde.

"Tiene unas líneas de trincheras de más de 800 kilómetros que lo que buscan es detener el ataque previsible de Ucrania. Solamente el tiempo nos dirá si sus tropas están capacitadas realmente y con la moral suficiente para aguantar esa embestida", añade.

Rebajar las expectativas de la contraofensiva

El Instituto de Estudios de la Guerra (ISW, según sus siglas en inglés) ha informado sobre avances "limitados" de las tropas ucranianas "en la parte occidental de Donetsk y en el este de Zaporiyia". Según fuentes militares citadas por The Economist, el avance del Ejército de Kiev en esa zona habría sido de seis kilómetros.

La viceministra de Defensa ucraniana, Hanna Maliar, ha señalado que las fuerzas ucranianas han avanzado alrededor de la zona de Bajmut, población que ha descrito como "el epicentro de las hostilidades". Sin embargo, Maliar no ha entrado en detalles sobre si la esperada contraofensiva ha comenzado. Además, las autoridades han pedido discreción a los ucranianos para mantener en secreto los movimientos de sus tropas.

Núñez Villaverde recalca que la contraofensiva "potencialmente puede decidir la guerra, dependiendo de sus resultados". "Puede decidir la guerra si de ahí se deriva una victoria absoluta de un bando y la derrota definitiva del otro. Mirando lo que ha ocurrido hasta ahora, obligadamente hay que rebajar un poco las expectativas por entender que ninguno de los dos actores combatientes parecen estar en condiciones de llegar hasta ese punto", subraya.

Por su parte, el coronel de artillería retirado Emilio Sánchez de Rojas opina en declaraciones a RTVE.es que estos movimientos "todavía no son una contraofensiva". "Esto es una valoración. Se han iniciado estas primeras operaciones, están más bien valorando cómo está el frente e intentando buscar una línea más débil", explica.

"Para realmente tener una auténtica contraofensiva primero tiene que ser prácticamente todo el frente y para ello, Ucrania necesitaría muchísimas más fuerzas y muchísimo más armamento del que tiene", añade.

El Gobierno de Kiev se juega mucho en esta operación porque necesita demostrar a los ucranianos y a los aliados de Occidente que puede atravesar las líneas rusas y recuperar al menos una parte significativa de su territorio.

Según afirma el politólogo ucraniano Víktor Savkiv, el presidente Volodímir Zelenski "goza de un gran apoyo de la mayor parte de la sociedad". "Según las encuestas del Rating Group en febrero, aproximadamente el 80-90% de los ciudadanos respalda el liderazgo político de Zelenski y sus acciones", señala Savkiv, quien asegura que la sociedad ucraniana "tiene la esperanza de que la guerra acabe pronto, pero son conscientes de que este año no va a terminar".

"Saben que esta contraofensiva de primavera-verano es muy importante, pero que incluso más allá de la misma, quedan aún meses para que el conflicto se resuelva", recalca

Objetivo de la operación ucraniana: romper el corredor entre Crimea y Rusia

Las tropas ucranianas no se pueden permitir llevar a cabo una contraofensiva en un territorio excesivamente extenso. Por ello, tendrán que buscar los puntos débiles de Rusia en la línea del frente a lo largo de sus 900 kilómetros.

Moscú ha afirmado que ha rechazado una "gran ofensiva" alrededor de Velyka Novosilka, un asentamiento menor al suroeste de Donetsk que se encuentra a unos 120 kilómetros al norte de Berdyansk. Esta última ciudad es clave para la zona del mar de Azov y para parte del puente terrestre que une Rusia con Crimea, la península ucraniana que se anexionó Moscú en 2014.

"La contraofensiva en principio lo que busca por parte de Ucrania es recuperar cuanto más terreno mejor, intentando romper ese corredor terrestre con alguna operación en profundidad que idealmente llegue hasta el mar de Azov", detalla el codirector del IEACH. "De ese modo, impide que Rusia pueda alimentar por tierra a la península de Crimea desde la zona sur y sureste de Ucrania -que tiene en sus manos-", añade.

El coronel Sánchez de Rojas coincide en que romper el corredor terrestre que une Crimea con Rusia es "el principal objetivo de la contraofensiva y prácticamente de la guerra" y ve complicada su intención de "recuperar todo el terreno" tomado por las tropas rusas.

Por su parte, Savkiv explica que la península de Crimea "es muy importante en el sentido del control sobre el mar Negro y el acceso al mar de Azov", aunque también afirma que tiene una "importancia simbólica".

"Incluso si las zonas ocupadas de Lugansk y Donetsk siguen en manos rusas, pero Ucrania consigue cortar ese corredor terrestre y llegar a Crimea, sería un golpe simbólico muy duro para Rusia, que podría aumentar el sentimiento de desconfianza hacia la cúpula política y militar rusa", asevera.

La probable reacción de Rusia: dispersar la atención de los ucranianos

En las últimas semanas, la capital ucraniana ha sido objeto de reiterados ataques rusos con misiles y drones. En mayo, Kiev ha sido blanco de 17 de los 21 ataques perpetrados durante ese mes por Rusia en el país vecino, en contraste con las cifras del mes anterior, cuando dos de los siete bombardeos que recibió Ucrania tuvieron lugar en la capital.

Este cambio de táctica podría interpretarse como un intento de socavar las defensas antiaéreas de Ucrania. "Cabe imaginar que Rusia llevará a cabo en algunos casos operaciones de defensa a toda costa, que en otros casos realizará operaciones de defensa en profundidad, cediendo algo de territorio", afirma Núñez Villaverde. "También tratará de obligar a las fuerzas ucranianas a dispersarse y a atender otras zonas, con bombardeos contra la capital, como ya está haciendo, y otras ciudades que no estén en la primera línea del frente", recalca.

La destrucción de la presa Nova Kavojka inunda los pueblos de alrededor y causa daños irreparables

Por su parte, el coronel Sánchez de Rojas opina que el objetivo ruso podría seguir siendo Odesa -la tercera ciudad ucraniana y principal puerto del país-, ya que dejaría a Ucrania "prácticamente sin salida al mar".

La destrucción por un bombardeo de la presa de Nova Kajovka, que ha inundado los pueblos de su alrededor y por la que se han acusado mutuamente Rusia y Ucrania, "puede tener algún interés por parte de unos como de otros", según el codirector del IEACH.

"Si pensamos por qué Rusia puede verse tentada de destruir ese embalse, podemos encontrar, por un lado, que de ese modo consigue crearle un problema a Ucrania porque los ucranianos tendrán que dedicar recursos a facilitar los medios de vida y ayudar a la población afectada", explica. "Podría negar de ese modo la posibilidad a Ucrania de llevar a cabo alguna operación de cruce de esas aguas para trasladar la operación ofensiva a la orilla sur y este del río Dniéper, afectando a la defensa rusa y poniendo en peligro incluso directamente a la península de Crimea", añade Núñez Villaverde.

Desde el punto de vista de Ucrania, afirma que el interés de una voladura de la presa "tendría que ver con el hecho de que ese agua es la que alimenta fundamentalmente a la población de la península de Crimea". "Destruir esa presa dejaría el suministro de agua a la península de Crimea absolutamente en una situación insostenible, en principio", detalla.

La alternativa de negociaciones si fracasa la operación ucraniana

El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ucraniano, Oleh Nikolenko, reiteró recientemente que la posición sobre las negociaciones con Moscú se mantiene sin cambios y que solo serían posibles en caso de una retirada completa de las tropas rusas del territorio de Ucrania.

Nikolenko recalcó que los constantes ataques rusos con drones y misiles sobre ciudades ucranianas demuestran claramente que Rusia no considera otros escenarios excepto continuar con el conflicto.

Para Núñez Villaverde, un fracaso de la contraofensiva podría obligar "claramente" a Kiev a sentarse a negociar con Moscú. "Cuando veamos los resultados dentro de unos meses de la ofensiva que ahora parece que se está lanzando, es cuando se abriría una oportunidad para lograr en algún momento que las iniciativas de paz puedan fructificar. Primero con un cese de hostilidades y luego con la puesta en marcha de un proceso negociador que podría alargarse también indefinidamente, como desgraciadamente ocurre en otros conflictos", recalca.

En este sentido, el politólogo ucraniano afirma que para que Ucrania se sentara a negociar con Rusia, Kiev exigiría que Moscú "retirara todas sus tropas de las fronteras de Ucrania comprendidas en 1991 y que hubiese garantías de que el conflicto no volviese a resurgir en el futuro próximo".

"Desde luego, tendría que haber países garantes que realmente se comprometieran con la seguridad de Ucrania y creo que también tendría que haber una ruta que sea creíble de una incorporación de Ucrania en la OTAN, porque a día de hoy es la única forma de que Ucrania se asegure su propia seguridad de aquí a las próximas décadas", indica.