¿Cómo protegernos del calor este verano? Usar protección solar, comidas ligeras e hidratarse correctamente
- Los expertos recomiendan utilizar todos los días crema solar, tanto en invierno como en la época estival
- "En verano hay que optar por comidas más ligeras", explica el portavoz de la Sociedad Española Médicos Generales y de Familia
Comienza la cuenta atrás para la llegada del verano, y este año los expertos meteorólogos anuncian una subida considerable de las temperaturas. De cara a la próxima semana el cese de las lluvias será generalizado, sin embargo, el verano estará marcado por el aumento de las tormentas y será muy cálido.
Un año más, se deben extremar las precauciones con los más pequeños y mayores de la casa, por las consecuencias que el calor extremo puede tener en su organismo. Una correcta alimentación, proteger la piel del sol e hidratarse de manera recurrente, pueden evitar sustos durante la época estival.
La importancia de la protección solar
Con algunos sencillos pasos y cuidados se pueden lograr muchos beneficios para evitar que el calor, provoque efectos adversos en el cuerpo. Para comenzar hay que saber que el fototipo, la capacidad de adaptación al sol que tiene cada persona desde que nace, es distinta entre unos individuos y otros. Dependiendo de cómo sea la piel, de blanca o de oscura, así se soportará la acción del sol: "La gente más blanca apenas tiene resistencia al sol y se quema con facilidad", explica en 'La Hora de la 1', Lorenzo Armenteros, portavoz de la Sociedad Española Médicos Generales y de Familia.
"Debemos utilizar todos los días crema solar, tanto en invierno como en verano. Deber formar parte de nuestra estética, aquellas pieles blancas con más razón. Pero la protección solar tiene que formar parte de nuestra salud, igual que la ducha", afirma.
Siempre hay que usar un protector solar adecuado a nuestro tipo de piel y renovarlo tras el baño. Además, aunque ponga resistente al agua, hay que aplicarlo de nuevo después del baño: "Las personas más blancas deben utilizar la protección más alta, esto les va a permitir un mayor tiempo de exposición y una reducción de los rayos ultravioleta. A medida que tenemos la piel morena se puede reducir. Cuando veamos que se ha absorbido o hemos salido del agua, hay que aplicarlo de nuevo. No importa pasarnos con la cantidad", relata Armenteros.
Evitar las horas centrales del sol y beber agua sin tener sed
A todo lo anterior hay que sumar el evitar salir a la calle en las horas del día en las que el sol pega más: "Hay que recordar, además, que la piel tiene memoria, si nos quemamos cada año, más riesgo tendremos de padecer cáncer de piel".
"No nos podemos olvidar que la hidratación es fundamental, pero hay que distinguir entre hidratación necesaria y el concepto de sed: "Tengamos o no sed, hay que beber agua".
Y por último prestar especial atención a las comidas. Comer más repetidamente, en menor cantidad, productos frescos de temporada como frutas y verduras ayudarán a mantener el organismo hidratado correctamente: "En verano hay que optar por comidas más ligeras, de fácil digestión", concluye Armenteros.