Las autoridades rusas cierran la investigación contra el grupo Wagner por la rebelión armada

• Los mercenarios protagonizaron un motín de 24 horas el pasado sábado liderados por Prigozhin
• Rusia prepara ahora la transferencia de equipo militar pesado que estaba en manos de los mercenarios
• Guerra entre Rusia y Ucrania, en directo

El jefe de los Wagner, Yevgeny Prigozhin, sosteniendo una bandera rusa en Bakhmut, Ucrania

El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, antiguo KGB) ha anunciado el cierre del caso penal por rebelión armada del Grupo Wagner tras el motín de 24 horas que protagonizaron los mercenarios el fin de semana. El cargo implicaba una sentencia de entre 12 y 20 años de prisión.

"La causa penal incoada por la rebelión armada del Grupo Wagner ha sido archivada", ha señalado el FSB en un comunicado citado por la agencia oficial TASS. Según la nota, "durante la investigación del caso penal (...) se estableció que el 24 de junio sus participantes cesaron las acciones dirigidas directamente a cometer ese delito".

La Fiscalía General de Rusia abrió el caso bajo el artículo 279 del Código Penal ruso el viernes por la noche, cuando Prigozhin y sus hombres anunciaron que habían cruzado desde Ucrania la frontera rusa en la región sureña de Rostov y que habían iniciado una "marcha por la justicia" hacia Moscú tras denunciar un ataque del Ejército ruso contra un campamento de los mercenarios en la retaguardia rusa.

El jefe del Grupo Wagner, compañía militar privada que es ilegal en Rusia, denunció entonces la desastrosa gestión de la cúpula militar rusa en la guerra en Ucrania, pues, dijo, había costado la vida a unos "100.000 soldados rusos".

Rusia desmantela el grupo Wagner y transferirá el equipo militar pesado

Ahora, el Ministerio ruso de Defensa prepara la transferencia de equipo militar pesado que estaba en manos de los mercenarios del Grupo Wagner a las tropas regulares de Rusia, según ha informado también este martes el departamento que dirige Serguéi Shoigú.

"Están en marcha los preparativos para la transferencia de equipo militar pesado de la empresa militar privada Wagner a las unidades activas de las Fuerzas Armadas rusas", ha indicado Defensa en un comunicado publicado en su canal de Telegram.

Rusia ha dado este paso después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, diera anoche tres salidas a los mercenarios que se sublevaron contra la cúpula militar: regresar a sus casas, irse al exilio a Bielorrusia o firmar un contrato con el Ministerio de Defensa u otras agencias de seguridad del país.

Eso significa en la práctica el desmantelamiento del Grupo Wagner tal y como se conocía desde que se creó en 2014 a raíz del estallido del conflicto en el Donbás, en el este de Ucrania.

El acuerdo alcanzado el sábado pasado entre el Kremlin y el jefe de los wagneritas, Yevgueni Prigozhin, prevé que ni los mercenarios ni su líder serán perseguidos penalmente por rebelión armada y que el empresario de San Petersburgo de 62 años se exiliaría en Bielorrusia.

A cambio tenían que desistir de su sublevación, durante la cual habían tomado la sureña ciudad rusa de Rostov del Don y marchado en columnas hasta 200 kilómetros de las puertas de Moscú.

Lukashenko confirma que Prigozhin está en Bielorrusia

El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha confirmado este martes que el líder del Grupo Wagner ha llegado a su país, donde debe vivir exiliado tras la rebelión militar.

"Se proporcionaron garantías de seguridad, como prometió ayer el presidente ruso Vladímir Putin (...). Sí, de hecho, hoy está en Bielorrusia", ha asegurdo en una ceremonia de entrega del grado de general.

Según los términos alcanzados gracias a la mediación de Lukashenko, Rusia permitiría a Prigozhin ir a Bielorrusia y se le retirarían los cargos en su contra. El diario Kommersant informó este lunes de que el caso contra el jefe de los Wagner seguía abierto.

Prigozhin hizo este lunes sus primeras declaraciones después de la rebelión contra la cúpula militar rusa. En un audio de 11 minutos publicado en Telegram, aseguró que solo buscaba salvar la desaparición de su empresa militar privada y no derrocar al régimen ruso, pero no dio detalles de dónde se encontraba.