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Milo Manara lleva al cómic 'El nombre de la rosa': "Solo la belleza podrá salvar al mundo"

  • Un trabajo de más de dos años que le encargaron los hijos de Umberto Eco, que lo admiraba
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Detalle de la portada de 'El nombre de la rosa'
Detalle de la portada de 'El nombre de la rosa'

Hablar de Milo Manara es hablar de erotismo, de elegancia, de culto al cuerpo a la mujer, porque si algo ha hecho este historietista italiano, cuya fama mundial llegó con la publicación del cómic El Clic, es crear belleza, ese concepto que va más allá del físico y que para él es lo que puede "salvar al mundo".

Parafraseando a los hermanos Karamazov, Manara (Luson, Italia, 1945) aboga en una entrevista a EFE por la belleza como mecanismo para "salvar" este mundo que ya no cuenta con algunos de esos referentes que lo hacían más habitable: Hugo Pratt, Federico Fellini o Umberto Eco, el culpable, este último de que esté en Madrid durante la Feria del Libro para presentar la primera parte de la adaptación de El nombre de la rosa (Lumen).

Pero Manara lamenta que no solo no estamos salvando el mundo, sino que tampoco "estamos salvando la belleza". Y la falta de esos "grandes intelectuales" le hace ser pesimista, ya que ellos podrían ser una suerte de salvavidas ante "este terremoto cultural" que considera que está sufriendo el mundo.

"Son días -ha explicado- verdaderamente muy difíciles y tendríamos que comprometernos a dar otro modelo de desarrollo porque ahora los ricos son más ricos, y los pobres son más pobres, tenemos un mundo lleno de plástico, estamos en un camino equivocado (...) si no cambiamos creo que iremos a pique todos".

A la espera del desenlace de este futurible fin del mundo, Manara presenta un trabajo de dos años que llegó a su vida como un encargo de los hijos de Eco, quien admiraba el trabajo de su compatriota.

Milo Manara retratado por Simone Florena - COMICON

Y aunque a priori el universo del historietista nada tiene que ver con la oscuridad del Medievo que cuenta El nombre de la rosa él ha sabido encontrar esa luz que ilumina los ojos de sus particulares mujeres-ninfa de larga melena en una historia que se "aleja bastante" de su universo figurativo al estar llena de "monjes vestidos con ropajes".

"La Edad Media no es tan gris y creo que la ilumina una luz nueva, fue el periodo donde la fantasía tuvo más importancia en la historia, ya que allí donde no llegaba la Ciencia, que en aquella época no estaba muy avanzada, se suplía con la fantasía desmesurada. Si Cristobal Colón partió hacia América fue porque se la imaginaba de modo sorprendente", ha afirmado

Y por eso, Manara demuestra con sus viñetas que había luz en el oscuro ambiente de esa abadía de 1327 donde se desarrolla esta trama protagonizada por el franciscano Guillermo de Baskerville y el novicio Adso de Melk.

Tanto es así que ha sido fiel a los escritos originales de los que habla Eco, incluso a esos que parecen no ser de esa época, como el de la mujer recolectando penes que nacen de un árbol y que parece sacado de El Jardín de las Delicias de El Bosco.

"Es importante saber que ese dibujo es real", ha advertido entre risas sobre este "dibujo extraordinario" que va de la mano de su visión del erotismo, algo que identificó cuando tenía 16 años y que en la actualidad sigue defendiendo porque es algo que "va más allá de la desnudez, tiene un valor estético".

Así que no entiende cómo se ven muertos en imágenes de guerra en la televisión y aun las imágenes de desnudos se evitan: "es incomprensible e injustificable".

Consciente de que mucha gente tiene en su cabeza a Sean Connery como Guillermo de Baskerville y a Christian Slater como Adso de Melk debido a la adaptación que en 1986 hizo Jean-Jacques Annaud el italiano ha huido de ese imaginario y ha optado por darle el rostro de Marlon Brando al franciscano y el de un joven con rasgos femeninos a Melk.

Portada de 'El nombre de la rosa'

A sus 75 años Milo Manara aún sigue al frente con la energía de ese autor que en los años setenta se consagró con El rey mono (con guion de Silverio Pisu), Las aventuras de Giuseppe Bergman, y que ya en la década de los ochenta colaboró con Hugo Pratt en Verano indio (1983) y El gaucho (1995).

Por eso, este autor, cuya fama se hizo mundial con la serie cómics eróticos El clic (1983), estará esta tarde y mañana firmando este libro en la Feria del Libro de Madrid.