Cinco pasajeros y menos de 24 horas de oxígeno: ¿Qué se sabe del sumergible que iba al Titanic?
- Las labores de rescate continúan, mientras se reduce la ventana de tiempo para encontrar a sus tripulantes con vida
- Hay varias hipótesis sobre la mesa: el batiscafo podría estar en el fondo del océano o incluso haber regresado a la superficie
Las labores de rescate del sumergible desaparecido en el Atlántico Norte continúan a contra reloj, mientras se reduce la ventana de tiempo para encontrar a sus cinco tripulantes con vida.
La embarcación, utilizada con fines turísticos, se encuentra en paradero desconocido desde que el pasado domingo realizase una inmersión para llegar al pecio del Titanic, el famoso trasatlántico hundido hace más de un siglo. El sumergible disponía de aire suficiente para respirar durante 96 horas, por lo que en este momento le quedarían menos de 24 horas. En principio, en condiciones óptimas, el aire respirable del habitáculo se acabaría el jueves 22 de junio entre las 12:00 y las 13:00, hora peninsular española.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que, incluso en el caso de que el batiscafo haya quedado varado o atrapado en el fondo oceánico y sea encontrado, una de las mayores dificultades en las labores de rescate será trasladarlo hasta la superficie, algo extremadamente complicado desde el punto de vista técnico.
A continuación, se intenta responder a los principales interrogantes que rodean a este suceso:
¿En qué consiste la expedición y cuánto cuesta?
El batiscafo desaparecido, bautizado como Titan, pertenece a OceanGate Expeditions, especializada en organizar viajes en aguas profundas. En su página web, la empresa ofrece expediciones de ocho días y siete noches para visitar los restos del Titanic, con un precio aproximado de 250.000 dólares por pasaje.
¿Cuáles son las características del batiscafo?
El modelo Titan de OceanGate tiene capacidad para sumergirse a 4.000 metros, a una velocidad de aproximadamente 30 metros por minuto. Puede transportar a cuatro personas más el piloto, con una autonomía de hasta 96 horas bajo agua, según datos de la propia compañía. El sumergible mide 6,7m x 2,8m x 2,5m y pesa algo menos de 10.500 kilos, con una carga útil de casi 700 kilos. Habitualmente, se utiliza con fines turísticos o científicos, y también para realizar filmaciones de las profundidades.
Como todos los batiscafos de su clase, Titan no es autónomo, y necesita que un barco nodriza lo remolque hasta el lugar de inmersión, lo guíe tanto en el descenso como en el ascenso, y luego lo recoja. Además, se tiene que abrir desde fuera, por lo que los tripulantes necesitan siempre de asistencia para poder salir del habitáculo. Sin embargo, el sumergible cuenta con un sistema de emergencia que, incluso en el caso de que se produzca una falla crítica del sistema eléctrico, le permite regresar a la superficie.
¿Cuántas personas viajan en el sumergible y quiénes son?
Aunque las autoridades aún no han confirmado ninguna identidad, se sabe que las personas que viajan a bordo son cinco: el piloto y cuatro pasajeros. Uno de los pasajeros es el empresario paquistaní Shahzada Dawood, que está acompañado por su hijo Suleman, de 19 años. El tercer pasajero es el multimillonario y explorador británico Hamish Harding. Además, viajan con ellos el explorador francés Paul-Henri Nargeolet, y el director ejecutivo de la propia empresa OceanGate Expeditions, Stockton Rush.
Shahzada Dawood es uno de los hombres más ricos de Pakistán, aunque vive con su familia en el Reino Unido. A sus 48 años, es vicepresidente de Engro Corporation, compañía de fertilizantes, alimentos y energía; así como de Dawood Hercules Corporation, especializada en productos químicos. Entre sus pasiones destaca el espacio, ya que patrocina el Instituto SETI, cuya misión es explorar el origen del universo y buscar vida inteligente más allá del planeta Tierra.
Por su parte, Hamish Harding es el presidente de Action Aviation, una compañía aérea que tiene su sede en Dubái. A sus 58 años, es un apasionado de los deportes extremos, y posee varios récords mundiales Guinness, incluido el del tiempo más largo en atravesar la Fosa de las Marianas, la parte más profunda del océano, en una sola inmersión. También ha participado en expediciones al Polo Sur, y el año pasado viajó al espacio a bordo del cohete New Shepard de Blue Origin, la compañía de Jeff Bezos.
Paul-Henri Nargeolet tiene 77 años y dirige la empresa de investigación submarina propietaria de los derechos de los restos del Titanic. Su vinculación con el pecio más famoso del mundo es tal, que se le conoce como “el señor Titanic”. Nargeolet ha participado en varias expediciones al Titanic, al mismo tiempo que ha supervisado la recuperación de una gran cantidad de objetos del naufragio.
Finalmente, Stockton Rush fundó OceanGate hace 13 años, en la que ejerce como director ejecutivo. Tiene además formación de piloto de aviones a reacción.
¿Qué hipótesis se barajan?
Los restos del Titanic, que se hundió tras colisionar con un iceberg en 1912, se encuentran a una profundidad de alrededor de 3.800 metros y a una distancia de aproximadamente 640 kilómetros de la isla canadiense de Terranova. Para llegar hasta el pecio, el descenso se prolonga durante más de dos horas.
La comunicación con la embarcación se perdió una hora y 45 minutos después de que iniciara la inmersión, aunque en expediciones anteriores también se perdió la comunicación y el sumergible regresó a la superficie del océano con normalidad. Sin embargo, todas las alarmas han saltado cuando Titan siguió sin dar señales en la noche del domingo, dos horas después del momento en que debía regresar al barco nodriza.
Actuamente hay varias hipótesis sobre la mesa. Una de ellas es que el batiscafo pudo encontrarse con los restos del Titanic y golpearse o engancharse con ellos. Así lo ha manifestado al programa La hora de La 1 el capitán de la Marina Antonio Poleo, que fue piloto de este tipo de sumergibles y actualmente es profesor de Náutica en la Universidad de La Laguna. En todo caso, según recalca este especialista, "técnicamente es inviable sacar a un sumergible que esté a 4.000 metros de profundidad".
En una entrevista concedida al Canal 24 Horas, Antonio Crucelaegui, director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Navales de Madrid, ha indicado que lo más probable es que se haya producido "un fallo electrónico debido a un fallo eléctrico". Según ha detallado, en este tipo de sumergibles "prácticamente todo funciona con sistemas eléctricos", y considera que "puede haber habido un fallo que solo afecte a las comunicaciones o algo mucho más grave, que afecte al sistema de propulsión, en cuyo caso podría haberse quedado en el fondo sin capacidad de maniobra". Igualmente, ha advertido de que "cualquier pequeño fallo a esas profundidades supone la muerte".
Crucelaegui ha recordado que otra de las posibilidades es que el sumergible haya regresado a la superficie y haya quedado a la deriva en mitad del océano, lejos del barco nodriza y sin capacidad de comunicación, por lo que aún no habría sido detectado. "Los partes del tiempo hablan de que la zona tiene muchisima niebla, lo que dificulta la supervisión de los aviones de reconocimiento", ha asegurado al respecto, recalcando la dificultad de las labores de búsqueda, ya que "la extensión es gigantesca".
En el peor escenario, si el sumergible se hubiese quedado varado en el fondo del océano, a casi 4.000 metros de profundidad, "es prácticamente imposible que los sónares de superficie lo detecten". "Las opciones de rescate pasan por un despliegue de dispositivos que se sumergiesen e hiciesen un barrido con sonar a unas profundidades considerables", ha explicado el director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Navales de Madrid.
¿En qué punto se encuentran las labores de rescate?
Las labores de rescate se centran en un área ubicada aproximadamente a 900 millas (1.450 kilómetros) del Cabo Cod de Massachusetts, donde se cree que podría encontrarse Titan, según ha informado la Guardia Costera de Estados Unidos. Al tratarse de un área de búsqueda tan remota y extensa (casi 20.000 kilómetros cuadrados, solo un poco menos que la Comunidad Valenciana), estos trabajos son muy complejos, a lo que se añade que el sumergible podría hallarse tanto en la superficie como en el fondo del océano.
En la operación participan equipos de Estados Unidos y Canadá, que están utilizando algunos de sus aviones más avanzados, así como drones que operan bajo el agua. En particular, se han unido a la operación una aeronave militar de transporte Lockheed C-130 Hercules de Estados Unidos y un avión Boeing P-8 Poseidon de Canadá, capaz de detectar objetos submarinos. Las autoridades canadienses también han enviado el barco de la Guardia Costera Kopit Hopson 1752, además de un avión de patrulla marítima Lockheed CP-140 Aurora. Asimismo, Estados Unidos ha destinado a la operación un sumergible cuya misión es la de realizar barridos por sonar bajo el agua y un robot submarino que incluye una cámara que retransmite las imágenes en tiempo real.
Después de conocer que uno de los pasajeros es de nacionalidad gala, Francia también ha enviado un barco equipado con un robot de aguas profundas para la operación de rescate. También se han unido barcos privados y Canadá prevé enviar más buques de su Guardia Costera.