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El riesgo de invisibilizar la violencia de género: miedo a denunciar y "retroceso brutal" en la percepción de los jóvenes

  • Las declaraciones de Vox y los pactos con el PP en los que hablan de violencia intrafamiliar alertan a las asociaciones
  • Entre los chicos jóvenes se observa una mayor banalización de la violencia machista, apuntan varios estudios

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Concentración en Tenerife por un crimen machista. Este año han sido asesinadas 22 mujeres por violencia de género
Este año han sido asesinadas 22 mujeres por violencia de género

La violencia de género ha sido la protagonista inesperada de una semana política turbulenta. Los pactos entre PP y Vox que reniegan de este concepto y solo hablan de violencia intrafamiliar, la presencia de un condenado por maltrato en las negociaciones entre ambos partidos o las declaraciones de Santiago Abascal poniendo en duda su existencia no solo sitúan la violencia contra las mujeres en el centro de la precampaña, sino que tiene consecuencias en cómo se enfrenta la sociedad, y especialmente las víctimas, a este fenómeno, según alertan asociaciones de apoyo a estas víctimas.

Además de las declaraciones de Vox, también han generado polémica y duras críticas por parte del Gobierno y de la izquierda las palabras del lunes del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Refiriéndose a la condena por violencia de género del candidato de Vox en las pasadas elecciones autonómicas en la Comunidad Valenciana, Carlos Flores, aseguró que tuvo "un divorcio duro" y que fueron hechos ocurridos "hace 20 años". Flores encabezó por parte de Vox la negociación con el PP para gobernar en esta comunidad en coalición, aunque luego fue apartado ya que los ‘populares’ situaron como "línea roja" que no estuviera en el Gobierno autonómico.

Todo esto puede hacer más difícil de lo que ya es para muchas mujeres que sufren violencia de género darse cuenta de su situación y pedir ayuda, señalan desde la Asociación Mujeres Unidas contra el Maltrato (MUM). Las víctimas que pasan por estas situaciones se ven más recluidas en el hogar y pierden su red social, por lo que "si lo que ven en la televisión y el mensaje que se da es que es una pelea familiar y que no pasa nada, ni se va a molestar" en denunciar, asegura a RTVE.es la presidenta de esta organización, Carmen Benito.

Víctimas con "más miedo a no ser creídas"

En la misma línea se pronuncia Gregorio Gómez Mata, confundador de la asociación ALMA contra la violencia de género. Con una invisibilización de la violencia contra la mujer por el hecho de ser mujer, "las víctimas tendrán más miedo a no ser creídas", apunta, ya que "hay que tener en cuenta que casi siempre se comete en el ámbito privado y es muy difícil para ellas tener pruebas".

En 2022 en España hubo más de 180.000 denuncias, casi 500 cada día, según datos del Consejo General del Poder Judicial. Pero la realidad es que hay una enorme proporción de violencia soterrada que no llega a denunciarse, un 70% de los casos, según datos del Gobierno. En cuanto a la violencia sexual -agresiones sexuales que no se limitan a parejas o exparejas, como ocurre en el caso de la violencia de género- este porcentaje es mayor, del 90%. Aunque cada vez se denuncia más a raíz de la concienciación, queda un largo camino por recorrer en cuanto a concienciación, señalan los organismos de este ámbito.

Los discursos que niegan la violencia de género suponen "un paso atrás", según Benito. Al incluir la violencia específica contras las mujeres dentro del concepto de violencia intrafamiliar, que se da entre miembros de una familia, la violencia machista "se diluye y las mujeres vuelven al anonimato", lo que ya tiene consecuencias en las generaciones más jóvenes. "Vuelven a tener el discurso de que no pasa nada. El mensaje que se da es terrorífico", apunta.

Un 20% de los chicos jóvenes cree que es un invento ideológico

Un 20% de los hombres jóvenes cree que la violencia de género es un "invento ideológico" y un 15% no ve problemática la violencia si es "de baja intensidad", según un estudio de 2021 del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud. Estos porcentajes se habían duplicado respecto a barómetros de 2017 y 2019.

Otro trabajo del mismo organismo del pasado mayo apunta a un crecimiento de la banalización y minimización de la violencia machista, especialmente entre los chicos jóvenes, lo que enmarca en un clima de reacción antifeminista tras la gran oleada feminista que empezó en 2018 con la sentencia de La Manada y la histórica huelga de aquel 8M.

Quienes trabajan con jóvenes constatan estas tendencias. "Es un retroceso brutal", señala Gómez Mata, de la asociación ALMA. Lo explica con una anécdota que vivió personalmente. "En una charla en un instituto, un chaval de 15 años dijo a voz en grito que el sitio de la mujer es la cocina", relata. Y esto se debe, asegura, a una normalización de discursos machistas en la política: "Yo antes me callaba por vergüenza, pero ahora como lo dicen los políticos no pasa nada", es el pensamiento de muchos, asegura.

Yo antes me callaba por vergüenza, pero ahora como lo dicen los políticos no pasa nada

"El negacionismo de Vox de la existencia de la violencia de género es la gota que colma el vaso, pero ese vaso antes se ha llenado", señala Gómez Mata, en referencia a discursos también por parte de otros partidos en el Congreso.

Preocupación por posibles recortes en los recursos para víctimas

La chispa se encendió con la firma del acuerdo de gobierno entre PP y Vox en la Comunidad Valenciana el pasado jueves, en el que se hacía referencia a la violencia intrafamiliar y no de género. El mismo día, el número dos del partido de Abascal en Valencia negaba la violencia machista.

Más tarde se desvelaron los pactos entre ambos partidos en muchas ciudades, como Valladolid, Burgos o Toledo, donde eliminaban las concejalías de Igualdad y creaban otras de Familia. También este martes se ha conocido que en el único municipio valenciano donde Vox tendrá la Alcaldía gracias al PP, Nàquera, se prohíben las concentraciones contra la violencia de género, así como colgar banderas LGTBI del Ayuntamiento.

Más allá de los aspectos simbólicos y del cambio en el discurso, las asociaciones temen que los nuevos gobiernos recorten recursos para la asistencia a las víctimas de violencia de género, en ayuntamientos pero sobre todo en comunidades –estas últimas tienen la mayoría de competencias en esta área-. La presidenta de la Asociación MUM denuncia que en Madrid, su ámbito de actuación, ya ha habido recortes, y cree que esto puede seguir tanto en esta comunidad como en otras "multiplicado por diez".