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Elecciones 23J

El feminismo y la violencia de género en el barro electoral: ¿cuánto influirá en el 23J?

  • Cada partido fija sus posiciones con discursos "emocionales" ante el 15% que elige su voto la última semana
  • Los expertos apuntan a que la izquierda ha perdido su "ventaja competitiva" por el 'sí es sí' y la división del feminismo

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El feminismo, un tema muy presente en la precampaña de las elecciones del 23J
El feminismo, un tema muy presente en la precampaña de las elecciones del 23J.

Ha sido uno de los temas ‘estrella’ de la precampaña y previsiblemente lo será de la campaña de las elecciones generales del 23 de julio que comienza este viernes. El feminismo y la lucha contra la violencia de género están en boca de todos los partidos y se han vuelto en armas arrojadizas con las que atacarse. Lo vemos en las ruedas de prensa, en los ‘canutazos’ ante los medios y en las entrevistas en los medios de comunicación. Todo forma parte de una “estrategia”, según los expertos, con la que las formaciones pretenden ganar votos apelando a la emoción. Pero si algo ha quedado claro en la última legislatura, es que el feminismo no es igual para todos, o no todos lo interpretan de la misma manera. Y cabe recordar que un 15% de indecisos decide su voto a uno u otro partido la semana previa a las elecciones.

El PSOE está acusando al PP de “asumir las tesis negacionistas” de la violencia de género y han criticado con vehemencia a su líder, Alberto Núñez Feijóo, por hablar de “divorcio duro” sobre el caso de un condenado de Vox por violencia machista. Los ‘populares’ atacan al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, por haber “puesto a los maltratadores en la calle” con la ley del ‘solo sí es sí’ y también a Podemos de “haber roto el feminismo” con esta ley y con la ‘ley trans’. La izquierda le reprocha sus pactos con Vox para formar gobiernos autonómicos y municipales y que según qué territorios haya asumido el concepto de “violencia intrafamiliar” de los de Abascal. Y Vox se ha dedicado a capitalizar, coinciden los expertos, el malestar de algunos hombres con los avances feministas y centra buena parte de su discurso en la lucha contra la “ideología de género”.

“Ahora mismo, todo es un juego electoral. Cualquier tema que se saca sobre la mesa es con el fin de sacar rédito político, básicamente votos, y todo se mueve en un tablero de ajedrez”, explica a RTVE.es la consultora de comunicación de Gad3 Marta Marcos, para quien esto no es incompatible con la defensa que cada partido hace de sus principios. Y esto pasa tanto para los temas que se sacan a la palestra como los que no, como el ‘sí es sí’ en el caso del PSOE: “Si algo no me conviene porque no lo hemos hecho de la mejor manera, mejor dejar este tema apartado”.

Discursos que apelan a las emociones: "Es lo que está en juego"

Para la politóloga de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y experta en género, Paloma Román Marugán, el feminismo y la lucha contra la violencia de género “van a influir en la votación” del 23J “pero no va a ser el gran tema” sino que va a ir dentro de un “paquete más amplio” y no cree que vaya a ser “el principal motivo” que mueva la decisión de un votante. Eso sí, destaca que el “ruido” respecto a la igualdad “es un gran titular porque apela a la política de las emociones” que es la que “realmente está en juego”, ya que los votantes, destaca, no van a las urnas habiéndose leído en su mayoría los programas electorales.

En las elecciones autonómicas y municipales del pasado 28 de mayo, antes de empezar la campaña un 20% de electores decía estar indecisos y un 15% de todos los votantes tomó su decisión la última semana. En un escenario de tanta fragmentación, ese porcentaje es al que en buena parte se van a dirigir los políticos las próximas semanas.

“Conseguir el voto de las mujeres en según qué partido es bastante crucial. Las mujeres son la mitad de los ciudadanos”, expone a RTVE.es Marta Fraile, científica titular del CSIC en el Instituto de Políticas y Bienes Públicos. Cree además que ahora está tan presente el feminismo en el discurso político porque “hasta hace poco tenía ventaja comparativa la izquierda” y ahora “los partidos de derechas tienen tanto interés por sacarlo porque por primera vez pueden tener alguna ventaja”.

La izquierda ha perdido su ventaja competitiva respecto al feminismo

Muchas conquistas feministas de las últimas décadas, como el divorcio en 1981 o el aborto en 2010, fueron aprobados por gobiernos socialistas. Ambos derechos contaron con el voto en contra del PP (o Alianza Popular) e incluso su recurso al Tribunal Constitucional en el caso del aborto, que no prosperó. Bajo el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero se aprobó también la ley contra la violencia de género (apoyada esta vez sí por el PP). Pero esa “ventaja moral” de la izquierda respecto a los avances feministas ha quedado enturbiada en la última legislatura por varios hechos: el calado del discurso de Vox, que ha aumentado su electorado con una postura abiertamente antifeminista y que ha “arrastrado” en ocasiones al PP hacia sus tesis; y los “errores” en la izquierda con la ley del ‘solo sí es sí’ y la división en el feminismo cuyos máximos exponentes han sido la ministra de Igualdad, Irene Montero, y la exvicepresidenta Carmen Calvo.

Un Vox antifeminista, un PP “ambiguo” y el “feminismo incómodo” según Sánchez

“Vox ha roto un tabú”, considera Fraile, respecto a aquellos hombres contrarios al feminismo a quienes les daba “apuro” expresarse abiertamente o solo lo hacían entre sus amigos. “Ha roto una norma social implícita por la que se respetaba” el feminismo en los últimos años, prosigue. Porque ahora tienen un partido que “legitima sus afirmaciones machistas o sexistas encubiertas”. Pone de ejemplo a aquellos que dicen que están a favor de la igualdad pero dicen que “ahora las mujeres quieren un trato de favor”, cuando el feminismo no busca la supremacía de ningún sexo.

Por su parte, Marcos destaca que los votantes de Vox tienen un claro perfil de “hombres jóvenes” en su mayoría. Considera que, si bien hay un consenso social en el que la mayoría de personas dirían que están a favor de la igualdad, los votantes de Vox consideran que el feminismo “no es el principal problema” e incluso que “les está perjudicando”. Vox no lleva en sus programas electorales ninguna medida para luchar contra la violencia de género (insiste en hablar de la violencia intrafamiliar). Se ha visto recientemente obligado a retirar una pancarta en la que se tiraba al feminismo, independentismo y colectivo LGTBI a la basura y hace apenas unos días su líder, Santiago Abascal, no tuvo siquiera reparos en reconocer en TVE que desconocía el Convenio de Estambul que España firmó en 2008 en su compromiso contra esta lacra. Pese a ello, aseguran ser el partido que más defiende a las mujeres porque plantean penas más altas e incluso prisión permanente revisable para los maltratadores y agresores sexuales.

Feijóo, "forzado" a acercarse a Vox para competir por el voto

En este contexto, Fraile considera que Feijóo “se ve forzado” a acercarse a los postulados de Vox “porque hay un posible reclamo de voto de derecha” en esta cuestión “por el que tiene que competir y no quiere darse por vencido”. “Y no nos engañemos, la relación del PP con el feminismo siempre ha sido contradictoria”, expone, recordando que la reforma del exministro Alberto Ruiz Gallardón del aborto contra la ley de plazos “le costó la carrera” porque, “si hubiera salido adelante, hubiera sido un paso atrás brutal”. Tras el reciente aval del Constitucional a la ley de plazos de Zapatero, Feijóo respaldó la “correcta” ley del aborto de 2010 y una parte de su partido se le echó en contra por esa postura ya que muchos militantes y votantes del PP rechazan este derecho. El pasado jueves, el aborto volvió a centrar parte de una entrevista al líder del PP en El Hormiguero, en la que reiteró que las menores de 16 y 17 años no deberían poder abortar sin el consentimiento de sus padres. En las últimas semanas, tanto Feijóo como los principales dirigentes del PP han dejado claro en múltiples ocasiones, sin embargo, que la violencia de género existe y no se puede cuestionar.

La estrategia de infundir miedo con que PP y Vox pueden hacer retroceder en derechos ya no cala

Román cree que el PP es el que “está sufriendo bastante y llevando más que regular” el equilibrio entre su compromiso con la lucha contra la violencia de género y sus pactos con Vox para gobernar a cambio de una coalición (como en la Comunidad Valenciana o en Extremadura) o de entregar parlamentos autonómicos a negacionistas de la violencia machista: “El PP se va a ver obligado a torear ese toro”. Pero Marcos cree que la estrategia de PSOE y Unidas Podemos de infundir "miedo" ante la idea de que PP y Vox puedan hacer retroceder los derechos de las mujeres ya está "quemada": "La primera vez puede funcionar, pero el discurso ya no cala y puede jugar en su contra".

El presidente del Gobierno, en una entrevista reciente en Onda Cero, lamentó que en los últimos años hubieran proliferado discursos feministas “incómodos” para hombres de entre 40 y 50 años al ser “más de confrontación que de integración”, y apeló a un feminismo “integrador”. La vicepresidenta Yolanda Díaz le respondió con un “cuidado, no hay relativismo” en esta cuestión. Pero las expertas consultadas por RTVE.es coinciden en que, si bien por naturaleza el feminismo es “incómodo” porque expone “las vergüenzas” de un país, ha habido un “error de forma” como ha quedado reflejado con el Ministerio de Igualdad. Por poner un ejemplo, la número dos de Irene Montero en el Ministerio, Ángela Rodríguez Pam, llegó a decir que “los hombres son bastante violadores en nuestro país”.

Ha habido un error de comunicación en el feminismo institucional

“El problema ha sido comunicativo” porque más allá de criticar un aspecto de la sociedad, se ha “señalado” a la gente y los hombres pueden haber “percibido cierto linchamiento, que es lo que ha provocado mayores incomodidades”, expone Marcos. Pone de ejemplo las declaraciones de Díaz, que ya alertó en una entrevista del “machismo” de muchos hombres de izquierda, cuando aseveró que “no hay nada más aburrido que una reunión de tíos heterosexuales”. Un discurso a su juicio “excluyente” que aleja a posibles votantes.

La ley del sí es sí y la división en el feminismo lastran a la izquierda

En otra entrevista en La Sexta, Sánchez reconoció recientemente que el “error más importante” de su gobierno fue la ley del ‘solo sí es sí’, que deja ya 1.127 rebajas de pena y 115 excarcelados, según los últimos datos del CGPJ. “Ha habido por parte de Irene Montero un error político importante, que ha sido la negación primero del problema y el empecinamiento después. Le ha perjudicado a ella, al Gobierno de coalición y a la izquierda. Ha sido gravísimo”, expone Román. Lo expertos coinciden en que el problema no ha sido tanto la propia ley como la gestión que han hecho PSOE y Unidas Podemos tras las primeras rebajas de condenas. La profesora de la Complutense recuerda además que el PSOE acabó reformando la norma sin sus socios ‘morados’ y con el apoyo del PP, “lo que parece una humillación en ese sentido”.

PP y Vox han aprovechado este error para criticar con contundencia al Ejecutivo de coalición mientras que el PSOE trataba de salir airoso y Unidas Podemos defendía la norma a ultranza, llegando a culpar incluso al “machismo” de algunos jueces y con formas muy criticadas, como cuando Rodríguez Pam ironizó sobre los ataques de la derecha: "De los creadores de 'las personas van a ir al registro para cambiarse de sexo todas las mañanas', llega 'los violadores a la calle', cientos, miles, oleadas".

“Yo creo que de alguna manera” a la izquierda “le va a costar algún voto” tanto la ley como los “desencuentros” en la izquierda, considera Fraile. Sobre la ausencia de Irene Montero en las listas de Sumar, cree que puede “animar a votar” a este partido a gente que le tenía “mucha manía”, si bien también opina que su exclusión “puede generar algún hastío entre votantes de Podemos que crean que ha sido muy injusto” el trato a la ministra. Marcos, cree que la figura de Montero “resta” al partido de Yolanda Díaz incluso aunque no vaya en las listas dada la alianza entre Sumar y Podemos y cree que esto puede llamar de alguna forma al voto útil hacia el PSOE.

De cualquier forma, las expertas recuerdan que el Ministerio de Igualdad siempre ha estado sometido a un “enorme escrutinio” por lo que representa. Román va más allá y apunta a que tanto Montero como la exministra de Igualdad socialista Bibiana Aído han sido objeto de múltiples ataques, más allá de los posibles errores de su gestión, por compartir "el clásico perfil que genera un tipo de odio": una mujer política joven que dice abiertamente lo que piensa.

Por último, las políticas de igualdad han supuesto una importante brecha entre PSOE y Unidas Podemos, especialmente por la ‘ley trans’ y la del ‘si es sí’. Fraile destaca que, en el 2019 hubo un “momento mágico y de unión” en el feminismo, que de por sí es un movimiento diverso, y entonces “casi todo el mundo quería hablar de feminismo y defenderlo” como un activo político. Ahora, tras la división de los últimos años en la izquierda al respecto, “es todo lo contrario” porque ahora se ha convertido en “un activo menos seguro e imprevisible” y con “más probabilidades de que reste” en términos electorales.