Inspección investiga las condiciones laborales de una teleoperadora que murió en su puesto de trabajo

• Actúa de oficio, como es habitual en estos casos, para recabar información sobre las condiciones laborales
• CGT asegura que la compañía pidió a los empleados que continuaran trabajando tras el suceso

Una teleoperadora trabajando.

La Inspección de Trabajo está actuando de oficio tras el fallecimiento de una teleoperadora del Grupo Konecta en su puesto de trabajo en Madrid el pasado 13 de junio. Fuentes del Ministerio de Trabajo han confirmado a RTVE que la Inspección recabará información sobre las condiciones de trabajo de la empleada en una actuación de oficio que es habitual en estos casos.

La empleada falleció mientras desempeñaba sus funciones en presencia de sus compañeros, que continuaron trabajando en la sala durante unas horas con el cuerpo presente. Ocurrió en la sexta planta del centro situado en la calle San Romualdo del barrio madrileño de San Blas, donde solo trabajaban empleados de la compañía Iberdrola, a la que pertenecía la fallecida.

Desde CC.OO. y UGT no tienen constancia de que Konecta obligara a los empleados a continuar atendiendo llamadas. Por su parte, CGT asegura que desde la compañía sí que se pidió a los empleados que continuaran trabajando, aludiendo a que se trataba de un servicio esencial.

Según explican fuentes sindicales, se trata de una sala diáfana donde los trabajadores ocupan cubículos y suele haber muchos puestos vacíos debido al teletrabajo, por lo que la distancia entre ellos es amplia.

Los sindicatos han negado conocer la causa del fallecimiento, aunque han asegurado que trabajan "bajo muchísima presión" y que se trata de un accidente laboral. Desde CCOO, además, han pedido respetar a la familia en su duelo tras un hecho que califican como "traumático". Efe se ha puesto en contacto con Konecta para recabar su posición al respecto, pero de momento no ha ofrecido su versión de los hechos.

Reunión de sindicatos y empresa para crear un protocolo específico

Los sindicatos y Konecta se han reunido también este martes para elaborar un protocolo que explique cómo actuar en caso de fallecimiento de un trabajador y que se aplique a todo el grupo, que cuenta con unas 22.000 personas en plantilla, aunque desde UGT reclaman que se establezca en todas las empresas del sector.

Los sindicatos han confirmado que la compañía no contaba con un protocolo que explicara cómo actuar ante este tipo de situaciones.