'Como un torbellino' o la pareja de fotógrafas que jugó con los roles de género en el siglo XIX
- PhotoEspaña muestra el archivo personal de Marie Høeg y Bolette Berg, que apareció en dos cajas en Oslo
Las fotografías de la vida juntas-y felices- de Marie Høeg y Bolette Berg forma parte de ese tipo de hallazgos que se destapan por pura casualidad y maravillan al mundo.
Las fotógrafas noruegas eran pareja, peleaban por los derechos de la mujer, trabajaban como socias en un fructífero negocio editorial y no se escondían. Todo esto en pleno siglo XIX aunque enmarcado en el contexto de una Noruega abierta y efervescente en lo político.
Por si no fuera suficiente avance, su osadía ha quedado acreditada cuando el Museo Preus de Oslo adquirió en subasta en 1970 parte de su legado y encontró dos cajas marcadas como "privadas".
El tesoro eran decenas de negativos donde la pareja posaba alegre con amigos y familiares. Un desafío burlón sobre los encosertados roles de género y el concepto de femineidad encauzado en el travestismo y el humor.
En algunas escenas aparecen disfrazadas de hombres con todo el atrezzo de gorras, capas, fumando y hasta luciendo poblados mostachos. Un universo íntimo, impensable en la esfera pública, cuyo descubrimiento les aportó brillo internacional.
Las sorprendentes fotografías de Marie y Bolette aterrizan por primera en España en la muestra Como un torbellino (hasta el 24 de agosto) en el Círculo de Bellas Artes de Madrid como una de las "joyas" de la corona de PhotoEspaña. La selección de imágenes viajará también a Santander.
"Desde nuestro punto de vista de hoy en día podemos pensar que tienen un matiz muy propio de la comunidad LGTBi, pero en aquel momento sobre todo lo que se veía era un espíritu muy libre a la hora de enfrentarse a cómo vivir", señala a RTVE.es Kristin Aacsbo, comisaria de la exposición y directora de la colección del Preus, el museo nacional de fotografía del país nórdico.
"Aparecen en poses pícaras y divertidas, se saltan el canon aunque ahora serían fotos muy inocentes", completa Claude Bussac, directora del certamen.
El archivo personal de las fotógrafas fue la pista para ir recomponiendo el puzle de su existencia, en un interés creciente en Noruega donde son veneradas como un orgullo nacional.
Activistas y empresarias de éxito
Marie y Bolette fundaron un estudio de fotografía en 1894, una de las pocas profesiones consideras respetables para las mujeres. Trabajaban con retratos de posados convencionales, asépticas postales de paisajes o pinturas de autores noruegos reconocidos.
"En 1905 Noruega se acababa de separar de Suecia y existía un gran orgullo patrio. El país quiere mostrarse al mundo y ellas hacen estas reproducciones fotográficas de piezas de pintores noruegos y es algo muy novedoso", explica Kristin Aacsbo.
Tuvieron éxito y olfato comercial como empresarias, lo que les permitió jubilarse en una gran casa de campo rodeadas de sus animales. En paralelo, "la resuelta y energética" Marie se convirtió en una conocida activista local por el sufragio femenino que Noruega aprobó en 1913.
La política estaba vedada a las mujeres, que debían reunirse en la clandestinidad si querían mostrar su compromiso. Así que Marie fundó una sociedad secreta: un foro de debate solo para chicas que agitó conciencias. "¡Llegó como un vendaval y despertó al aletargado Horten!", afirmaban con admiración sobre su ímpetu.
Un torbellino de actividad que quedó documentado en abundacia en los periódicos, pero que abrió una nueva incógnita a los investigadores. Se sabía con claridad quién era Marie pero existían dudas sobre la identidad de su pareja en las fotografías. Una nueva remesa de negativos "privados" enviados hace un par de años a Oslo iluminó el misterio.
La estampa de Bollete ataviada como un señor bigotudo ha sido elegida como emblema de esta edición de PhotoEspaña y cuelga en carteles por todo Madrid. "Seguro que ellas estarían contentísimas con esto", afirma con una sonrisa la comisaria sobre el arrojo de las pioneras.