Cuatro de cada diez personas LGTBI+ oculta su identidad para poder encontrar empleo, según UGT
- Así lo asegura la II edición del estudio Hacia centros de trabajo inclusivos publicado este miércoles
- Tres de cada diez reconocen haber sido agredidas verbalmente en su puesto de trabajo
El 40% de las personas LGTBI+ oculta su identidad sexual o de género durante las entrevistas de trabajo para poder encontrar un empleo, mientras que el 51% evitan gestos que puedan mostrar que pertenecen al colectivo. Así lo ha asegurado la II edición del estudio Hacia centros de trabajo inclusivos publicada este miércoles por UGT.
Casi siete de cada diez de las personas del colectivo entrevistadas, además, cree que es un inconveniente pertenecer al mismo en el ámbito laboral, y hasta el 50% lo considera un obstáculo para su vida profesional.
Según ha explicado el director del Observatorio valenciano contra la LGTBIfobia, Antonio Abad, el "miedo" a ser discriminado en un proceso de búsqueda de empleo tiene como origen datos como que hasta el 55% del colectivo trans reconoce que ha sido excluido durante el mismo.
Concretamente, el 40% de las personas trans admite haber sido excluida en entrevistas de trabajo indirectamente, mientras que un 15% lo ha sido de manera directa. Situaciones "inaceptables", ha calificado Abad, que contribuyen a que dichas personas terminen en posiciones precarias.
De hecho, el 13% de hombres trans recurre a la prostitución y un 26% de las mujeres también lo hace, pero ambos aseguran que, de tener otra oportunidad laboral, no acudirían a ella.
Tres de cada diez han sido agredidas verbalmente en el trabajo
Con una muestra de más de 2.400 personas, el estudio de UGT ha hallado igualmente que tres de cada diez personas trans en su puesto de trabajo.
El 74%, además, admite haber sufrido dichas agresiones más de una vez, "lo que se considera acoso". Pero solo el 5% de los casos llegan a denunciarse.
Y el acoso continúa también fuera del trabajo: el 50% de las personas LGTBI han sido agredidas verbalmente en entornos extralaborales.
Asimismo, y según ha destacado durante la presentación de los resultados la ministra de Igualdad, Irene Montero, la violencia contra las personas trans y no binarias ha aumentado "un 20%" respecto a datos de 2020. "Muestran con mucha dureza la necesidad de no quedarnos calladas", ha apuntado, antes de llamar a luchar contra el "silencio" y la "pasividad" frente a estos ataques y ante quienes quieren que la sociedad "retroceda años".
Para Montero, el derecho a que una persona no sea discriminada por su orientación o su identidad de género es "tan del comer" como el salario mínimo digno, las condiciones laborales dignas o la seguridad laboral. "La LGTBIfobia es un problema de salud laboral", ha apuntado.
Ansiedad, estrés y sin apoyo en sus transiciones
Para evitar todas las anteriores circunstancias, Abad ha insistido en que es habitual que las personas LGTBI "vuelvan al armario" pese a que hayan salido del mismo respecto a sus familiares y amigos.
Una disociación entre la vida privada y la laboral que a un 20% de los encuestados trans, el colectivo más vulnerable, les genera ansiedad y estrés. Problemática que, a su vez, a un 11% de ellos le causa trastornos musculoesqueléticos.
Más allá de las agresiones verbales y otras discriminaciones, las personas trans también acusan la falta de apoyo en sus transiciones en el empleo. La mayoría de ellas (62%) asegura no encontrar ninguno.
Por todo ello, y con motivo del Día Internacional del Orgullo LGTBI, el 28 de junio, desde UGT se ha presentado Centros de trabajo con orgullo, una campaña que busca hacer visible que los centro de empleo son lugares para poner en práctica el ejercicio real de los derechos de todos los trabajadores.