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Un mes del fin del Título 42: sin avalancha de migrantes en EE.UU. pero con más presión en los albergues de México

  • La cifra de entradas ilegales a Estados Unidos a través de su frontera suroeste ha disminuido más del 70%
  • ACNUR muestra preocupación "por la presión en los albergues para personas refugiadas y migrantes" en el sur de México

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Un agente estadounidense hace guardia mientras migrantes que buscan asilo esperan en el puente internacional de Córdova de las Américas
Un agente estadounidense hace guardia mientras migrantes que buscan asilo esperan en el puente internacional de Córdova de las Américas

Ha pasado un mes desde que Washington puso fin a la emergencia de sanidad pública por la pandemia de la COVID-19, que terminó a su vez con la política migratoria conocida como Título 42 empleada para limitar el acceso a migrantes o solicitantes de asilo a Estados Unidos.

Con el final de esta política se auguraba una avalancha de personas migrantes y una situación caótica en la frontera entre Estados Unidos y México. Sin embargo, la repentina caída en la cifra de detenciones en la frontera ha desafiado esas predicciones que hicieron tanto legisladores republicanos como la propia Administración de Joe Biden.

En los días previos al fin del Título 42, la cifra de detenciones de migrantes que cruzan la frontera de forma ilegal alcanzó un máximo histórico con 10.000 diarios. Sin embargo, desde el 12 de mayo, un día después de que decayese, las detenciones han bajado a una media de 3.400 al día.

La llegada de migrantes en situación irregular a EE.UU. cae un 70%

Según datos del Departamento de Seguridad Nacional estadounidense (DHS, por sus siglas en inglés), la cifra de entradas ilegales a Estados Unidos a través de su frontera suroeste ha disminuido más del 70% desde el 11 de mayo, cuando se puso fin al Título 42.

Bajo la normativa impuesta por el Gobierno del expresidente republicano Donald Trump cuando comenzó la pandemia en marzo de 2020, Estados Unidos llevó a cabo más de 2,5 millones de expulsiones de migrantes, según datos del International Rescue Committee.

La inesperada caída en la cifra de detenciones se debe a un conjunto de políticas impuestas por la Administración Biden que endurecen las consecuencias para aquellos que cruzan la frontera de forma ilegal, quienes deben demostrar que han solicitado asilo en otro país primero y que se les rechazó para que sean elegibles en Estados Unidos.

Estas nuevas restricciones van acompañadas de una nueva medida que permite que los inmigrantes pidan citas a través de una aplicación del teléfono móvil para entrar a Estados Unidos a través de puertos de entrada legales y presentar su solicitud de asilo.

A partir de junio, el Gobierno de Biden espera recibir a casi 40.000 migrantes a través de los puertos de entrada legales.

Las solicitudes de asilo se disparan en México

Como parte de un acuerdo con México anunciado tras levantar la restricción migratoria, Estados Unidos puede devolver a su vecino a migrantes de Cuba, Nicaragua, Venezuela y Haití. Además, el país centroamericano aceptó recibir hasta 30.000 de los migrantes expulsados de Estados Unidos cada mes.

Entre el 12 de mayo y el 2 de junio, Estados Unidos deportó a más de 12.500 migrantes que llegaron a la frontera con México, tanto a través de vuelos hacia los países de origen como con devoluciones a México.

El Gobierno mexicano está recibiendo hasta 1.000 migrantes expulsados de Estados Unidos cada día. Entre enero y abril, la Comisión Nacional de Atención a Refugiados recibió 48.970 solicitudes, un 35% más que en el mismo periodo de 2021, un año que registró cifras récord. Todo ello ejerce una enorme presión sobre el sistema de asilo mexicano.

Hay expertos que afirman que, según los acuerdos entre Estados Unidos y México, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador prioriza la detención y deportación de migrantes en lugar de su integración. El Instituto Nacional de Migración, encargado de detener y deportar a inmigrantes indocumentados, cuenta este año con un presupuesto de 90 millones de dólares (unos 83,5 millones de euros), así como un apoyo de hasta 30.000 efectivos de la Guardia Nacional desplegados para el control militar.

Sin embargo, la Comisión Mexicana de Asistencia a Refugiados tiene un presupuesto de 2,5 millones de dólares (2,32 millones de euros) y otros 6 millones ofrecidos por ACNUR.

La ONU, preocupada por la presión en los albergues de México

La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha mostrado su preocupación "por la presión en los albergues de la sociedad civil para personas refugiadas y migrantes" en el sur de México y en Ciudad de México, según indicó en un comunicado.

En el texto también afirmó que algunos venezolanos que se encuentran en los albergues fueron expulsados de Estados Unidos y "no tienen información sobre su proceso legal y enfrentan falta de capacidad de recepción en México e incertidumbre sobre su estatus legal o migratorio".

Por su parte, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), advirtió de que la mayoría de las personas en situación de movilidad que están en el norte de México no tienen documentos que acrediten su presencia en el país.

El 82% de los migrantes en Ciudad Juárez no cuenta con documentos, mientras que en Tijuana la cifra es del 39%, según datos de un estudio publicado por Matrices de Seguimiento del Desplazamiento. Además, el estudio muestra que la amplia mayoría de los encuestados tiene como objetivo cruzar a Estados Unidos: el 94% en Ciudad Juárez y el 97% en Tijuana.

El hecho de no contar con estos documentos provoca que los derechos humanos de las personas en movilidad sean especialmente vulnerables, según indicó la coordinadora de la unidad de emergencias de la OIM en México, Evelyn Bernal.