'Terry y los piratas', ¿La mejor tira de prensa de aventuras de la historia?
- Francisco Sáez de Adana analiza la obra maestra de Milton Caniff
- Más noticias sobre cómic y animación en El Cómic en RTVE.es
El 16 de octubre de 1941 la muerte de una de las protagonistas de la tira de prensa Terry y los piratas, de Milton Caniff, paralizó a los 30 millones de lectores que seguían esta tira de aventuras que, poco a poco, se había convertido en una crónica diaria de una sociedad norteamericana que estaba perdiendo su inocencia y de los grandes acontecimientos históricos de su época. Sin duda uno de los cómics más importantes e influyentes de la historia que ahora analiza en profundidad Francisco Sáez de Adana en el libro Milton y los piratas (Diábolo ediciones).
Preguntamos a Francisco por qué es tan especial este cómic (que en España ha editado Dolmen Editorial): "Hay muchas cosas que la hacen especial. A nivel de repercusión fue una tira que los lectores de la época llegaron a percibir como si fuera una crónica de la guerra chino-japonesa y después de la Segunda Guerra Mundial. A nivel narrativo desarrolla muchas de las técnicas que se asociarán al cómic estadounidense, incluyendo el de superhéroes, durante décadas. A nivel de historia, la capacidad de Caniff de narrar durante doce años la vida de unos personajes de una manera que el lector los sienta como próximos hace que las historias destilen una emoción que no se ha dado tantas veces en la historia del cómic".
"Decir que es la mejor tira de prensa de la historia quizá sería decir mucho por la cantidad y calidad de las tiras de prensa de su época, pero desde luego es una de las mejores y dentro de las tiras de aventuras sí me atrevería a decir que es la mejor, por la propia tira en sí y por su importancia en el cómic posterior" -añade el autor-.
Comenzó como una serie de aventuras más
Lo curioso es que Terry y los piratas comenzó como una serie de aventuras más de las muchas que aparecían en los periódicos de esa época. Contaba la historia de un joven norteamericano, Terry Lee, que llegaba a China con su amigo el periodista Pat Ryan. A ambos se les unirá George Webster "Connie" Confucius, un guía local que los ayudará a buscar un tesoro. Juntos se enfrentarán a piratas y villanos entre los que destaca una mujer fatal, Dragon Lady.
Francisco nos comenta cómo nació la serie: "Nació como un encargo del editor del Chicago Tribune New York News Syndicate, el Capitán Joseph Medill Patterson, una figura clave en la creación de algunas de las tiras más importantes de la época dorada. Patterson quería una serie de aventuras, esto estaba claro desde el principio, que pudiera ser atractiva para todos los públicos y para ello debía tener acción, humor y tensión sexual entre los protagonistas masculinos y femeninos. Y otra cosa importante la serie debía estar situada en China como lugar exótico donde la aventura todavía era posible".
"Hay que tener en cuenta -añade-,que en Estados Unidos estaban todavía bajo los efectos de la Gran Depresión y era necesaria la huida a territorios exóticos en busca de aventura. Patterson le dio a Caniff dos libros como referencia: Vampiros de las costas de China, como ejemplo de acción en Oriente, y Cumbres borrascosas, como ejemplo de lo que tenía que ser la tensión entre los personajes de ambos sexos".
"En principio -concluye el autor-, es una serie más de las muchas de aventuras que se publicaban en ese momento. Es verdad que Caniff era un dibujante de una gran capacidad y su talento narrativo ya se podía intuir en esas primeras tiras, pero en realidad las primeras historias son un poco simplonas. La serie arranca con la búsqueda de un tesoro por parte de Terry y Pat a partir de un mapa que el primero ha heredado de su abuelo. Una excusa para enviar a los personajes a China y contar allí unas aventuras entretenidas, pero sin mayor transcendencia".
Una crónica histórica bastante fidedigna
Pero muy pronto la tira experimentó profundos cambios: "En un determinado momento Caniff se da cuenta que sus lectores reaccionan de manera furibunda cada vez que comete un error de documentación -asegura Francisco-. El caso más evidente que, en principio, puede parecer inocuo, es el error que comete al mostrar la posición de una partida de damas. Ahí se da cuenta que la tira es algo más que una simple serie de aventuras para sus lectores y se empieza a documentar todo lo posible para que sus historias sean lo más cercanas posible a la realidad".
"En estas circunstancias -continúa-, Japón invade China y, forzado por esa representación de la realidad, Caniff introduce la guerra en su tira. Hay que tener en cuenta que, debido a la neutralidad de Estados Unidos, esta guerra no tenía una gran repercusión entre los estadounidenses y menos en la cultura popular. Por eso los lectores empezaron a sentir que a través de Terry y los piratas podían enterarse de lo que estaba sucediendo en China, en ocasiones incluso mejor que con las noticias del resto del periódico. Este es uno de los factores que hicieron especial a la serie y, por ese motivo, Caniff cada vez se preocupaba más por ser riguroso porque sentía que sus lectores le recompensaban cuando lo era y le “castigaban” con cartas de queja cuando se tomaba ciertas libertades".
"Respecto a sus cualidades como tira periodística -concluye-, hay que tener en cuenta que estamos siempre en un relato de ficción, pero en el que hay una fuerte intención de contar la realidad, y, sobre todo, una percepción por parte del lector de que le están contando la realidad, por lo que no es exactamente cómic periodismo en el sentido que lo entendemos hoy en día, pero sí que es una crónica histórica bastante fidedigna, aunque siempre matizada por la ficción".
Los protagonistas principales
Francisco nos presenta a los protagonistas: "Tenemos por supuesto a Terry, que inicialmente es un niño con el fin de atraer al público infantil y que luego irá creciendo a lo largo de la estancia de Caniff en la serie. Pat Ryan es un amigo adulto de Terry que es quien tenía que protagonizar inicialmente las escenas de acción, tanto de lucha como amorosas con los personajes femeninos. Connie es el contrapunto cómico, es el criado chino que contratan Pat y Terry al principio de la serie y que cae, al principio, cae en muchos estereotipos relacionados con la visión de los chinos que tenían los americanos en ese momento, pero que luego irá evolucionando hasta ser un compañero de aventuras de los protagonistas".
"Luego por supuesto las mujeres: las femme fatale como Dragon Lady, una reina pirata al inicio que se convertirá en una líder de la resistencia china cuando se produzca la invasión de Japón o Burma, una aventurera de pasado misterioso que será una figura recurrente y que demostrará en muchas ocasiones que es algo más que una mujer despiadada. Por supuesto hay muchos otros personajes importantes (son doce años de tira): Normandie Drake, April Kane, Big Stoop, Hotshot Charlie, Raven Sherman, Dude Hennick. Una de las cosas más interesantes de la serie es la capacidad de Caniff para crear personajes tridimensionales".
Además, Caniff de adelantó a la alianza entre japoneses y alemanes: "Al menos -asegura Francisco-, se adelantó en mostrar a soldados japoneses y alemanes juntos antes de que se firmara el pacto entre ambos países. Por cosas como esta cuando Estados Unidos entra en la Segunda Guerra Mundial, Caniff tiene mucha ventaja sobre sus compañeros dibujantes. Hay que tener en cuenta que buena parte de las tiras implicaron a sus personajes en la Segunda Guerra Mundial. Pero los de Caniff ya estaban allí y, por ese motivo, para él fue sencillo seguir contando historias de lo que sucedía en el frente".
"Pero es que además ya se había granjeado la fama de ser un experto respecto a lo que estaba sucediendo en China -continúa-, por lo que la sensación de verosimilitud hace que los lectores sientan que Terry y los piratas no solo es un relato de ficción, sino que es una crónica bélica que está contando las vivencias de los americanos en el Frente del Pacífico".
La muerte de Raven Sherman que conmocionó a Estados Unidos
La demostración del impacto de la serie llegó cuando Miton Caniff decidió matar a una de las protagonistas, Raven Sherman. "Raven Sherman es una ciudadana estadounidense que viaja a China para proporcionar ayuda humanitaria sobre todo para los huérfanos de la guerra chino-japonesa -nos explica Francisco-. Está alejada del estereotipo de la femme fatale de personajes como Burma o Dragon Lady y de una femineidad más clásica como la de Normandie Drake y April Kane. Es una mujer independiente, pero sin que esa independencia suponga tener intereses ocultos como sucede en el caso de las femme fatale".
"Lo interesante -añade Francisco-, es que es el primer personaje importante de la serie que muere, además como víctima de un soldado alemán antes de que Estados Unidos entre en guerra. Y el motivo de su muerte es que Caniff entendía que para mantener el realismo de su serie la muerte tenía que estar presente".
Como decimos, la muerte de Raven causó una gran conmoción en estados Unidos: "Esa muerte se percibió de forma tan realista-nos comenta Francisco-, que causó un luto popular en Estados Unidos con funerales en todo el país, equipos de beisbol que aparecen con brazaletes negros en sus partidos y miles de cartas enviadas a Caniff y a los editores de los periódicos llamándole asesino o lamentándose por la muerte del personaje como si fuera una persona real. Fue tanto el impacto que Caniff tuvo que aparecer en la radio para dar explicaciones de por qué había matado a Raven Sherman. Su muerte se recordará durante mucho tiempo a juzgar por las cartas recibidas por el propio Caniff años después o por la influencia que tuvo en la muerte de Gwen Stacy en la serie de Spiderman muchos años después".
'Male Call', la serie con la que Caniff quiso animar a los soldados
Durante la II Guerra Mundial Milton Caniff hizo una serie para los soldados que en principio iba a encabezar Burma, pero que acabó siendo protagonizada por un nuevo personaje Miss Lace: Male Call 1942-1946 (Dolmen). "El motivo por el que no la protagonizó Burma es porque la serie, aunque inicialmente se iba a publicar en periódicos militares, también se publicó en algunos periódicos civiles, incluso en ocasiones, en periódicos que no tenían los derechos para publicar Terry y los piratas. Los periódicos que sí tenían los derechos se quejaron de que les hacía la competencia y por eso Caniff decidió crear una nueva figura femenina para protagonizar la serie y desvincularla totalmente de Terry y los piratas".
"Se trata fundamentalmente de tiras de humor protagonizadas por una mujer voluptuosa que vive junto a los soldados y que protagoniza anécdotas llenas de dobles sentidos de tipo sexual con los militares de los Estados Unidos -nos explica Francisco-. Caniff pensaba que la moral de los soldados mejoraría si les mostraba una figura de una mujer atractiva con la que podían fantasear en un momento en el que estaban tan alejados de sus hogares".
El final de Terry y la llegada de Steve Canyon
Tras la Segunda Guerra Mundial Caniff decidió dejar la tira de Terry y los piratas a la que había dedicaco doce años: "El motivo principal -nos comenta Francisco-, es que, al ser un encargo, no tenía los derechos de la tira. Ganaba un buen sueldo trabajando en ella, pero, por ejemplo, no tenía la última palabra en los productos derivados como el serial cinematográfico que se hizo en 1941 y que fue un auténtico desastre. Además, Caniff temía que si algo le pasaba su mujer iba a quedar sin ingresos, ya que no le corresponderían derechos de autor por la tira. Por eso cuando le ofrecieron crear una nueva serie solo puso una condición y es ser el propietario de los derechos. Cuando se lo concedieron decidió abandonar Terry, pero como todavía tenía dos años de contrato, tuvo tiempo para cerrar la serie con tranquilidad y, por eso, el final es una auténtica joya en todos los sentidos. No solo visualmente es espléndido, sino que desprende toda la emoción que caracterizó a la serie durante los doce años".
"Pero además -añade-, también demuestra la profesionalidad de Caniff ya que deja a los personajes principales intactos para el autor que iba a continuar la serie que fue George Wunder. El trabajo de Wunder ha sido siempre muy denostado, pero lo cierto es que sus primeros años no están nada mal. No es Caniff por supuesto y eso juega en su contra, pero es un sustituto bastante digno bajo mi punto de vista. El problema es que estuvo en la serie hasta su cierre, en 1973, y a partir de mediados de los cincuenta la serie decae mucho, como sucede con buena parte de las tiras de aventuras".
En cuanto a su nueva tira, es otra de las joyas del noveno arte: Steve Canyon, que narraba las aventuras de un ex-piloto de la fuerza aérea de los EE.UU. "Steve Canyon es en cierta manera una versión madura de Terry -asegura Francisco-. En principio Caniff intenta alejarse de la guerra, pero desde muy pronto se verá implicado en la Guerra Fría e, incluso, luchará en Vietnam. Los primeros años de Steve Canyon son bastante buenos, aunque no llegaran a la nivel de Terry bajo mi punto de vista y el de muchos lectores. Sin embargo, la serie irá decayendo sobre todo conforme Caniff vaya tirando cada vez más de ayudantes para sacar el enorme trabajo que supone publicar seis tiras diarias y una página dominical por semana".
¿Una de las influencias de Indiana Jones?
Terry y los piratas ha tenido algunas adaptaciones a otros medios, como nos comenta Francisco: "En la época de Caniff se realizó un serial radiofónico y el serial cinematográfico ya mencionado. Douglas Fairbanks Jr. intentó hacer una película en los últimos años de Caniff en la serie, pero no llegó a buen puerto y los dueños de los derechos de esa fallida adaptación realizaron posteriormente, en los años cincuenta, una serie de televisión. En los años ochenta y noventa hubo varios intentos de hacer una película con los personajes, pero tampoco fue posible".
"Hay quien dice que porque películas como Indiana Jones estaban tan influidas por la serie que era difícil realizar una versión de Terry sin que los espectadores pensaran que era una copia de la película de Spielberg, cuando curiosamente la tira era la inspiración de la saga de aventuras protagonizada por Harrison Ford y no a la inversa. Yo, en todo caso, creo que sí se podría hacer una buena película con los personajes. La serie ha envejecido muy bien y, en doce años, hay tantos elementos interesantes que se pueden sacar muchas historias sin que parezca que se está copiando ninguna otra película de aventuras".
Preguntamos a Francisco Sáez de Adana si cree que Caniff era consciente de la importancia de la tira: "Sí, Caniff era consciente. Los lectores se lo recordaban en sus cartas y con su fidelidad a la serie. Hay que tener en cuenta que la serie llegó a tener alrededor de 30 millones de lectores. Este impacto hizo que Caniff tuviera un sueldo muy importante por su trabajo en Terry y los piratas que también le demostraba lo importante que era la tira tanto para lectores como para editores. Por ese motivo y por su propio carácter, conservó toda la documentación relacionada con su trabajo: documentación y cartas de los lectores entre otras cosas. Y consideraba que su trabajo era tan importante que debía ser preservado".
"Por eso -añade el autor-, en los últimos años de su vida donó todo ese material a su universidad, Ohio State University, donde se conserva todo su archivo en lo que ahora es uno de los centros más importantes de estudio del cómic, The Billy Ireland Cartoon Library & Museum, un centro que nace precisamente a partir de esa donación por parte de Caniff".
"Pero Caniff no solo nos legó esa documentación. Nos dejó también una obra espléndida que marcó a una generación. Una manera de narrar que resultó ser ideal para el cómic de aventuras. Teniendo en cuenta que el cómic norteamericano finalmente derivó precisamente hacia la aventura, aunque fuera superheroica, es difícil entender la historia del cómic en los Estados Unidos sin la influencia de Caniff y de su técnica narrativa" -concluye Francisco Sáez de Adana-.