La Corte Suprema autoriza un nuevo interrogatorio a Bolsonaro por el asalto a los tres poderes brasileños

• El mandatario fue interrogado en abril por el mismo caso y negó cualquier tipo de responsabilidad
• El ataque del 8 de enero, perpetrado por miles de bolsonaristas, buscaba derrocar a Lula da Silva

El expresidente brasileño, Jair Bolsonaro

La Corte Suprema de Brasil ha autorizado este viernes a la Policía Federal tomar una nueva declaración al expresidente Jair Bolsonaroque ya declaró el pasado abril, sobre la supuesta trama golpista llevada a cabo por aliados y algunos militares para mantenerle en el poder pese a haber perdido las elecciones.

La decisión fue tomada por el juez Alexandre de Moraes, responsable en el tribunal de las investigaciones sobre el intento de golpe del 8 de enero, cuando miles de bolsonaristas destrozaron las sedes de los tres poderes de la Nación para forzar el derrocamiento del mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, ganador de las elecciones presidenciales celebradas en octubre.

El nuevo interrogatorio al líder ultraderechista, con fecha aún por determinar, se enmarca dentro de un desdoblamiento del caso que tiene como protagonista al senador Marcos do Val, quien en la víspera fue objeto de un operativo policial que registró sus oficinas en la Cámara alta, así como sus residencias.

Las autoridades ya investigaban al senador desde febrero, cuando denunció una rocambolesca trama golpista, que en realidad fue interpretada como un intento de descalificar al propio juez De Moraes y de la que dio diversas versiones en los medios de comunicación.

El líder ultraderechista, que gobernó entre 2019 y 2022, fue interrogado el pasado 26 de abril en relación con este mismo caso y en aquella ocasión negó cualquier tipo de responsabilidad en la intentona golpista, en la que también están siendo investigados algunos militares.

Mensajes de texto que demostrarían una conspiración

El fallo de De Moraes también coincide con la divulgación en la revista Veja de una serie de mensajes hallados en el teléfono del teniente coronel Mauro Cid, antiguo ayudante de Bolsonaro, y en los que se refuerza la tesis de que el entorno más cercano al exmandatario conspiró para anular la victoria electoral de Lula.

Esos planes, según esos mensajes, culminarían con una "declaración de estado de sitio" y las Fuerzas Armadas respaldando a Bolsonaro, quien los convocaría a actuar como "moderadores" en un supuesto conflicto de poderes.

Bolsonaro ya consta como investigado por los hechos del 8 de enero, aunque el asalto se produjo mientras él permanecía en Estados Unidos, donde viajó dos días antes de que su sucesor asumiera el cargo. Permaneció allí hasta el pasado 30 de marzo.

Desde entonces, el ex jefe de Estado ha declarado ante la Policía hasta en tres ocasiones por diferentes causas judiciales.