Turismo de lujo con riesgo: viajes espaciales, submarinos o visitar el Polo Norte
- La desaparición del submarino que iba a visitar el Titanic ha puesto en el foco los viajes de los multimillonarios
- Otros casos: sobrevolar sin motor el Himalaya, disfrutar de una cena de un chef en el Círculo Polar Ártico o ir al espacio
El caso de la desaparición del submarino que iba a visitar los restos del Titanic ha puesto de nuevo en el foco los viajes que realizan los multimillonarios. Sobrevolar sin motor el Himalaya por 1.000.000 de euros, disfrutar de una cena de un chef de estrella Michelin en el Círculo Polar Ártico, viajar al espacio o el uso de batiscafos para visitar la Fosa de las Marianas o barcos hundidos son algunas de las excentricidades más de moda entre los ricos.
Según las agencias de viajes más exclusivas, la búsqueda de unas vacaciones extremas e irrepetibles se ha intensificado tras la pandemia . Ha aumentado el interés por lugares con vida silvestre, como visitar gorilas en Ruanda por 15.000 dólares por persona, los humedales de Pantanal en Brasil o conocer los osos polares en Groenlandia.
Sobrevolar el Himalaya sin motor por un millón de euros
En 2021 se dio a conocer el viaje más caro del mundo: la agencia inglesa Untold Story Travel ofrecía una experiencia que jamás se había realizado, sobrevolar en un viaje sin motor, con un planeador, las cumbres más altas del planeta y disfrutar de cuatro semanas de estancia exclusiva en Nepal.
El piloto sería el maestro del vuelo sin motor, Klaus Ohlman, y conseguirían aparecer en el Libro Guinness de los récords al sobrevolar ocho ochomiles en un solo día. El proyecto obtuvo la aprobación de las autoridades pero todavía no se ha realizado.
En estas cimas míticas, como el Everest, la más alta del planeta, también se han producido imágenes curiosas en los últimos años, como las colas en su ascensión. Lo que antes era una hazaña se ha convertido en un capricho de gente con posibilidades económicas y guiados por expertos sherpas.
Viajes espaciales
Jeff Bezos, propietario de Amazon, y Richard Branson, de Virgin, son dos de los magnates que han puesto su objetivo en el espacio. Este tipo de turismo está en auge y es posible vivir experiencias tanto a partir de 100 kilómetros de altura, donde el gobierno estadounidense marca el inicio del espacio exterior, como en la estratosfera y sentir la gravedad cero.
Visitar el espacio exterior tiene precios de entre 200.000 hasta los 20 millones de euros que pagó Dennis Tito, un estadounidense que fue el primero en 2001. Quedarse en la estratosfera y experimentar la gravedad cero puede alcanzar los 125.000.
El nuevo hito que quiere lograr Elon Musk es llevar a personas a Marte. Científicos aseguran que en 2033 serán posibles los primeros viajes tripulados, debido a un acercamiento entre el planeta rojo y la Tierra. La duración de la misión sería de casi dos años y sobrevolaría también Venus. Musk asegura que acortará los plazos a dentro de seis años.
Visitar el Polo Norte o la Antártida
Ir al punto exacto en el que sitúa el Polo Norte suele costar unos 50.000 euros y no es sencillo. El vuelo aterriza en la base militar rusa de Barneo y hay que caminar más de 100 kilómetros sobre el hielo. Una opción más económica y que no requiere una condición física óptima son los cruceros rompehielos por los alrededores del Ártico, entre 15.000 y 25.000 euros.
Igual de complicado es llegar al punto opuesto del planeta, el Polo Sur. El coste es de 65.000 euros e incluye el transporte a la Antártida, la estancia en el campamento base de Union Glacer y también hay que caminar más de 100 kilómetros. Existe la opción de cruceros rompehielos por 30.000 euros desde Sudáfrica y 8.000 desde Argentina o sobrevolar la zona por unos 11.000.
Las agencias de viajes más exclusivas ofrecen otras experiencias, como la llamada 'Kitchen on the edge of the world', que requiere hacer una reserva con meses de antelación y donde se puede degustar una comida por los mejores chefs del mundo en el Círculo Polar Ártico, por 5.400 euros por persona y una estancia de cuatro días.
Viajar en submarino al Titanic o a la Fosa de las Marianas
El director de cine James Cameron o el multimillonario gestor de fondos de cobertura Ray Dalio han sido pioneros en los viajes en submarino y son copropietarios de la empresa Triton Submarines, que fabrica batiscafos de investigación, pero también apuesta por el mercado del lujo. Los precios van desde los 2,5 hasta los 40 millones de dólares.
Para los que no quieren un submarino en propiedad pero quieren conocer el destino más exclusivo de la Tierra, pueden visitar la Fosa de las Marianas, el lugar más profundo, por 750.000 euros. Al final de 2022, más de 4.000 personas había hollado la cima del Everest y más de 500 en el espacio, pero solo siete en tres expediciones tripuladas habían estado a 11 kilómetros bajo el nivel del mar, a más de mil veces la presión atmosférica normal.
Visitar los restos del Titanic, como los cinco integrantes de la expedición desaparecida, cuesta 250.000 euros. Solo 200 personas han visto los restos del barco más famoso de la historia. Hay que firmar un documento en el que exime de resposabilidad a la empresa en el peor de los casos.
Otros viajes de lujo
Las principales aerolíneas del mundo ofrecen un pasaje de vuelta al mundo, las tarifas son desde los 30.000 euros e incluye vuelos y conexiones. También se puede hacer en un crucero desde 15.000 y tarda entre cuatro y casi siete meses.
Las islas más remotas del planeta, como Bora Bora, Fiji o Seychelles son un destino para privilegiados. Además del alto coste de los billetes de avión, la oferta hotelera se reduce a resorts de lujo.
El tren más caro del mundo recorre Australia de norte a sur, se llama The Ghan y los pasajes más económicos cuestan 7.500 euros. El Burb Al Arab de Dubai, conocido como el hotel de siete estrellas, tienes las habitaciones más modestas a 1.500 euros la noche, las suites por 40.000 y la suite real por 150.000.
El turismo de superlujo es ya una realidad que ha llegado para quedarse y parece que tras la pandemia, el factor de riesgo es más valorado por los millonarios que pueden acceder a este tipo de experiencias.