Campamentos de verano: un 'sudoku' para las madres y padres de familia
- El desfase entre el calendario escolar y el laboral puede suponer un gasto de más de 2.000 euros este verano
- Las familias se quejan de que también hay que conciliar todo el mes de junio y el de septiembre
El fin de curso se acerca y las largas vacaciones escolares suponen una carga mental para los padres, que tienen que resolver el sudoku del verano. Salvo unos pocos afortunados, las vacaciones laborales no llegan para cubrir los días sin colegio, incluso aunque cada progenitor las coja por separado haciendo el harakiri a la pareja.
Ante este panorama, la mayoría recurre a los campamentos de verano, desde colonias urbanas, campus deportivos, cursos de natación, intensivos de inglés a ludotecas o acampadas en la naturaleza. Un gasto económico considerable, que muchas familias no pueden permitirse, y un auténtico quebradero de cabeza que hay que planificar con el calendario por delante.
La situación se complica aún más cuando se trata de familias monoparentales, sin derecho a ayudas sociales, y que tienen que buscar campamento para dos o más niños. Además, la gincana de la conciliación se extiende dos meses más, empieza en junio y termina en septiembre, con la jornada escolar reducida.
Campamentos gratis
Gregorio y su mujer comienzan el verano rascándose el bolsillo, tienen dos niños, Julieta de 9 años y Tomás de 7. La última semana de junio van a un campamento privado deportivo "con más amigos" en las instalaciones de la piscina M-86 de Madrid, con un coste de 208 euros con comida y con una ligera rebaja de 198 euros el segundo niño (406 euros, en total).
En julio, las tres primeras semanas se van de vacaciones toda la familia y la última, ella se marcha con sus hijos a teletrabajar desde el apartamento de la playa en Alicante.
De cara al mes de agosto han solicitado el campamento del distrito de Arganzuela "que es gratis desde el COVID, antes había que pagar", señalan a RTVE.es. Cumplen los requisitos porque están empadronados ahí y trabajan los dos, aunque se han quedado en la lista de espera. En paralelo, ya han obtenido plaza en el campamento del distrito de Retiro, dónde están escolarizados sus hijos, municipal y de pago.
El coste de dos quincenas, con la comida y un horario de 9 a 17 horas, es de 437 euros para los dos pequeños. Así, que esta familia se gastaría 843 euros en campamentos, si finalmente no les sonríe la suerte.
Tan complicado como el Tetris
Eva es la cabeza de una familia monoparental, tiene dos hijos, Niuma de 8 años y Zan de 6, y frente a la carrera de obstáculos que va a tener que afrontar en los próximos meses, asegura a RTVE.es que "es muy fuerte, la conciliación en periodo de no escolaridad es como jugar al Tetris. Es complicado".
La última semana de junio ambos hermanos van juntos a campamento del polideportivo municipal Fuente del Berro, tienen piscina y el horario es hasta las dos de la tarde, sin comida (unos 160 euros, ambos). El inconveniente es que su horario laboral se prolonga más y tendrá que "hacer el esfuerzo" para organizarse de alguna manera.
Del 1 al 9 de julio, Eva se ha liado la manta a la cabeza y se va a la Sierra de Madrid, aunque no ha pensado "cómo va a ir y venir al trabajo". Los niños irán a un campamento de verano en la naturaleza, organizado por el Ayuntamiento de Soto del Real (360 euros, los dos).
Del 10 al 15 de julio, estarán en Madrid, pero aún no ha decidido si al campamento de la piscina o coger una persona que se quede en casa, el coste de las dos opciones oscila entre 160 y 400 euros. Un dilema que se repite en la primera semana de agosto.
“Es una sangría de dinero brutal“
Los caminos de los hermanos se separan en la segunda quincena de julio. La niña se va con su grupo de Scouts a Ponferrada, a "un sitio precioso" y su madre está "encantada con ese estilo de campamento" (coste 330 euros). Zam va la tercera semana de julio a Faunia, son 235 euros, con el autobús y la ampliación de horario. El pequeño viaja a Santander con su tío para cerrar el mes.
Eva se cogerá vacaciones a partir del 7 de agosto, reconoce que "no son los mejores planes desde el punto de vista educativo, lo ideal sería que estuvieran en el pueblo, como hacíamos de pequeños" y concluye "es una sangría de dinero brutal". En su caso, entre 1.565 euros la opción más barata o 2.285 la más cara.
Familia numerosa con mala pata
Diana y su marido viven en Zaragoza y tienen tres niños, Miguel de 3, Mario de 7 y Pablo de 9 años. Esta madre de familia numerosa, cuenta a RTVE.es que si organizar los campamentos ya es "bastante drama", este año "se nos ha complicado todavía más. Al mayor le operaron, se rompió el fémur y va en silla de ruedas", con lo que no puede ir a ningún campus deportivo.
La última semana de junio van a salvarla ampliando la jornada de la persona que les ayuda en casa, "la tenemos que contratar ocho horas, el rato que uno está trabajando, luego uno se espera hasta que llega el otro".
Disfrutan las vacaciones familiares en la primera quincena de julio, único momento que coinciden los dos. En la segunda quincena, tiran de sus sobrinos más mayores, a los que van a dar "una buena propinica para que se queden en casa con sus primos". Otra opción es llevarlos a Panticosa, al pueblo con los abuelos, pero, de momento, es inviable porque el mayor lleva la pierna escayolada y no puede ni entrar en el coche.
“En agosto nos partimos, decidimos no coincidir porque si no es un horror“
"En agosto nos partimos, decidimos no coincidir porque si no es un horror, 15 días con mi marido, 15 días conmigo y todavía nos queda septiembre", recapitula Diana. "Si el mayor ya está bien, irán al campus urbano en el propio cole, de balonmano o de fútbol", añade. La primera semana de septiembre les saldría por 65 euros (195 euros los tres).
Diana denuncia que "la conciliación empieza en junio. Tienes toda la logística familiar montada para que salgan a las 16:30 h y durante dos meses van solo por la mañana. El cole acaba a la una y empieza el berenjenal familiar". Con la comida, los niños pueden quedarse hasta las tres, pero para que salgan a las 16:30 h. hay que pagar las extraescolares, entre 40 y 50 euros por niño, en el cole que "es de los más económicos de Zaragoza".
Calcula que cuadrar el verano les puede salir entre 800 y 1.000 euros, y que los campamentos no hacen grandes descuentos a las familias numerosas, como mucho un 10% por el segundo o tercer niño.
Seis semanas de vacaciones, pero...
Sonsoles vive al norte de la Comunidad de Madrid y se coge libre la última semana de junio para quedarse con su hijo Daniel, de 4 años. Su marido teletrabaja tres días a la semana y van a coincidir en tres semanas de vacaciones, pero tienen que cuadrar un mes.
En la segunda quincena de julio, Daniel irá a las colonias urbanas del Ayuntamiento de Tres Cantos por 220 euros, la semana sale a 120, y el mes entero son 420 euros. Ha escogido esta opción porque al ser pública es la más barata e incluye la comida. Es la primera vez que va a un campamento porque el año pasado iba a la guardería, que solo cerraba dos semanas.
"En mi caso, soy afortunada porque tengo seis semanas en verano de vacaciones, al generar festivos por días trabajados, pero, aun así, hay un mes entero que necesito que alguien cuide del niño", explica a RTVE.es.
En la primera quincena de agosto "trabajamos los dos y no quiero sobrecargar a los abuelos, pero voy a tener que tirar de apoyo familiar", añade.
Campus de fútbol y tenis
Samuel también se ha cogido de vacaciones la última semana de junio para estar con su hijo Sergio, de 9 años, y esperar a que empiecen en julio los campamentos deportivos del Ayuntamiento de Moralzarzal. Le ha apuntado la primera quincena a un campus de fútbol (135 euros las dos semanas).
"Los campamentos no incluyen comida, para organizarse su mejor amigo come una semana con nosotros y la otra va Sergio a su casa", apunta a RTVE.es.
El rompecabezas incluye teletrabajar la tercera semana de julio y otro campamento de tenis (100 euros) en la última semana del mes. Samuel coge vacaciones el 10 de agosto, pero "el drama son dos días sueltos de agosto, que tengo tres opciones: adjudicárselo a la abuela, solicitar dos días de teletrabajo o pagar una semana entera de campamento".
Tras hacer encaje de bolillos y completar el sudoku, los padres aún no pueden relajarse, siempre cabe la posibilidad de que el campamento se anule porque no hay suficientes inscritos y haya que buscar un plan alternativo este verano.