Beyoncé derrocha estilo y lujo en Barcelona, única parada española de su Renaissance Tour
- Unas 53.000 personas han disfrutado de un directo de casi tres horas con una treintena de canciones
- Con más de siete cambios de vestuario, la artista ha lucido joyas creadas para ella por Tiffany y ropa con cristales de Swarovski
Caballos voladores, robots gigantes, vídeos lisérgicos en pantalla XXL y, sobre todo, una diva que convierte en oro todo lo que toca han hechizado este jueves a 53.000 personas, en el único concierto en España de la gira 'Renaissance World Tour' de Beyoncé.
Con todas las entradas agotadas, el Estadio Olímpico de Barcelona ha sido el palacio donde ha reinado durante casi tres horas Queen B, que a derrochado estilo y poderío haciendo gritar, bailar y alucinar a sus fans.
La estrella americana ha aparecido pocos minutos pasadas las 20:15 horas, ante un público bañado por la luz del atardecer y que ya coreaba su nombre aún ante un escenario vacío.
Todo ha sido espectacular desde el minuto uno en el que la cantante ha desatado la euforia y la emoción cuando ha saludado con un "Barcelona, os queremos, bienvenidos".
Luciendo un ajustado conjunto de dos piezas de lentejuelas plateadas que destellaban, melena hasta las caderas y arropada por un ejército de una veintena de bailarines, coristas y músicos, ha iniciado el concierto recordando sus inicios con "Dangerously in love", tema del último álbum de Destiny's Child, la banda que lanzó a la fama a una adolescente que, treinta años después, se ha convertido la estrella más brillante del firmamento.
"Este será un show genial, ya lo puedo sentir", ha confesado antes de entonar "Flaws and all", del álbum B'Day (2016). Le ha seguido "I care'" del álbum 4 (2011), del que también ha cantado la balada "1+1" sentada encima de un piano de cola plateado y compartiendo miradas y sonrisas cómplices con las primeras filas.
Además, en recuerdo a la reciente pérdida de la cantante Tina Turner, Beyoncé ha rendido homenaje a la diva del rock con una versión de "River deep, mountain high".
Un repaso por su último álbum y por antiguos hits
El público ha enloquecido cuando ha reaparecido luciendo una armadura plateada y altas botas, también planteadas, y junto con diez bailarinas ha servido la primera de las múltiples coreografías de la noche para acompañar "I'm that girl", seguida de "Cozy" y "Alien Superstar" y ha advertido al público: "Bienvenidos a Renaissance".
Tras ausentarse unos instantes para otro cambio de look, ha seguido la fiesta con "Lift Off", que firma junto a Jay Z y Kanye West, y ha desfilado por una pasarela hasta media pista seguida por los focos y la mirada de todo el Estadi Olímpic para cantar las enérgicas "Cuff it", "Energy" y "Break my soul", durante las que se ha proclamado reina del espectáculo con sus impetuosas coreografías.
Sin dejar de exhibir fuerza y carácter, ha seguido con las esperadas "Formation", "Diva" y "Run the world (Girls)", ineludibles de su discografía, que han provocado el grito ensordecedor del público.
Después, Beyoncé ha dado la bienvenida al escenario entre gritos y aplausos a la hija de la cantante, Blue Ivy Carter, que se ha sumado para bailar "My power" y "Black Parade" mientras Beyoncé las cantaba subida a un tanque plateado rodeada de bailarines.
El concierto ha alcanzado su punto álgido cuando la maestra de ceremonias ha viajado a la primera década de los 2000 con "Love on top" y con uno de sus primeros éxitos en solitario, "Crazy in love", sin dejar de dar lecciones de control, talento y elegancia en el escenario, y que el público ha demostrado conocerlas a la perfección cantándolas y bailándolas de inicio a fin.
Ha reaparecido posada en un majestuoso caballo plateado que sobrevolaba las cabezas del público para encarar la recta final del concierto, desgranando Renaissance (2022), su último y séptimo álbum, con "America has a problem", "Pure/honey" y "Summer Renaissance", durante las que se ha reafirmado como una auténtica diva del pop, y que ha culminado con un gran estallido de confeti.
Un escenario lleno de lujo
Casi tres horas de R&B contemporáneo, música de baile con mirada afro y todo tipo de géneros musicales engarzados como joyería fina, que también ha sido llevada la cantante.
Entre sus accesorios, han destacado unos auriculares personalizados con diamantes, joyas creadas en exclusiva para ella por Tiffany y ropa con apliques de cristales de Swarovski. Varios de los espectaculares modelos que ha lucido esta noche son de la marca española Loewe, como el sensual satén técnico con manos dibujadas que han recorrido su cuerpo en "Naughty girl".
Detalles que han podido apreciar mejor los que más han pagado, como los situados en la zona VIP sobre el escenario, a casi 3.000 euros la localidad. No es barato ver a Beyoncé, especialmente si no vives en Barcelona, ciudad a la que han viajado espectadores venidos de lejos, que han tenido que batallar con los precios de los hoteles de la capital catalana, que en estas fechas están disparados.
"Os quiero a todos", ha expresado la cantante, aún en el aire, mientras se alejaba de la pista, clausurando por todo lo alto un espectáculo de casi tres horas, en el que ha repasado su trayectoria musical a través de una treintena de canciones y con más de siete cambios de vestuario.
Después de actuar por última vez en Barcelona en agosto de 2016 dentro del 'Formation World Tour', Beyoncé (Estados Unidos, 1981) ha vuelto a la ciudad tras cinco conciertos seguidos en Londres dentro del 'Renaissance World Tour', su primera gira en solitario en los últimos seis años y que tiene Barcelona como única parada en España.
Tras su paso por Barcelona, seguirá su gira por Marsella (Francia), Colonia (Alemania), Ámsterdam (Países Bajos), con una doble cita los días 17 y 18 de junio, Hamburgo y Frankfurt (Alemania), antes de clausurarla los días 27 y 29 del mismo mes con otra doble cita en Varsovia (Polonia).
El 8 de julio empezará en Toronto (Canadá) su gira por Norteamérica, que la llevará por escenarios de más de una veintena de ciudades de Estados Unidos, como Filadelfia, Nashville, Louisville, Minneapolis, Chicago, Detroit, Boston, Washington, Atlanta, Miami, Las Vegas, San Francisco, Dallas, Houston y Nueva Orleans, donde le pondrá punto y final el 27 de septiembre.