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Entrevista en TVE

Josep Borrell: "España seguro que va a impulsar la adhesión de Ucrania a la Unión Europea"

  • TVE entrevista al jefe de la diplomacia europea antes de que España asuma la Presidencia del Consejo de la UE
  • Borrell repasa los desafíos de la UE: de Rusia a las relaciones cruciales con América Latina

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Entrevista a Josep Borrell en TVE: "España va a impulsar la adhesión de Ucrania a la UE"

Este sábado España cogerá el testigo de Suecia e iniciará la Presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea, una responsabilidad que se extenderá durante los próximos seis meses. Se encargará de impulsar y buscar acuerdos entre las distintas instituciones europeas y de presidir el Consejo de Ministros de los Veintisiete. En una entrevista concedida a TVE, el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, aborda los desafíos que enfrenta Europa en el semestre que comienza.

Josep Borrell: "España seguro que va a impulsar la adhesión de Ucrania a la Unión Europea"

PREGUNTA: Seguimos escuchando al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y a Ucrania, que siguen pidiendo más compromiso por parte de la Unión Europea, un paso más. ¿Cree usted que en estos próximos meses se puede hacer algo para impulsar el proceso de adhesión?

RESPUESTA: España seguro que lo va a impulsar. El Gobierno español siempre ha apoyado la candidatura de Ucrania. El presidente Sánchez ha estado allí, ha visitado Ucrania, ha estado con él, tiene una muy buena relación y seguro que España impulsará un proceso que tiene una dimensión política y otra parte técnica.

Ucrania tiene que cumplir las condiciones, y eso lo tiene que valorar la Comisión, que tiene que presentar una propuesta al Consejo, pero la Presidencia rotatoria del Consejo también tiene su cosa. La adhesión de Ucrania es de todos los países candidatos. Es uno de los aspectos más importantes de nuestra política exterior y el hecho de que Ucrania sea candidata ha impulsado al proceso por la urgencia en la que se encuentra. Ucrania pide a la Presidencia española que lo apoye y lo impulse, y estoy seguro de que lo va a hacer.

"Rusia puede ser un riesgo si entra en una fase de inestabilidad"

P: La Comisión ha comunicado decisiones que han sido muy relevantes, que luego han refrendado los Veintisiete, como las sanciones a Rusia, por ejemplo. ¿Cree usted que ahora España en esta Presidencia se encuentra con una perspectiva del conflicto en Ucrania distinta, después de que, uso sus palabras, a "ese monstruo" de Putin le está mordiendo el líder de los mercenarios?

R: Estamos en otra fase, sin duda. No pasa todos los días que una parte de un ejército deserta del frente y se dirige hacia la capital del país para imponer condiciones al gobierno. Las cosas han vuelto a la calma, pero no sabemos lo que se está cociendo por ahí abajo. Sí, durante la Presidencia española van a pasar cosas muy importantes en el escenario ucraniano, tanto en el campo de batalla como en las negociaciones más o menos subterráneas que puede haber para intentar que la guerra se pare.

P: Esa desestabilización que estamos viendo, usted lo ha dicho, puede ser buena para Ucrania porque despista al ejército ruso, pero puede ser mala para la Unión Europea por la incertidumbre que genera, porque no sabemos qué podemos esperar de lo que pase en Moscú.

R: Nadie lo sabe y la verdad es que nos ha cogido por sorpresa, creo que a todo el mundo. No creo que ni los propios rusos lo supieran, con que imagínese los demás. De momento eso es una clara muestra de debilidad, porque el hecho de que una parte del ejército se levanta en armas y empiece a derribar sus propios helicópteros y aviones no es normal en una guerra. Putin puede querer demostrar que sigue mandando y, por lo tanto, aumentar su represión dentro del país y aumentar la potencia o la presión militar sobre Ucrania. Seguramente algo así pasará.

P: ¿Podría incluso llegar a dar más miedo que alguien derrocara a Putin? Alguien que no sabemos quién es, que sea menos predecible de lo que pueda ser Putin, que se le va conociendo algunas de sus reacciones.

R: Más vale malo conocido que bueno por conocer, decimos en castellano, pero eso son asuntos internos de Rusia. Hemos tenido un cuidado exquisito en no pronunciarnos ni interferir en un acontecimiento del que sabíamos poco. En segundo lugar, no queríamos de ninguna manera dar ocasión a que el Kremlin dijera, "ve, son los occidentales los que están azuzando". Esto es un problema suyo en el que no tenemos arte ni parte, y lo que salga de aquí será un problema para Rusia. Aunque, claro, de rebote lo puede ser para nosotros.

Naturalmente, hasta ahora Rusia era un país que era una amenaza porque tenía fuerza y la voluntad de usarla, como ha demostrado. Y ahora puede ser un riesgo si entra en una fase de inestabilidad política, que no es una broma para un país que es una de las mayores potencias nucleares del mundo.

P: Y en este escenario, ¿considera factible que se abra algún tipo de proceso de negociación para la paz formalmente?

R: Honestamente, no lo sé, depende de lo que pase en los próximos días. Hay una proliferación de iniciativas de gente que quiere la paz. Yo también la quiero, por cierto. Los ucranianos son los que más la quieren y la necesitan. La Unión Africana va a Moscú y va a Kiev. En Latinoamérica también hay voces que piden que el conflicto se acabe. He estado recientemente en Egipto y también la pregunta es 'cuándo se va a acabar la guerra', y ya me gustaría a mí saberlo.

De momento, lo que hay, parece, es una clara voluntad por parte de Rusia de continuarla mientras no consiga lo que Putin llama sus objetivos militares. Va a seguir diciendo y haciendo lo mismo después de esta asonada que ha sufrido. Lo va a hacer con más fuerza, aunque ahora tenga un poco menos, porque va a perder una parte importante de los Wagner o lo va a querer hacer más para demostrar su autoridad. Francamente, nadie lo sabe.

La presidencia española tendrá un papel que jugar, y seguramente lo va a hacer. Pero esto son cosas que están fuera de nuestro alcance, porque la guerra la empezó él y solamente él la puede terminar.

P: De momento, lo que no va a conseguir de Vladímir Putin es uno de sus objetivos principales, que era dividir a las potencias occidentales, y, desde luego, a los Veintisiete no los ha dividido, de momento. ¿Esto es sostenible? España tiene seis meses por delante. ¿Puede ser uno de los retos el mantener esa unidad en este conflicto en Ucrania?

R: Putin pretendía, y esperaba, seguramente, que nos dividiéramos, porque unos eran muy dependientes de la energía rusa, como Alemania o Hungría, y otros menos dependientes, como España. Esperaba que no tuviésemos la voluntad de seguir unidos entre nosotros y con la OTAN y con Estados Unidos. Y quienes se han dividido son ellos mismos.

Imagínese que eso hubiera pasado en un país europeo, que hubiera habido una marcha militar en la capital y hubieran tenido que destruir las autopistas para impedir que pasaran los tanques. No nos cabe en la cabeza que esas cosas puedan pasar en nuestra casa, afortunadamente.

Y sí, la Presidencia española tendrá un papel que jugar, como todas las presidencias, y seguramente lo va a hacer. Pero esto creo que son cosas que están fuera de nuestro alcance, porque la guerra la empezó él y solamente él la puede terminar.

P: Lo que pasa es que a la hora de ir tomando medidas, los Veintisiete tienen que seguir aprobando todos juntos. Ahí es donde se demuestra la unidad.

R: Y a veces cuesta, créame, conseguir que los Veintisiete digan que sí a algo. Mi trabajo me cuesta; y en este momento, por cierto, tenemos una decisión de aportar 500 millones de euros para más municiones para Ucrania, que está bloqueada porque hay un país que dice que no y yo necesito que todos estén de acuerdo.

Hasta ahora lo hemos conseguido, hemos estado de acuerdo en pedir otros 3.000 millones más para seguir dando ese apoyo que sin el cual Ucrania no podría continuar defendiéndose. Pero espero que durante la Presidencia española la unidad se mantenga y seguro que España invertirá su capital político, que es mucho.

El Gobierno español es un gobierno que tiene hoy y siempre lo ha tenido en Europa, pero este en particular un predicamento importante para conseguir que entre todos que la unidad se mantenga. Pero, de momento, hay casos en los que la cosa se encalla.

cada país ve la relación con China desde su óptica particular y hay diferentes puntos de vista. Esta es la gracia de esta casa en la que estamos, que hay que intentar aunar puntos de vista que sean diferentes, aunque no incompatibles.

"La UE ha de poner a América Latina en nuestro escenario geopolítico"

P: Además, es una unidad que no solo es importante para el conflicto de Ucrania, también para las nuevas relaciones. En este nuevo contexto geopolítico que se ha creado, por ejemplo, para socios peligrosos o arriesgados como puede ser China. Y hay 27 visiones distintas. Usted lo ha dicho, que es importante no desengancharse, pero, a la vez, reducir los riesgos. ¿Qué punto es el equilibrio en ese contrato?

R: Eso que se dice, de que cada uno cuenta la feria según le va en ella. O, palabras más técnicas, el punto de observación condiciona el fenómeno observado. Las cosas son del color del cristal con el que se miran. Es decir, cada país ve la relación con China desde su óptica particular y hay diferentes puntos de vista. Esta es la gracia de esta casa en la que estamos, que hay que intentar aunar puntos de vista que sean diferentes, aunque no incompatibles.

A veces son incompatibles y entonces no hay acuerdo. Pero, de momento, ese acuerdo lo estamos construyendo, también con respecto a China, pero será una cosa que durará meses.

Se habla de disminuir los riesgos y está muy bien y hay que hacerlo porque no hay que tener riesgos grandes, pero eso llevará tiempo, porque la dependencia de China es muy grande en algunos casos. El 80% de nuestros paneles solares o más vienen de China. El 80% de los minerales que llaman raros o críticos, que utilizamos para todos los artefactos de la revolución digital, no los producimos, también los importamos.

Cuando llegó la pandemia descubrimos que no producíamos ni un solo gramo de paracetamol en toda Europa. Entonces, deprisa y corriendo, hemos tenido que reconstruir una capacidad de producción autónoma. Hasta ahora se decía aquello que dicen los economistas de que las cosas tienen que llegar a tiempo, no antes, porque antes es un 'stock' que cuesta dinero. Y ahora hay que decir 'en caso de', es decir, toma precauciones por si acaso.

P: Y en este nuevo contexto hay que diversificar, hay que rodearse de socios fiables y miramos hacia América Latina. Pero no solo para firmar un puñado de acuerdos comerciales, por importantes que sean. ¿Qué es lo que le ofrecemos desde Europa?

R: Nosotros hemos de poner a América Latina en nuestro escenario geopolítico, no solamente porque somos el primer inversor en América Latina. Nosotros, los europeos, hemos invertido más en América Latina que en China, Rusia, Japón e India juntos.

No somos ya los primeros socios comerciales, China nos ha pasado por delante y es natural que así sea, pero somos una comunidad de valores, de forma de entender la vida, no sólo por la tradición histórica, cultural, lingüística, sino porque, a fin de cuentas, los países de América Latina y nosotros somos muy parecidos en estructuras políticas.

América Latina tiene problemas que van mucho más allá de lo comercial. Es una región con altísimos niveles de violencia, con altísimos niveles de desigualdad. Hemos de tomar en cuenta eso a la hora de establecer nuestra relación con ellos. Con problemas gravísimos de tráfico de drogas que están minando la autoridad política de algunos países, que están en el origen de la violencia...

P: Una relación de interés recíproco...

R: Es un interés recíproco, como en el caso de la droga. Les afecta a ellos, pero si no la consumíamos en el mundo occidental, seguramente no tendrían esos problemas que están empezando a tener un carácter traumático. Problemas de seguridad, de estabilidad política. Y los acuerdos comerciales tienen importancia, pero sería un error concebir la cumbre única y exclusivamente desde el punto de vista de si se consigue acabar o no una negociación que lleva años arrastrándose.

De igual manera que las inversiones. Hay que tener una lista de proyectos de inversión, pero nuestra relación no es una lista de proyectos de inversión. Toca a la estructura, a la fibra social, a la manera en la que podemos ayudarles a combatir violencia, desigualdad, tráfico de drogas, inestabilidad política... Sin querer dar lecciones a nadie, porque cada uno tiene sus problemas. Pero creo que, sin duda, tener una relación con América Latina más estrecha sería bueno para todos.

P: Es ponerla en el centro del interés de la Unión Europea.

R: Ponerla en nuestra pantalla de radar, porque como América Latina lo damos por hecho, estamos muy cercanos. Bueno, sí estamos muy cercanos, pero no demos por hecho que las relaciones se basan en lo que fue. Hay que construirlas pensando en lo que será.

P: Ese es uno de los retos. Muchas gracias señor Borrell por su tiempo.

R: Gracias.