Claves de la rebelión del grupo Wagner: ¿Por qué ahora? ¿Puede desembocar en una guerra civil?
- El movimiento del líder del Grupo Wagner es el mayor desafío a Putin desde que está en el poder
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El conflicto entre los jefes militares de Moscú y el líder del grupo de mercenarios Wagner, Yevgeny Prigozhin, ha derivado en una insurrección que lleva a Rusia a una situación de incertidumbre en la que la amenaza de una guerra civil es muy real.
La rebelión encabezada por Prigozhin -cuyo grupo ha jugado un papel vital en la campaña militar de Rusia en Ucrania- es el mayor desafío para el presidente ruso, Vladímir Putin, en los más de 23 años que lleva en el poder. Para Putin, se trata de un momento decisivo en la guerra de Ucrania, pero también un reto para el control que ostenta del poder.
Los expertos consultados coinciden en que el movimiento de Prigozhin es “un golpe de Estado en marcha”, según asegura el codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH), Jesús Núñez Villaverde, en una entrevista concedida a TVE.
“Cabría pensar en Putin como el principal responsable de lo que está ocurriendo. Es Putin quien ha creado esa criatura llamada Prigozhin (...). Estamos en una situación muy confusa en la que cabe imaginar que ya no hay marcha atrás para Prigozhin, pero tampoco para Putin, y eso puede llevar a una situación mucho más complicada”, añade.
Aunque todavía es pronto para saber qué deparará toda esta situación, para el experto en geopolítica y profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Carlos III de Madrid, Bernardo Navazo, existen dos posibles escenarios: “uno de guerra civil enquistada y otro de resolución rápida del golpe de Estado”.
Guerra civil o desactivación del golpe de Estado
Después de que el Grupo Wagner anunciara la ocupación de un cuartel del Ejército en Rostov, que ha funcionado como base de operaciones para la invasión rusa de Ucrania, Putin ha pronunciado un discurso en el que ha comparado la situación que vive el país con la Revolución Rusa de 1917, que acabó sumiendo al país en una guerra civil.
El presidente ruso ha calificado la rebelión de Prigozhin de “traición” y el líder checheno, Ramzan Kadírov, ha informado de que ya ha enviado combatientes para frenar la insurrección del grupo Wagner, algo que aumenta la posibilidad de una guerra civil.
Según Núñez Villaverde “el escenario apunta en esa dirección”, aunque asegura que “desde el punto de vista militar no deja de sorprender”. “Dar un golpe de Estado desde las posiciones que estaba ocupando Wagner en Ucrania, haber vuelto a Rusia y controlar la zona de Rostov, a más de 1.000 kilómetros de Moscú, parece una forma rara de un golpe de Estado”, opina el director de IECAH. “Vemos columnas del Grupo Wagner que se dirigen a unos 400 kilómetros del sur de Moscú que no han sido detenidas. Esas imágenes con soldados tomando posiciones en los alrededores de la capital no dejan de mostrar una imagen de debilidad. Lo que habría que hacer, desde el punto de vista militar, es abortar esa posición para que no lleguen de ninguna forma a Moscú”, añade.
Por su parte, Navazo cree que un escenario de guerra civil enquistada “es muy difícil de imaginar”. “El Grupo Wagner no tiene territorio, no se puede retirar a una región o no puede aislarse en una zona. Es muy difícil imaginar que se queden una región de Rusia esperando a la siguiente interacción y tratando de montar un orden político alternativo”, explica.
Por ello, el profesor cree que “lo más probable es que haya un golpe de Estado rápido que pueda acabar en poco espacio de tiempo, como cuando se retiró a Yeltsin en su momento o en otras situaciones en la historia, como nuestro propio del 23F”.
“El escenario más plausible es que se resuelva rápido, no sé a favor de hacia qué bando, pero una resolución rápida parece más probable”, añade.
Además, Navazo cree que la posibilidad de que haya un levantamiento popular es “insustancial”. “Incluso si hubiera una manifestación popular, probablemente sería auspiciada por uno de los bandos, pero una manifestación popular por sí sola siempre, eventualmente, tiene que ser capitalizada por un poder más duro”, recalca.
El mayor desafío a Putin desde que está en el poder
Lo que comenzó como una disputa por el hecho de que los militares rusos no suministraran a los mercenarios del Grupo Wagner suficientes equipos y municiones para combatir en la guerra en Ucrania, se ha convertido ahora en un desafío directo al ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, y al jefe del Estado Mayor ruso, Valery Gerasimov. Se trata de un intento de derrocar a los altos mandos de Rusia y, por lo tanto, un desafío a la autoridad de Putin.
“No sabemos los objetivos de esta rebelión”, asegura el coronel de artillería retirado Manuel Morato en el Canal 24Horas. “No sabemos si es la lucha solamente contra el ministro Shoigu o si es también una lucha contra el Gobierno ruso que está haciendo la guerra de tal forma que no le gusta (a Prigozhin)”, opina.
Lo que sí se sabe es que esta rebelión puesta en marcha por el jefe del grupo de mercenarios ha desencadenado la crisis interna más grave que ha vivido Vladímir Putin desde que es presidente.
“Putin ha salido totalmente en tromba diciendo que se lo tomaba como algo personal y ha dicho que estaba buscando apoyos regionales (...). El hecho de que además le haya acusado a Prigozhin de traición significa que él también se ve amenazado, que percibe que no tiene todo el apoyo que pensaba que tenía”, opina el profesor Navazo.
En este sentido, este experto subraya que el líder del Grupo Wagner “no se lanza a esto solo porque sería un auténtico suicidio”. “Probablemente tenga algún tipo de apoyo dentro del Kremlin”, añade.
Las consecuencias para la guerra en Ucrania
La rebelión del jefe del Grupo Wagner se ha producido en un momento en el que Ucrania intenta llevar a cabo avances con su contraofensiva. Los servicios de Inteligencia ucranianos se han pronunciado sobre el movimiento de Prigozhin y han visto el conato de guerra civil en Rusia como un importante paso hacia el fin de la invasión rusa, y el colapso de Putin.
La movilización de las fuerzas del Grupo Wagner para apoyar la rebelión de Prigozhin y un posible traslado de soldados rusos a territorio de Rusia para frenar esa rebelión podría debilitar las líneas defensivas en Ucrania, algo que sería una oportunidad para Kiev.
“Hay que esperar a ver cómo evoluciona la situación, pero puede suponer un vuelco muy importante en las operaciones militares y, desde luego, en el posible resultado de esta guerra”, señala el coronel de artillería retirado.
Por su parte, el teniente general en la reserva, Franciso Gan, asegura en declaraciones al Canal 24Horas que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ya ha aprovechado esta situación en lo narrativo. “Ha hecho declaraciones diciendo que esto lo que está llevando a primer plano son las consecuencias de una guerra ilegítima en la que incluso empieza a haber revueltas internas”, indica el teniente general, quien añade que en el día a día “puede producirse una situación de perplejidad entre los mandos militares rusos”.
“Teniendo en cuenta que alguien que se creía aliado ahora inicia una especie de golpe militar, la sensación de inestabilidad en retaguardia debe ser evidente”, recalca.
En este sentido, el profesor de la Universidad Carlos III de Madrid opina que en el corto plazo Ucrania debería “atacar los flancos débiles de Rusia”.
“Ahora mismo no está clara la cadena de mando. El soldado que está en la frontera no sabe a quién tiene que obedecer e igual puede estar recibiendo órdenes divergentes, o puede estar cuestionando si merece la pena morir por un conjunto de ideales que ahora mismo están en cuestión”, subraya.