Nati Camacho, sindicalista: "Si te ponías de parto, no sabías cuándo te iban a abrir la puerta de la celda"
- Camacho, sindicalista de Comisiones Obreras, es una histórica de la lucha de las mujeres
- Empezó a defender los derechos laborales femeninos, en la industria textil, en la década de los años 60
- Puedes ver la entrevista en Objetivo Igualdad, el domingo a las 14.25h en el Canal24h
Nati Camacho, activista feminista, vivió siete detenciones, cuatro ingresos en prisión, dos estando embarazada, por ser sindicalista durante el franquismo. Las trabajadoras del textil -entre ellas nuestra entrevistada- fueron pioneras en la organización sindical históricamente. Durante la dictadura de Franco se prohibieron los sindicatos de clase y sólo existían los "verticales".
La protagonista del Retrato 100x100 feminista sufrió brutalidad y amenazas policiales durante los interrogatorios y detenciones que tuvo a lo largo de la década de los años 60 y 70. Su último paso por la prisión, en estado, fue en la cárcel de Carabanchel (Madrid) aunque dio a luz, ya en libertad.
-¿Qué recuerdo tienes de la cárcel del franquismo estando embarazada?
-Eso es horroroso. Si es el psiquiátrico era terrible, llegar a los sótanos del hospital penitenciario, donde sólo habia madres con sus hijos, con sus hijas o futuras madres, como era mi caso, era un experiencia dura. Ha sido el único momento en el que no he podido leer, no podía centrarme porque yo era la unica presa política.
“En la cárcel, había madres con sus hijos o futuras madres como era mi caso“
-¿Qué sentiste?
-Sinceramente, yo creí que me moría. Gracias a que veía que había mujeres que habían parido allí, que habían tenido, en la cárcel, a sus hijos, me iba mentalizando de que salías de aquello.
“Gracias a las mujeres que habían parido allí, supe que salías de la experiencia. “
-¿Cómo te detuvieron cuando estabas embarazada?
-Yo estaba embarazada de tres meses cuando me detienen el 31 de enero, en el año 73. Veníamos con un grupo de Comisiones Obreras de hacer campaña a favor de los presos del 'Proceso 1.001' en Francia y, a la vuelta, nos detuvieron.
“Me detienen en enero de 1973, tras hacer campaña a favor de los presos del proceso 1.001“
¿Cómo era el ambiente de la cárcel?
-La cárcel era un submundo. Había prostitutas, aunque esa palabra no se podía decir, y el resto eran mujeres con un trato estupendo. Tengo muy buen recuerdo tanto de las gitanas, que había bastantes, como de las ladronas de pequeños hurtos y de las enfermeras que hacían abortos clandestinos. Cada una tenía una celda pero, de día, a las madres, con sus hijas y con sus hijos, y al resto de presas nos concentraban, en una sala pequeña, con luz eléctrica, en el sótano, salíamos sólo una hora a un patio. Para acceder a dicho lugar tenías que subir unos escalones.
Yo tenía la idea de cómo era la cárcel por lo que me habían contado mi abuela y mi madre. En su época, la prisión era una escuela, en la que se intentaba aprender leer y escribir, mi madre recordaba que una mujer le había enseñado francés allí. Tenía cierta aureola porque te enseñaba.
“Tengo muy buen recuerdo de las mujeres en prisión: gitanas, enfermeras que practicaban abortos clandestinos... “
-¿Cómo era ser madre en prisión bajo tal represión?
-Estas mujeres habían criado a sus hijos allí, con unas carencias terribles. Cristina Almeida, que era mi abogada, y mi madre estaban empeñadas en mimarme. Me traían fresas con nata, pero les dije que dejaran de hacerlo y decidí comer sólo el rancho porque los hijos de las presas no habían comido nunca fruta. Los niños no sabían lo que era una fresa, un plátano.
“Esas mujeres criaron a sus hijos, en la cárcel, con carencias terribles“
-¿Cómo fue el nacimiento de tu hijo?
-Yo esperaba parir hacia el 25 de junio. Mi hijo nació el 12 de julio, en libertad. Mi niño nació precioso pero toda esta vivencia, en un recinto carcelario tan grande, en un hospital, que no era un hospital sino una cárcel, con un sótano, en el que se nos cerraba a las ocho y media. Las funcionarias tenían sus despachos. Nosotras estábamos embarazadas, y muy embarazadas, entonces tenías que llamar gritos a la Guardia Civil que custodiaba el recinto. Entonces, cuando nos oían, llamaban a las funcionarias. Las funcionarias venían cuando venían.
“Este encierro es imposible de imaginar si no lo vives“
-¿Cuál es tu motivación para implicarte en el movimiento sindicalista?
-Mi motivación para participar en las primeras Comisiones Obreras viene de mi propia familia. Yo nazco en una familia muy represaliada. Perdieron la Guerra Civil y lo perdieron todo. Fusilaron a mis dos abuelos, a mis dos tíos, los hermanos de mi padre y de mi madre, a mis abuelas las pelan, a mi madre le piden pena de muerte por cambiar la letra del "Cara al sol".
-¿Cuál fue tu experiencia en la fábrica textil en la que trabajaste?
-Con 14 años ya vivo las huelgas en solidaridad con Asturias. Yo entro en un fábrica grande. La edad laboral son 14 años. La coincidencia de una plantilla femenina tan amplia hace que las reglas coincidan. Entonces no hay compresas, no hay algodón, en aquel momento toda esta cuestión de higiene personal no estaba como hoy. Fue nuestra primera movilización de mujeres en la fábrica.
“España era un país siniestro, sin vida, durante el franquismo“
-¿Crees que las mújeres jóvenes viven el feminismo como algunas mujeres de tu generación?
-A mí, me encanta ver a los jóvenes en las manifestaciones feministas. Pero contestando a tu pregunta, creo que no porque no hay conocimiento de esa historia porque creo que a nadie le gusta tener un país tan feo como era España en aquella época. Era un país siniestro, no había vida. Se dice que era en blanco y negro. Pero es que era fundido a negro.